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Revista de la Facultad de Artes y Diseño plantel Taxco

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Orfebrería

Objetos maravillosos. La nueva orfebrería en Taxco

Por René Contreras Osio.–

Conocido como un destino turístico, Taxco ha destacado por su producción de joyería con las técnicas de la platería desde la década de 1930 y durante todo el siglo XX[1], generando un mercado nacional e internacional en este sector; al mismo tiempo, en Taxco se han dado momentos creativos en otras áreas del diseño como la cerámica, los esmaltes, los muebles, los textiles, el diseño de modas y por supuesto, objetos utilitarios de plata en combinación con diversos materiales.

Entre los diseñadores que podemos destacar se encuentra Félix Tissot[2], quien retoma rasgos tradicionales de la cerámica de Guerrero, el diseñador de muebles, lámparas y joyería Héctor Aguilar y el mismo William Spratling, arquitecto e iniciador de la platería en Taxco, así como otros tantos relevantes como la diseñadora de moda Tachi Castillo o Sigfrido “Sigi” Pineda, Antonio Pineda, Ezequiel Tapia y Margot de Taxco[3].

Estas individualidades creativas junto con muchos otros diseñadores se establecieron en Taxco durante el siglo XX, dejando interesantes y bellos ejemplos de diversas técnicas aplicadas a la creación de objetos, además de la joyería. No podría afirmar que estos diseñadores sentaron bases para un desarrollo posterior de los otros diseños –con excepción de la joyería– pues la historia del diseño de objetos en Taxco es más un recuento de personalidades creativas individuales que por diversas razones y circunstancias sociales y económicas no se articularon en un movimiento cultural o en una industria del diseño que les diera continuidad a sus iniciativas.

A excepción de la diseñadora Carmen Tapia que continúa la tradición joyera, lapidaria y orfebre familiar; la marca Spratling, que aún se comercializa por la familia Ulrich; o Los Castillo, que reproducen los diseños originales de Antonio Castillo, el resto de los diseñadores reconocidos en su momento, no tuvieron continuidad entre sus coterráneos o descendientes, pero sus obras circulan aún en subastas internacionales y pertenecen a colecciones privadas, que generalmente se encuentran en el extranjero.

A principios del presente siglo, debido a las circunstancias propiciadas por la cultura global, específicamente al internet, a las sucesivas crisis económicas y creativas que sufre Taxco hasta el día de hoy, y sobre todo, al surgimiento de una nueva generación de creativos locales y foráneos, que valoran y retoman tanto las técnicas y procesos heredados por la tradición familiar de algunos, como a la formación académica de otros tantos, es que se forma esta generación que emprende la reformulación de su propia figura como agente cultural, partiendo de la intersección disciplinar que fusiona el arte y diseño academizado junto a los saberes tradicionales locales como la platería y otras técnicas. Le caracterizan la búsqueda formal y conceptual apuntando a referentes culturales y artísticos que la globalidad disemina como valores estéticos, que van desde las propias raíces, ya exentas de folclorismos estigmatizantes, hasta la propia historia del arte y del diseño, vistos y entendidos en su dimensión creativa, técnica, funcional y conceptual; contrastados con la cultura y las contradicciones de la visualidad actual.

En algunos de ellos se perfilan intereses formales y estructurales provenientes de la arquitectura, las tecnologías, el diseño histórico y tradicional del mueble y los objetos del siglo XX y contemporáneo, otros exploran con técnicas y materiales tradicionales y no tradicionales; finalmente, unos más exploran las formas y sus relaciones con los lenguajes del arte contemporáneo. Vistos así, estos artistas-diseñadores-artesanos se proponen conscientemente o no como reflejos e hijos de su tiempo y probablemente sean entonces, la generación más activa en la renovación del diseño desde sus antecesores, pues no recurren a los patrones repetitivos, ni al epigonísmo[4] que aún caracteriza a la joyería de Taxco.

Por otro lado, la forma de producción de objetos que abrazan estos diseñadores es un reducto de actitudes personales y profesionales a contracorriente de la producción industrial y masificada de objetos cuya obsolescencia programada los sitúa en la cadena de consumo rápido y de deshecho; ellos se identifican más con la figura del creador de piezas únicas o series pequeñas, cuyo trabajo está impregnado de una mística que reconoce las propiedades de la materia y su transformación mediante la técnica, en función de una idea o razón vital y existencial. Estas formas de trabajo resguardan unos valores en torno al oficio, lo bien hecho y terminado; el respeto por los materiales, el pulimento de las habilidades y destrezas desde una ejecución lenta. Es toda una forma de ver el mundo y una actitud que se sostiene en un pequeño grupo de hacedores que abrevan de la herencia de Arts and Crafts[5], sostenida por Spratling en los años fundacionales de la tradición del diseño en Taxco.

Contrario a las tendencias contemporáneas predominantes en las producciones del diseño, el arte y sus rápidos consumos que se nutren de la virtualidad como valor, de la aleatoriedad como forma discursiva, de lo inacabado como finalidad, y de procesos creativos que se complacen únicamente en el enunciado: estos diseños se afirman en su materialidad y finalidad, sea esta de uso, de apreciación estética o ambas; van contra el predominio de las experiencias virtuales y la ilusión de lo real porque proponen en sus objetos el trabajo concreto impregnado de espiritualidad cotidiana, como el acto de beber en una taza bella y bien hecha o sentarse en un mueble bello que transpira aromas de cedro o caoba.

En la vida de ciertos objetos, surge una condición en la que estos, una vez cumplido su cometido funcional y utilitario, detonan experiencias de un orden diferente al de su uso, pero, que paradójicamente solo se puede acceder a tales experiencias mediante el uso mismo.

Estos objetos que rebasan su funcionalidad son objetos que van más allá de la forma útil, sea porque fueron pensados para generar experiencias más amplias o porque devienen en ellas de manera fortuita. Algo más habita en algunos objetos utilitarios, que nos es dado descubrir desde su uso, desde su utilidad y su contemplación; es así, que la belleza del objeto se transfiere hacia nosotros desde los actos cotidianos, en una especie de osmosis desde el uso, cuando lo bello externo útil, deviene en actos bellos y significativos, rituales, ceremoniales, contemplativos y únicos.

Algo en nosotros se transforma desde la experiencia del uso de un objeto estético en otra actitud hacia el mundo. Estética y ética se religan cuando los actos de la supervivencia grosera se refinan en acuerdo y armonía con los objetos con los que se realizan.

Si la utilidad de los objetos en su condición primaria y básica satisface usos inmediatos de supervivencia como la alimentación, mobiliario, almacenamiento y el mismo hábitat; esos mismos objetos tienen el potencial de ir más allá de su utilidad; sus cualidades estéticas únicas detonan cambios en la conducta silvestre o asilvestrada, sugieren sin decirlo, que para su uso es necesaria una actitud pausada, meditativa, contemplativa, estética y ética.

Un objeto de este tipo, se manifiesta desde su uso, e irradia valores apropiables, configuradores de la sensibilidad y actitud hacia el mundo; ciertos objetos nos educan, nos obligan sutilmente a tocarlos como se debe, quizás deviene en un ceremonial especial o esclarecen una actitud hacia ellos de respeto porque percibimos una especie de utilidad ampliada: la belleza del uso; la operación simbiótica que relaciona belleza y uso en un solo acto acabado y total, donde los objetos refinados se proyectan en actos humanos semejantes a ellos mismos, son los objetos los que nos perfeccionan al usarlos.


Miguel Ángel Ortiz Miranda
Taxco de Alarcón, Guerrero, México, 1977

Autor: Miguel Ángel Ortiz Miranda. Título: Tami. Primer lugar en orfebrería. Feria Nacional de la Plata. Año: 2020.

Afortunadamente para Taxco y para la platería Miguel Ángel Ortiz[6] es heredero de algo más que el apellido de su padre, el maestro Antelmo “Jorge” Ortiz, perteneciente a la última generación de joyeros del taller “Rancho Spratling” de William Spratling; Miguel es heredero de una tradición que ha sabido preservar y enriquecer.

A los 7 años Miguel comenzó a trabajar en el taller de platería, marcando así su iniciación vocacional y su gusto por el trabajo; se hizo ayudante de taller donde su padre lo instruyó en el conocimiento de técnicas como: cera perdida, calado, limado, soldado, engastado, biselado, pulido, brillado, fundido, remachado, aleación de metales y algunos mecanismos; es ahí donde descubrió la experimentación técnica que derivará en la generación de sus propios procesos creativos. Cuando consideró que tenía las habilidades y conocimiento de las técnicas de la platería a la edad de 20 años, empezó a dibujar sus diseños propios; algo extraño si consideramos que en Taxco el trabajo de platero ha sido más el de un maquilador que el de un creativo de diseño. En Ortiz se reconocen rasgos de quien comprende el valor y utilidad de los procesos técnicos y los trasciende; se hace a sí mismo formulándose un pensamiento creativo más allá de las reproducciones y los encargos, transita por el camino del arte y del diseño. Como los artistas, hace lo que quiere con la materia, la transforma en sus caprichos creadores y toma los riesgos del arte: conocerse a sí mismo al encuentro de sus técnicas, materiales y formas.

Sus intereses lo han llevado a la práctica tridimensional en la escultura y orfebrería, para lo que ha tenido que ampliar sus habilidades con otras técnicas pues los retos son mayores; esto coincide con el interés en profundizar de manera académica en sus conocimientos dentro de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). En la que concluyó satisfactoriamente un diplomado especializado en “Diseño de platería, joyería, objeto utilitario y objeto artístico”, en 2016.

Los objetos de Miguel Ángel Ortiz plantean y enuncian su uso más allá de la funcionalidad, me refiero al uso estético de los objetos, que es la facultad que tienen algunas cosas inanimadas, diseñadas o encontradas de despertar y provocar en nosotros una actitud frente a ellas, porque hay algo intrínseco que las anida; algo así como un espíritu propio cuando son cosas modeladas por la naturaleza, y un alma propia cuando son creaciones humanas. Tal actitud es la del goce estético al reunir en torno a la belleza de los objetos a las personas que revisten sus actos cotidianos en extraordinarios.

Esta clase de objetos, no encubren la obsolescencia del consumo de hoy, no se plantean ni se diseñan con la expectativa fallida de su terminación temporal debido a su desgaste o falla, son objetos diseñados para ser perdurables, vivibles y recurrentes para cada vez que la ocasión lo disponga: la celebración, la conmemoración, la felicidad del vivir bien y con sentido.

En 2003 participó por primera vez en el Concurso Nacional de Platería, que se lleva a cabo en su ciudad natal, registró joyería: collar, aretes y anillo, con esta participación obtuvo “El Galardón del Gobierno del Estado de Guerrero” y el premio a la mejor pieza de joyería. Desde entonces a la fecha, ha participado en el Concurso Nacional de Platería año con año, la constancia y el trabajo lo llevo a obtener en 2013 y 2014 “El Galardón Nacional de Platería” y en 2015 “El Galardón William Spratling”. Los tres galardones fueron obtenidos con piezas de orfebrería. Además de las participaciones que ha tenido en la Concurso Nacional de Platería, ha obtenido una mención honorifica en el “Premio Hugo Salinas Price” y primeros lugares en la celebración del “Día del Platero” en Taxco, ha participado en exposiciones colectivas de joyería en CDMX, Perú y Bélgica. En 2012 fue seleccionado por el Gobierno del Estado de Guerrero, a través del H. Ayuntamiento de Taxco. Para que se le rindiera un Homenaje en la “Expo Grandes Maestros de la Platería en Taxco”. Forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.


Carmen Tapia Martínez
Taxco de Alarcón, Guerrero, México, 1978

Autora: Carmen Tapia Martínez. Título: Saleros modernos. Plata .925/madera. Año: 2018.

Carmen Tapia[7] tiene formación académica en filosofía y artes plásticas y es parte de una tradición familiar de artífices en los metales y las piedras. Recreándose en esta afortunada circunstancia biográfica, Carmen hace coincidir la razón, la técnica y el arte en la búsqueda de sentido, formulándose un modo de pensar, actuar y ser en el mundo… y en los objetos. Como todo artista, tiene su propia forma de crear y un método que le es propio: Parte de una acuciosa observación de las formas de la materia con la que trabaja, indaga lentamente en sus cualidades intrínsecas y sus atributos, sean metales, maderas o piedras preciosas; así, la dureza, opacidad, transparencia, fragilidad o brillo, son solo algunas de las cualidades por las que definirá la esencia de su materialidad que le es útil para construir.

Su particular filosofía de los objetos la denomina como “la belleza en el uso” que refiere como una actitud ante la imagen y el orden que impregna la materialidad transformada y diseñada de una cosa con un fin utilitario sin menoscabo de sus propiedades estéticas que, como tales, son susceptibles de introyectar en un ejercicio de sensibilidad; hacerlas propias e integrarlas desde el uso cotidiano en la domesticidad íntima del hogar o bien, en la celebración social.

Sus obras han merecido múltiples reconocimientos en los más importantes concursos de joyería y diseño del país y su obra ha sido expuesta en galerías, museos y ferias de arte en México y el extranjero. Entre los que destacan, “Re-thinking Tradition: Contemporary Design in México” en Washington, “Méxican Zilver uit Taxco”, en el Zilver Museum, MAS de Amberes Bélgica, “Artificios, plata y diseño en México 1880-2012” en el Palacio de Iturbide, y “México en Plata, así como en las exposiciones individuales “Carmen Tapia/Platería Contemporánea” y “La Belleza en el uso” presentadas en el Museo Guillermo Spratling y en el Centro Cultural Casa Borda respectivamente. Recientemente participó en MAD about Jewelery en Arts and Design Museum, Nueva York; Brazil jewelry week, Sao Paulo Brasil; Una Modernidad hecha a mano, MUAC Museo Universitario de Arte Contemporáneo, UNAM; Diseño en Femenino Museo Franz Mayer, CDMX; Milan Jewerly week, Italia. Actualmente exhibe su obra en Mahnaz Collection Galery, en Nueva York.

Desde 2005 dirige el estudio de diseño en donde ha desarrollado proyectos creativos relevantes, destacando su colaboración con el escultor Jorge Yazpik, con el artista contemporáneo Mario della Vedova, con la Galería Casa Gutiérrez Nájera para ZONA MACO arte contemporáneo, así mismo con el autor de estas líneas. Actualmente es docente en el Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.


Stuart Alarcón Nava
Chilpancingo, Guerrero, México, 1992

Autor: Stuart Alarcón Nava. Título: Estructuras de la materia II. Materiales: Alambre de plata 0.925. Técnica: Forjado y soldado. Año: 2016.

Alarcón es egresado del Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM; forma parte de la primera generación de la Licenciatura en Artes Visuales 2011-2015, durante su estancia como alumno se enfocó en el grabado en color, estructurando el plano a partir de un entramado de líneas simples que dejan ver su inclinación por enunciar el espacio a partir de la organización de vectores, intersecciones y tensiones; posteriormente este planteamiento lo integra a su producción escultórica actual, logrando obras formales de gran sobriedad y elegancia. Sus esculturas semejan jaulas o nidos que se articulan a partir de sus intersecciones lineales; son de una aparente simplicidad, pero de gran complejidad técnica, pues la tridimensionalidad que propone supone destrezas técnicas solo alcanzadas a partir del entendimiento del comportamiento de los metales nobles.

La racionalidad y su natural instinto por la forma enuncian un saber hacer desde la intuición creativa, del saber qué hacer con la materia, pues ella misma le dicta la forma y el proceso; es ése un modo de conocimiento y de hacer muy afortunado y envidiado, es el estado de flujo ideal de la creatividad. Así ha generado su obra más reciente a partir de estructuras metálicas rígidas y flexibles que son observaciones y comentarios del orden natural, de la arquitectura orgánica de los pájaros tejedores, de nidos perfectos e impecables, debidos al instinto por la forma y la supervivencia.

Cuenta, hasta la fecha, con varias exposiciones colectivas en Taxco de Alarcón y en Acapulco como parte del grupo Bibelot que fue dirigido por la Profesora Carmen Tapia en el Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.

En 2015 cursó el diplomado en Diseño de Platería en la Facultad de Artes y Diseño, en Taxco, actualmente imparte clases de Joyería y Orfebrería en la Unidad Académica de Diseño y Arquitectura (UADA) de la Universidad Autónoma de Guerrero y forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.


En la próxima entrega continuaremos reseñando a otros notables diseñadores que enriquecen el panorama nacional del diseño con su labor. ¶

[Publicado el 8 de mayo de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 38]


[1] Stromberg, G. (1992). El juego del coyote: platería y arte en Taxco, Fondo de Cultura Económica, México.

[2] Mallet, A. E. (2020). Félix Tissot, Ed. Fauna, México.

[3] Artificios. Plata y Diseño en México, 1880-2015, (2015). Museo Amparo. Puebla.

[4] Epígono se refiere a aquella persona que sigue el pensamiento, las ideas o el estilo de otra.

[5] Argan, G. C. (1997). El pasado en el presente: El revival en las artes plásticas, la arquitectura, el cine y el teatro, Gustavo Gilli, Barcelona.

[6] Morrill, P. C. (2019). Dreaming in Silver / Soñar en Plata: Silver Artists of Modern Mexico. Schiffer. Atglen.

[7] Morrill, P. C. (2019). Op. cit.

Joyería Artesanal: (R)Evolución hacia lo contemporáneo

Por Orlando Pérez Mata.–

Introducción: La gloria y el declive de la artesanía platera en Taxco

La tradición joyera de plata en Taxco ha sido un referente mundial para el poblado, los talleres e ilustres artesanos trabajan con pasión dicho metal. Este oficio se encuentra en las entrañas de la historia, economía y cotidianidad del lugar, si miramos hacia el pasado, el cronista de la ciudad, Javier Ruiz Campos (2020) comenta que:

“En 1926 Taxco dio un vuelco cultural con la llegada del estadounidense William Spratling, este personaje no era maestro platero, ni siquiera sabía algo sobre platería, pero su gran aporte fue organizar el talento de los artesanos taxqueños y, sobre todo, se convirtió en el mejor promotor de la platería hecha en Taxco para el mundo”.

Como tal, William Spratling le brindó sentido a la artesanía de plata y fundó el primer taller llamado “Las Delicias”, que llegó a albergar hasta 300 artesanos trabajando en piezas únicas de alto valor y sofisticación. En muy poco tiempo este taller se convirtió en el centro artístico y cultural de Taxco, ya que ahí se formaron decenas de maestros plateros, que después de aprender las técnicas de joyería y orfebrería, consolidaron sus propios talleres para ampliar la oferta a los compradores. Esta gloria de la platería taxqueña duró de los años 30 hasta finales de los 70. Fueron 40 años en los que talleres y maestros plateros brillaron con luz propia, se posicionaron a nivel internacional y sus piezas fueron adquiridas en Estados Unidos y Europa por marcas internacionales como Tiffany (Ruiz, 2020).

El declive comenzó en los años 70, cuando los sindicatos comenzaron a intervenir en la labor artesanal, estos exigían prestaciones para los trabajadores, algo que no soportaron los dueños de talleres ante el aumento de las cargas fiscales. Esto llevó al cierre y/o a la reducción del número de trabajadores y trajo consigo un desamparo para muchos maestros plateros, quienes comenzaron a trabajar de manera individual desde sus casas apoyados por sus familias. Para ese punto ya no eran piezas sofisticadas que salieran de un solo taller, sino que ahora procedían de decenas, tal vez de cientos de ellos. Esto fue aprovechado por los mayoristas, quienes vieron la oportunidad para fijar los precios según sus intereses, llegando a una práctica que no era aceptada por los primeros artesanos: comprar piezas por gramo y no por valor, tiempo y técnica que el maestro platero les imprimía a sus objetos. No obstante, ahí los artesanos entendieron todo, si querían seguir vendiendo debían abaratar sus piezas y por supuesto bajarle la calidad a las mismas (De Dios, 2019). Los talleres eran fuentes de empleo para ellos, pero también para los vendedores de insumos, era toda una industria que hoy en día ya no existe.

(R)Evolución: La importancia de la revalorización

Generar una Revolución dentro de la joyería artesanal en Taxco es de suma importancia para devolverle la importancia como aspecto económico y cultural dentro del pueblo, esto se puede lograr a través de una evolución que permita revalorizar el trabajo artesanal mostrando la capacidad que tiene esta actividad como promotora de la paz, el desarrollo económico y social dentro de esta comunidad, permitiendo a la vez, conectar a los artesanos con mercados específicos que se sientan atraídos por estas creaciones. El FONART[1] destaca que se ha debilitado sensiblemente esta tradición cultural después de la pandemia COVID-19[2], lo que ha puesto en peligro la existencia de los talleres artesanales, de los cuales dependen cientos de familias, y la continuidad de su aporte cultural y económico al pueblo mágico (Gutiérrez, 2022).

Es fácil ver que hoy en día el sector artesanal se encuentra inmerso en una sociedad que impone los valores del mercado por encima de los valores culturales, por consecuencia, la supervivencia de esta tradición depende de la capacidad de organización de los artesanos como una empresa en cuanto a producción, diseño, canales de comercialización y venta. De acuerdo con la Secretaría de Fomento y Desarrollo Económico (SEFODECO, 2019), actualmente la mayor parte de los artesanos no están organizados como empresas constituidas y comparten su actividad con otra ocupación remunerada, que puede tratarse de tareas de campo y labores en el cuidado del hogar e hijos. Todo esto ha llevado a una infravaloración de la producción artesanal, que se suma al trato de los artesanos por parte del gobierno, quien ve esta actividad como cualquier otra industria del sector, sin tener en cuenta las características y diferenciales que tiene el gremio de artesanos plateros, ya que es una actividad económico-cultural. Recordemos que la artesanía se explica como un producto folclórico, que ha sido configurado con rasgos distintivos de un lugar, lo que le brinda una identidad a un grupo de personas como individuos o colectivo y este proceso está determinado por el medio ambiente, la realidad cultural, social y económica de una zona determinada. Se suman además las creencias, artes, valores y prácticas que se transmiten de generación en generación.

Fotografía: (2021) Orlando Pérez Mata, Colección Propia.
Fotografía: (2021) Orlando Pérez Mata, Colección del autor.

Innovación: ¿sinónimo de nueva artesanía?

En la actualidad, el sociólogo Richard Sennett (2019) describe al artesano contemporáneo como una persona que no necesariamente tiene que trabajar con las manos, sino que más bien realiza su labor con entrega y es alguien al que le importa que las cosas salgan bien. Este concepto rompe por completo con el esquema de artesano convencional y hasta cierto punto revitaliza el término, ya que gracias a los avances tecnológico se puede mejorar la especialización del trabajo artesanal en calidad y producción con el fin de conseguir la tan anhelada revalorización de los productos de esta denominación.

Muy frecuentemente se asocia a la innovación con los sectores de alta tecnología, pero los sectores tradicionales, como el artesanal, también pueden beneficiarse de este término, esto con el fin de que los artesanos y sus talleres puedan adaptarse a las exigencias del mercado actual para competir eficazmente dentro de una economía cada vez más globalizada, pero usualmente los artesanos carecen de habilidades técnicas suficientes para obtener productos que cumplan con la calidad necesaria para llegar a mercados especializados, inversión para incrementar sus volúmenes y la capacidad de reaccionar adecuadamente a los cambios en las preferencias de los consumidores, en el caso de Taxco, adecuarse a las líneas de diseño de joyería contemporánea sin llegar al plagio (Díaz, 2018).

Hoy en día la actividad artesanal parece estar disminuyendo en algunas regiones de México, tal es el caso de Taxco, esto se ha dado principalmente por la poca remuneración que representa la sobreoferta de productos chinos y otros similares y de menor precio, conflictos sociales y las recientes reformas legales (Batchmaster, 2020). En comunidades como Taxco, al artesano le resulta difícil abandonar esta actividad que ha sido heredada de generación en generación desde antes de la llegada de Spratling y que es parte de la identidad cultural de esta comunidad. Realmente si las artesanías no han desaparecido, aun cuando para los artesanos representa pobreza, es debido al gran peso ancestral de identidad que para ellos representa.

Para muchos artesanos es difícil tener contacto con los nuevos mercados de forma directa, por lo que han surgido proyectos de innovación artesanal con la tarea de unir las brechas que separan a la artesanía de los consumidores potenciales, con la idea principal de dotar a esta nueva artesanía con los gustos y expectativas que se requieren para poder incursionar (Díaz, 2018). Durante la plática “Joyería en México, un panorama contemporáneo”, Ana Elena Mallet (2020), hace hincapié en el rescate de la tradición artesanal a través de la experimentación y conciliación entre diseñadores y artesanos para generar una cultura de la innovación que permita el crecimiento social de distintas comunidades.

Fotografía: (2021) Orlando Pérez Mata, Colección Propia.
Fotografía: (2021) Orlando Pérez Mata, Colección del autor.

Innovación artesanal: crecimiento económico y expansión

En 2009 Amandina Joyería retomo la técnica de la filigrana, la cual se basa en el uso de la habilidad para realizar piezas de lujo por medio de hilos de metal, que también representa una de las labores con más valor en la joyería de México. Amandina la convirtió en parte de su identidad y adapto el trabajo de los artesanos a objetos de diseño contemporáneo. Georgina Duarte y Joana Valdés son las creadoras de la firma, ambas han aprendido y perfeccionado la técnica a partir del trabajo colaborativo con los artesanos, lo que les ha permitido materializar las piezas con base en las propuestas de principio a fin, Amandina Joyería (2021):

“Derretimos la plata fina, la convertimos en hilos delgados y le damos la forma que soñamos, lográndolo con bastantes horas de trabajo y dedicación”.

La marca está comprometida en dar difusión al arte de la filigrana, llevándola a todos los rincones posibles para que las personas conozcan y reconozcan, a través de su identidad, calidad y arte, el trabajo de los artesanos mexicanos. Su misión ha estado bastante clara, se busca revivir las antiguas tradiciones mestizas del trabajo en filigrana desde la innovación, la cual parte de revisitar el patrimonio para llevarlo a una conceptualización contemporánea, esto incluye ayudar a su equipo de artesanos para enaltecer la tradición y explorar nuevos conceptos. Otro polo es el Taller de Obsidiana, este proyecto nació como respuesta a la revalorización de la artesanía en piedra de obsidiana por parte de la familia Cuevas, Topacio Cuevas y Gerardo Cuevas son los fundadores de esta nueva visión hacia la artesanía típica de Teotihuacán, este poblado representa un punto de encuentro fundamental en la tradición del tallado en piedra volcánica. Taller de Obsidiana es el resultado de tres generaciones trabajando la lapidaria en obsidiana, a fin de llevar el oficio artesanal familiar al mercado formal como una marca de diseño. Sus piezas van desde objetos de decoración, acabados en diseño interior, objetos de uso, piezas de joyería y mobiliario, no obstante, aunque el trabajo en obsidiana es el principal estandarte de la marca, no se limitan a solo trabajar con ella. El taller busca impulsar el talento y consumo local, por esto, se integraron 19 firmas de artesanos de la zona para ampliar los estándares de calidad, diseño e innovación de producto (Taller de Obsidiana, 2021).

Taxco: Joyería con una mirada hacia el futuro

Los artesanos en este pueblo mágico conocen sus debilidades y tienen la apertura de poder adaptar su trabajo a nuevos conceptos para llegar a mercados especializados. Quizá en pleno 2022 se pueda volver a replicar lo que William Spratling hizo en 1926, a fin de rescatar la riqueza artística de Taxco, revisitar sus valores, tradiciones y costumbres, pero con un enfoque contemporáneo, lo que puede lograr la unión de pasado y presente generando una visión de joyería apegada a los lineamientos de los nuevos mercados generacionales que esperan productos de calidad y con una propuesta fresca adaptada a sus necesidades. Este aspecto no solo podrá alimentar nuevas demandas de mercado, sino que también puede llegar a lugares recónditos, como lo muestra la película Kinky Boots[3] y quizá esta apertura artesanal se involucre en piezas drag que puedan dar un vuelco al Taxco de hoy en día, que espera con ansias volver a brillar como plata recién pulida. 

[Publicado el 8 de mayo de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 37]

Fuentes de consulta

  • Amandina Joyería. (2021). AMANDINA | Filigree Jewelry | Joyería en Filigrana. https://www.amandinajoyeria.com/
  • Batchmaster Iberoamérica. (2018). Rumbo a la innovación: producción artesanal. BatchMaster Iberoamérica. https://batchmaster.co/rumbo-a-la-innovacion-produccion-artesanal/
  • De Dios Palma, A. (2019, 7 julio). Se desvanece la tradición platera en Taxco. El Universal. Recuperado 15 de agosto de 2021, de https://www.eluniversal.com.mx/estados/se-desvanece-la-tradicion-platera-en-taxco
  • Díaz, R. (2018). Innovación y Competitividad en el Sector Artesanal. Cairn. Info. https://www.cairn.info/revue-recherches-en-sciences-de-gestion-2017-4-page-41.htm
  • Gutiérrez, V. (2022, 27 junio). Platería de Taxco, motor de creatividad y economía. milenio. Recuperado 2 de septiembre de 2022, de https://www.milenio.com/cultura/exposiciones-plateria-muestran-creatividad-artesanos-taxco
  • Mallet, A. M. [FAD (Facultad de Artes y Diseño) Taxco]. (2020, 26 noviembre). Ana Elena Mallet: Joyería en México, un panorama contemporáneo [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=674vI2xYbYk&t=1806s
  • Ruiz Avilés, R. (2020, 29 julio). Se recrudece la crisis al gremio platero en Taxco por el incremento a insumos. La Jornada Guerrero. https://www.lajornadaguerrero.com.mx/index.php/turismoyeconomia/item/12237-se-recrudece-la-crisis-al-gremio-platero-en-taxco-por-el-incremento-a-insumos
  • SEFODECO. (2019, 5 diciembre). Guerrero necesita gratificar la identidad de los artesanos guerrerenses. Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guerrero, 3-15.
  • Sennett, R. (2006). La Cultura del Nuevo Capitalismo (1.a ed., Vol. 1). Editorial Anagrama. https://www.redalyc.org/pdf/838/83813159029.pd
  • Taller de Obsidiana. (2021). Nosotros. https://tallerdeobsidiana.com/about/

[1] https://www.gob.mx/fonart

[2] La COVID-19 es la enfermedad causada por el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2. La OMS tuvo noticia por primera vez de la existencia de este nuevo virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de “neumonía vírica” que se habían declarado en Wuhan, República Popular China.

[3] Kinky Boots. Dir. Julian Jarrold, Reino Unido, 2005.

Francisco Díaz. El maestro y la plata

Por Chiara Pignotti.–

Me invitaron a escribir sobre el arte de la platería mexicana y es inevitable empezar desde el principio: el Maestro.

Como todo lo que la naturaleza proporciona, tampoco la plata debería ser considerada como material para la producción/venta. La plata no es un metal inerte, y esto, los verdaderos maestros lo saben muy bien. La primera enseñanza del Maestro Francisco Díaz es que: a la plata “hay que hablarle bonito”, de otra forma no hará lo que tú quieras. En sus manos está considerada como un ser vivo, cuyo carácter es el conjunto de leyes físicas al que la plata responde, y cuya alma es su intrínseca belleza. Hay que empeñarse en conocerla a fondo, con dedicación, tiempo y paciencia, hasta alcanzar una unidad, entre mente, mano y materia, por medio de la cual el trabajo fluye constantemente. Esto es lo que se percibe viendo trabajar al Maestro Francisco. Él nos comenta que, si la plata “se diese a una persona noble y generosa, lo que va a hacer va a ser noble, porque ella está participando, ella te está diciendo: ‘aquí estoy’. Sin ella no harías nada, es decir que ella se presta…”. Es una cuestión de alquimia entre el material y el artista.

“Nunca repito una pieza dos veces”, suele decir el Maestro, “¿por qué?, ¿para qué?, además me aburriría”. Cada pieza es una creación viva, porque detrás de ella hubo una idea y luego el desafío: “a ver esta vez cómo lo logro” y, con una continua curiosidad, empieza la experimentación de la plata como expresión artística.

FranciscoDiazRomero

Él dice que el artista, en su fantasía va a descubrir algo que no hay, son idiomas que no son hablados, son, nada más, propuestas. Hay gente que no comprenderá, pero con el simple hecho de decir “es interesante” significa que trasmite algo. Con esta actitud, desapegada del resultado final de su obra y concentrada en el acto creativo, el Maestro Francisco enseña a sus alumnos a creer en su propia originalidad. La técnica se puede aprender en cualquier taller, pero la creatividad no, y la manera con la que él enseña esta creatividad es dando confianza al alumno para que crea en sí mismo, que no tenga miedos:

“Hazlo; puede que esta vez salga una cochinada”, –dice, con su singular manera de reír–, pero es tuya, y de nadie más… Tú eres la obra de arte. ¿Qué hace un rey? le nace un príncipe, ¿no? Bueno, ¿y qué pasa con una obra de arte de Dios?, ¿qué vas a producir? Eres parte del control de la armonía… la persona está clasificada obra de arte, tiene todo, todo, de obra de arte. Bueno, ya yendo un poquito más allí, no comprendo lo de Dios, pero si Él dice que es el creador, ¡él no hace cochinadas!”, sigue riéndose. “Él hace lo que verdaderamente está a su semejanza. Sólo nosotros hacemos cochinadas, pero porque queremos… Aquí se estudia el arte y la creatividad y se puede descubrir qué es creatividad y qué es arte, ¿pero vivirla?”, y concluye: “que sea algo tuyo, por dentro”.

El humor es también parte de la enseñanza, hay que reírse de lo que se hace, disfrutar tanto del éxito como del fracaso, “yo digo siempre me va a salir mal, así que si sale mal ¡tenía razón!”.

El Maestro duerme pocas horas, se despierta en la madrugada para seguir con su trabajo. Antes está la idea, y después ajusta, o hasta incluso inventa, la técnica y la herramienta para conseguir darle forma a dicha idea. He visto al Maestro desmontar un plafón sólo porque en aquel momento le hacia falta el alambre que lo sujetaba. Ninguna falta puede parar su trabajo, todo se soluciona con humor y creatividad.

De la misma manera que la plata es un ser vivo en las manos del Maestro, lo es en el imaginario de la cultura popular mexicana. El Maestro Francisco suele contar la leyenda de cómo los mineros encontraron por primera vez la plata:

Ella vivía feliz en las entrañas de la tierra; no quería salir porque vivía en aquel lugar desde hace millones de años, y sabía que si salía se iba a ir muy lejos y ya nadie sabría que era mexicana. Los mineros insistieron: si tú no sales con nosotros nuestra familia no tendrá de qué comer; entonces aceptó, pero con una condición: quiero que me trabajen muy bien, que me den forma, me pulan y me den brillo, para que el mundo sepa cómo soy de bella, como mexicana.

“En todas las partes del planeta la sacaron a fuerza, obligada, casi se podría decir, sin ningún respeto”, explica el Maestro, “aquí ella salió por su voluntad y salió por un fin noble y generoso, que es la herencia que nos dejó, que la utilizáramos y que ella siembre iba a estar con nosotros”.

[Publicado el 4 de noviembre de 2021]
[.925 Artes y Diseño, Año 8, edición 32]

Querida Magos, me preguntas: ¿Qué es la Joyería?

Por Ofelia Murrieta.–

La mañana se presenta un poco gris, llena de añoranzas del color y la música de los metales, de esos materiales que se guardan y me esperan en las mesas de trabajo, de un taller que se niega a ser abandonado.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

Para evitar la nostalgia, recuerdo tu mensaje:

En él, me dices: ¿qué es la joyería? Y el pensamiento me lleva a muchas imágenes en donde ésta, es la principal protagonista.

Para mí, la joyería, amiga querida, puede ser una frase, un recuerdo, una promesa, un instante, una señal, o un compromiso, también un símbolo o un detalle, es duda y es certeza. Estoy plenamente convencida de que cada una de estas palabras nos abren ventanas, caminos y puertas que nos llevan a universos y conceptos que se entrelazan entre múltiples geografías y tiempos, pero sobre todo nos lleva al momento de la fabricación de una imagen, del ser y la apariencia. Es una representación de una gran lucha de clases donde los voceros son los objetos que ornamentan cuerpo y circunstancias.

Es herencia acumulada, Monte de Piedad, último recurso, en tiempos de pandemia, es poder, ego, teatro, danza, performance y elección constante.

También sabemos que la joyería puede ser un oficio, un trabajo, un dibujo, un lugar…, o un tiempo indeterminado.

¿Por qué no?, el título de un artículo, un reportaje o un libro, el tema de un seminario, de una conferencia, el centro de una profesión o una página en Instagram.

Es lo humano convertido en galardón, protección, obsesión, brillo, juego, discurso, sombra, soporte, artificio, nada.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

La joyería está inmersa en muchos espacios; tú lo sabes, la encuentras en el mundo del arte, de los museos, de la salud, de las creencias, de los mitos y las leyendas, se relaciona con lo sagrado, con el lujo, las iglesias, la moda, la imagen, la educación y la docencia, recuerda que la encontramos entre las páginas de un libro de historia y en los colores de las pinturas de antiguos personajes. Definitivamente se cuela entre los diferentes espacios y distintas profesiones.

Sin embargo, estoy plenamente convencida, que tu pregunta tiene que ver con todo y con uno en especial. Seguramente y dada nuestra profesión y nuestro oficio, mi respuesta debería de llevarme por el Camino Real de Tierra Adentro[1], de la historia de la plata, de las técnicas, las herramientas, las tradiciones y los conceptos. Todos estos son puntos de partida, que nos permitirían tener un acercamiento al tema y, también, estoy segura de que nos obligarían a enunciar muchas otras dudas que reconozco como trasfondo de tu cuestionamiento, porque mucho hemos hablado ya de estos temas.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

Por lo tanto, volvamos a la pregunta inicial: ¿Qué es la joyería…?

Ahora y con sorpresa te digo, que no sabría qué responder. Ya ves que, desde un principio busqué en mi trabajo una relación con las propuestas del arte, una galería o un museo donde presentarlo y todos me respondían que buscara otros lugares, donde los materiales tuvieran una relación de precio y costo, más allá del uso y valor de los objetos.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

Mucho ha cambiado el panorama desde entonces, tus viajes y los míos nos han mostrado los balbuceos e intentos por mostrar nuestros quehaceres. Ahora ya no lo intento, creo que he encontrado mi espacio en este quehacer de los metales y las formas. Tras mucho insistir, le encontré un lugar a mis objetos. Y tú “¿Qué me puedes decir de tus búsquedas con materiales tan diversos a los míos y sin embargo con el mismo referente corporal?”

Sabes que mi propuesta de trabajo con los metales siempre ha estado ligada a un diálogo con el arte, utilizando técnicas del mundo y la cultura de la plata. Los proyectos por lo general son elaborados en equipo en donde la confianza y el respeto por el saber del otro están presentes y permean las relaciones de producción del objeto de nuestros afanes.

Ahí está el grabador a buril, el otro que funde los metales y les da forma. El lapidario que traduce una piedra sin brillo a un jade que canta su historia y la relación con lo sublime. Larga sería la lista de los maestros que desde antes de que existiera la Bauhaus estaban orgullosos de su relación con la línea y la mirada arquitectónica.

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Archivo © Ofelia Murrieta.

Mis proyectos buscan integrarse a diferentes formas de expresión como el teatro, la instalación, las exposiciones y los rituales, donde la pintura, la indumentaria, los textiles, la escultura, dialogan con los discursos o los poemas; en fin, con el arte todo.

Mis propuestas son eso, propuestas, que se realizan con emoción, alegría y júbilo, algunas veces también, con dolor y frustración, pero siempre con el afán de dialogar con los materiales que existen en el taller, donde juego, disfruto y gozo en compañía de los extraordinarios maestros artesanos, de los maravillosos amigos, de diferentes comunidades de mujeres, de artistas y diseñadores, que me permiten amar lo que soy, lo que realizo y creo. Porque lo fundamental en mi trabajo es la emoción de entregarme por completo a crear y vivir con los otros, mis semejantes, un mundo donde el arte es un común denominador.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

Mis piezas pueden ser un amuleto, pero también un adorno corporal, un sello de identidad o una pintura, o escultura cuyo espacio de exhibición es la galería o el museo, así como el cuerpo humano, por sus dimensiones antropométricas.

Son iniciativas pensadas para que se relacionen con el tacto imaginado, ensoñado, deseado. Son un abrazo a la distancia, en la ausencia; que nos lleva a las miradas, la memoria y los recuerdos. Mi obra, pues, transita del taller al cajón de los proyectos, de este cajón a la mesa de trabajo o embalaje, de ahí a los museos, a los estuches o al empaque, hasta llegar a un cuerpo con el cual establecer una conversación.

Archivo © Ofelia Murrieta.
Archivo © Ofelia Murrieta.

Es un puente de significados, un cuerpo deseado y esperado, un objeto añorado e imaginado, que se acaricia y del que se aprende de su textura y de sus volúmenes, de sus colores y sus luces y que se enlaza con su historia, más allá del adorno.

Como puedes ver, con este escrito no puedo responder a tu pregunta porque lo que yo hago es un intento por hacer hablar a los materiales, traducir los sueños con anhelos y recuerdos de los otros.

Recapitulando, me preguntas: ¿Qué es joyería? Y te respondo, sin dudarlo: “No lo sé”. 

[Publicado el 10 de agosto de 2021]
[.925 Artes y Diseño, Año 8, edición 31]


[1] El Camino Real de Tierra Adentro, también conocido por el nombre de Camino de la Plata, comprende un trayecto de 2,600 km. Utilizado entre los siglos XVI y XIX, este camino servía para transportar la plata extraída de las minas de Guanajuato, Zacatecas, y San Luis Potosí, así como el mercurio importado de Europa. Aunque su origen y utilización están vinculados a la minería, el Camino Real de Tierra Adentro propició también el establecimiento de vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura hispánica y las culturas amerindias. Dicha ruta fue trazada en el siglo XVI por los conquistadores españoles para desarrollar el comercio, facilitar las campañas militares, apoyar la colonización y evangelización en el norte de la Nueva España. Abarca las siguientes entidades: la Ciudad de México, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Chihuahua, Durango y Zacatecas, en México, así como Nuevo México, en Estados Unidos

Artistas de la platería en el México virreinal

Por Alma Montero Alarcón.­–

“De unos metales se sirve el hombre para curar de enfermedades; de otros para armas y defensa contra sus enemigos; de otros para aderezo y gala de sus personas y habitaciones…”
Joseph Acosta, Historia natural y moral de las Indias, 1590

Herreros, pintores y escultores arribaron a territorio americano trayendo a cuestas su propio bagaje cultural y artístico, con ellos también vinieron los primeros maestros plateros que pudieron constatar directamente el talento y destreza de los orfebres indígenas. Francisco López de Gómara afirmó al respecto:

“el más primo y artificioso oficio entre los mexicanos es el de platero, y así sacan al mercado cosas bien labradas con piedra y fundidas con fuego… Vacían un papagayo que se le ande la lengua, que se le menea la cabeza y las alas… lo tuvieron a mucho nuestros españoles y los plateros de acá no alcanzan el primor”[1].

Asentados los maestros plateros en territorio americano se organizaron en corporaciones medievales llamadas gremios. Los objetivos de estas organizaciones (que agrupaban por igual a los otros artistas del periodo) eran fundamentalmente dos: protegerlos de competencias desleales (ya que sólo los agremiados podían fabricar y vender los objetos correspondientes a su oficio) y garantizar a la población en general, productos de excelente manufactura. Así, la legislación instituida protegía tanto al fabricante que vendía la manufactura como al cliente que la compraba. Los gremios estaban reglamentados por ordenanzas cuyo fin era dictaminar su organización interna, las condiciones de trabajo, así como evitar posibles fraudes al evadir pagos de impuestos.

Con respecto al gremio de plateros, a juzgar por las disposiciones reales emitidas en los primeros años del siglo XVI, el inicio no fue sencillo. Por Cédula Real, expedida por Carlos V en 1526, quedó prohibido el ejercicio de la platería hasta el año 1559. Sin embargo, es un hecho que en México se realizaron objetos de platería de excelente calidad desde muy tempranas fechas[2].

En 1580 los plateros fueron agrupados de manera definitiva en la calle de San Francisco, denominada al inicio La Esmeralda para finalmente tomar el nombre de Plateros (actualmente esta calle es Francisco I. Madero[3], en honor al prócer de la Revolución mexicana).

Las obras realizadas por los plateros eran solicitadas por la población en general, y, en especial, por la iglesia que requería de custodias, cálices, cruces procesionales y hostiarios, entre otros muchos objetos. Algunas de esas piezas se han podido conservar y muestran, además de la maestría alcanzada por los plateros, la evolución de los estilos y las diferentes técnicas utilizadas en la elaboración de la platería virreinal.

El gremio de plateros llegó a convertirse en el más poderoso de la Nueva España. Tenía como santo patrono a San Eligio cuya fiesta celebraban con gran lujo el 8 de diciembre. Otros santos venerados por el gremio eran San José, Nuestra Señora de las Lágrimas y la Purísima Concepción, el Santo Eccehomo y la Congregación del Santísimo Sacramento[4].

Cruz procesional. Anónimo. Siglo XVII. Plata fundida,  cincelada y pulida. 38 x 31 cm.
Cruz procesional.
Anónimo.
Siglo XVII.
Plata fundida, cincelada y pulida.
38 x 31 cm.

Dentro del gremio de plateros existían varias especialidades: la de plateros propiamente que fundían, repujaban, cincelaban la plata y montaban piedras preciosas. Este gremio de plateros abarcaba también a los batihojas y tiradores de oro y plata, que deben su nombre a que tiraban del metal hasta lograr finos hilos con los que se bordaba sobre todo objetos de uso litúrgico: “es el que tiene por oficio batir el oro y la plata… y reducirlo a hilo”. Por su parte el batihoja golpeaba el oro con mazos “hasta reducirlo a planchas u hojas finas”[5]. Estas hojas de oro fueron utilizadas para cubrir los retablos e innumerables esculturas que tenían la técnica del estofado.

Una característica fundamental del gremio de plateros era su estructura interna piramidal. La jerarquía más alta correspondía a la de maestro, que requería tiempo, conocimientos y destreza, pues era necesario dominar los distintos niveles del oficio.

En la base de la estructura piramidal, y siendo la mayoría, estaban los aprendices que, como su nombre lo indica, se encontraban en una etapa de formación, iniciándose en el conocimiento y aprendizaje del oficio. En la parte intermedia de esta estructura se encontraban los oficiales y, finalmente en el punto más alto, encontraríamos al maestro de un taller gremial.

El maestro era el dueño del taller, obraje, oficina o tienda lo que incluía el derecho de venta pública, era también propietario de la materia prima y de los instrumentos de trabajo indispensables para la creación de la obra artística. El hecho de tener instrumentos y utensilios propios para poder llegar a ser maestro restringió, en muchas ocasiones, la membresía del oficio a las familias que tradicionalmente lo habían desempeñado, ya que eran los hijos de los maestros quienes heredaban estos instrumentos de trabajo.

Sin embargo, para llegar al grado de maestro no era suficiente contar con los instrumentos de trabajo pues se exigía tener el manejo del oficio, mismo que se demostraba en un examen que revestía ciertas formalidades, y que culminaba con la expedición de una constancia a manera de título llamada “carta de examen”: “lo característico y peculiar de este sistema de estratificación era que el lugar que en ella ocupaba un individuo condicionaba su posición en las relaciones sociales de producción… la propiedad de los medios de producción dependía en mucho de la capacidad profesional”[6].

Cigarrera. Anónimo. Siglo XVIII. Plata repujada, fundida y cincelada. 9 cm.
Cigarrera.
Anónimo.
Siglo XVIII.
Plata repujada, fundida y cincelada.
9 cm.

Este nos parece un punto interesante pues significó que, aunque dispusiera de los medios económicos, un individuo no podía establecerse como productor independiente si no tenía el título de maestro.

Abundantes son las referencias que existen en los archivos históricos acerca de la manera en que los plateros solicitaban y luego realizaban su examen para el grado de oficial o maestro. Las fórmulas se repiten con frecuencia; por ejemplo el caso del oficial Pedro Nolasco que presentó en el siglo XVIII su examen para convertirse en maestro platero: “En la ciudad de México a veinte y nueve días del mes de mayo de mil setecientos y veinte y tres años… en mi presencia le ordenaron a Pedro Nolasco de Lira oficial de dicho arte de platero ejecutase la formación de un salero y de un cuerpo de pileta de agua bendita con la plata que para este efecto estaba prevenida y el dicho Pedro Nolasco con gran prontitud e inteligencia (los) fabricó… y habiéndole hecho los referidos mayordomos varias preguntas y repreguntas tocantes a dicho arte dijeron haber satisfecho cumplidamente a ellas y estar apto, capaz y suficiente para usarlo y ejercerlo y tener tienda pública[7].

En las ordenanzas dictadas en este periodo se exigían además otros requisitos: “…no ser aspirante al camorreo, no juntarse con gente de baja estofa, ser de genio apacible y sosegado, temeroso de Dios y de conocida calidad, procederes y costumbres”[8]. Como vemos, los requisitos para llegar a ser maestro, al menos los estipulados en las ordenanzas, no eran fáciles de cumplir.

Por su parte, los oficiales eran trabajadores asalariados que habían terminado su aprendizaje: acompañados del maestro a quien servían en su taller, acudían a escribir su nombre en el libro de oficiales, resguardando por el Fiel de Fechas[9]. Los oficiales podían optar por el título de maestro, empresa que como apuntamos no era fácil ya que además del dominio del oficio se requería de un capital importante para abrir un taller. Por tal motivo, muchos oficiales diestros no llegaban al grado de maestros.

En la base de la estructura gremial se encontraban los aprendices, jóvenes en su mayoría (nueve a diecisiete años), que se instruían en el oficio con una enseñanza de tres a cuatro años: “No obstante, el tiempo del aprendizaje variaba de acuerdo con la índole misma de la artesanía. Había ciertos oficios, como el del platero, que requerían más tiempo y cuidado… En varias ordenanzas se fijó el tiempo de aprendizaje”[10].

Los aprendices debían mudarse a vivir en el taller del maestro quien se comprometía a enseñarles todos los secretos del oficio, así como normas morales e instrucción católica. A cambio, el aprendiz debía colaborar en todas las actividades del taller incluyendo las domésticas. Estos acuerdos se celebraban a manera de contrato, por ejemplo, en un contrato del 23 de enero de 1675 en Zacatecas, se estipulan las obligaciones y derechos que tiene el maestro platero Rodrigo de Pereira con su aprendiz Juan de Lascano: “…el dicho Rodrigo de Pereira le ha de dar al dicho su aprendiz, de comer, vestir y calzar, según costumbre y curarle las enfermedades que tuviese, como no pasen de veinte días o sean de las contagiosas… y si durante el dicho tiempo, hiciese ausencia el dicho aprendiz, o se le “juyere”, lo ha de poder sacar o traer de la parte donde estuviere”… Y yo, el dicho Rodrigo de Pereira… me obligo a que en el tiempo de los cuatro años, le enseñaré al dicho Juan de Lazcano (aprendiz), mi oficio de platero, bien y cumplidamente y sin le ocultar cosa alguna de lo que sé y a dicho oficio pertenece”[11].

En otro contrato, se mencionan otras obligaciones de un maestro: “Phelipe de la Peña, que será de edad de 13 años y 6 meses a el cual por verlo en edad competente aprender el oficio de batihoja de panecillo de oro y plata a que se ha inclinado y tiene tratado de ponerlo en la casa y tienda del maestro Miguel de Ledesma y Navarrete maestro de dicho arte… ha de servir a dicho maestro en todo lo que fuera tocante a dicho oficio y asimismo en lo que le ofreciere del ministerio de su casa, dándole cama, casa, de comer y beber y ropa limpia, tratándole bien y enseñándole el dicho oficio con todas las circunstancias, avisos y documentos necesarios… sin reservarle ni encubrirle cosa alguna haciendo que dicho Phelipe de la Peña lo ejecute por su mano, de suerte que no ignore cosa de lo que debe aprender ni el dicho maestro se lo deje de enseñar”[12].

Pinzas para sujetar cigarrillos. Anónimo. Plata fundida y cincelada. Siglo XVIII. 11 x 6.5 cm.
Pinzas para sujetar cigarrillos.
Anónimo.
Plata fundida y cincelada.
Siglo XVIII.
11 x 6.5 cm.

Dichas características hicieron del taller gremial una organización peculiar. Más allá de las relaciones meramente laborales entre maestro, oficiales y aprendices, se propiciaba el surgimiento de otros aspectos como son los morales, éticos y religiosos. Varias de las actividades cotidianas al interior del taller como el hecho de sentarse juntos a la mesa, lo convertían en un espacio doméstico, familiar.

Las autoridades supremas del gremio manejaban los fondos de la corporación y debían ser elegidos por todos los maestros. Tenían la obligación de visitar periódicamente los establecimientos de artesanos, velar por el correcto cumplimiento de las ordenanzas en lo concerniente a la disciplina interior del gremio, a los procedimientos de fabricación, al uso de los materiales y al otorgamiento de multas. Las principales autoridades del gremio eran las siguientes:

Los tesoreros eran los encargados de guardar las contribuciones de los miembros para el sostenimiento de las celebraciones del gremio; o los gastos de las diligencias que tuvieran que realizar las autoridades del gremio; oidor de cuentas que, supervisaba las actividades del tesorero e intervenía en la contabilidad del gremio; los veedores examinaban a los aspirantes. Los alcaldes elegidos por votación presidían al gremio y lo representaban en actos oficiales; finalmente, la Junta de Gobierno formada por los maestros de mayor renombre asesoraba al gremio.

La organización gremial convivía con las cofradías que eran organizaciones de protección social y fomento al culto religioso. El objetivo de estas instituciones de carácter religioso era socorrer a enfermos y ancianos y proteger a los familiares de los agremiados: viudas, huérfanos, hijas que tuvieran que pagar una dote para ingresar a conventos, etc. Cada cofradía tenía un santo patrono, a cuyo honor celebraban grandes fiestas religiosas y profanas. Las comidas, las fiestas taurinas y fuegos de artificio, importantes para la vida cotidiana novohispana eran promovidos en gran medida por estas organizaciones.

Desde 1537 al gremio de plateros se le concedió el privilegio de ocupar el primer lugar en las procesiones del día de Corpus Christi y de llevar la imagen de San Hipólito, patrono de la ciudad: “La conquista de esta ciudad por los españoles fue el día de San Hipólito Mártir, 13 de agosto de 1521… Es esta una de las más lucidas funciones, donde sobresale la riqueza de esta opulenta corte, esmerándose a porfía cada uno en las galas y costo de aderezos, siendo muy común y nada de admirar los estribos, herraduras y todo correaje de plata”[13].

Los plateros también tenían a su cuidado y devoción en la Catedral de México una capilla dedicada a las imágenes de la Concepción, San Eligio y Nuestra Señora de las Lágrimas. El padre Francisco de Florencia describiría en su libro Zodiaco Mariano cómo se encontraba conformada la capilla: “…el uno de los tres altares que hay en ella, y se han hecho a costa de los plateros, está dedicado a una devota imagen de la Concepción de la Santísima Virgen, cuya estatua es como de vara y cuarta, toda de plata de martillo y de lo mismo es la hermosa peana en que estriba. El segundo está dedicado como a su especial patrón, al milagroso platero y santísimo obispo San Eligio, y el tercero a Nuestra Señora de las Lágrimas”[14].

Los maestros plateros utilizaron gran diversidad de técnicas para elaborar objetos de uso civil y religioso. Es interesante resaltar que muchas de estas técnicas no han variado en esencia a través de los siglos y es posible observar en los talleres de maestros plateros de la actualidad cómo se va forjando una pieza a la usanza del periodo virreinal.

El arte de la platería en nuestro país es muy rico y resulta prioritario seguir profundizando en su estudio y difusión. De igual manera, es fundamental apoyar todas las acciones que permitan proteger e impulsar a los plateros mexicanos, herederos de una rica e intensa historia en nuestro país ligada al trabajo de la plata. 

(Publicado el 8 de febrero de 2021)

Referencias

  • Ajofrín, F. de. (1964). Diario del viaje que hizo a la América en el siglo XVIII el Padre Fray Francisco de Ajofrín. México, Instituto Cultural Hispano Mexicano.
  • Carrera Stampa, M. (1954), Los gremios mexicanos. México EDIAPSA.
  • Castro Gutiérrez, F. (1986). La extinción de la artesanía gremial. México, UNAM, IIH.
  • Cruz, F.S. (1960). Las artes y los gremios en la Nueva España. México, Jus.
  • del Hoyo, E. (1986). Platero, plata y alhajas en Zacatecas. México, Gobierno del Estado de Zacatecas.
  • López de Gómara, F. (1826). Historia de las conquistas de Hernando Cortés. Tomo I / escrita en español por Francisco López de Gómara; traducida al mexicano y aprobada por verdadera por Juan Bautista de San Antón Muñón Chimalpahin Cuauhtlehuanitzin, indio mexicano; publícala Carlos María de Bustamante. México, Imprenta de la testamentaria de Ontiveros.
  • del Valle Arizpe, A. (1961). Notas de platería, México, Herrero Hermanos.
  • Archivo General de la Nación, Casa de Moneda, vol. 1, exp. 1, foja 3-3v.

[1] Francisco López de Gómara, Historia de las Conquistas de Hernán Cortés, México, 1829.

[2] Esta prohibición quedaba formulada en la Real Cédula de Carlos V desde 1526 hasta 1559. Al parecer esta reglamentación correría la misma suerte que otras tantas que llegaron a la Nueva España y que el consejo popular y la práctica diaria aconsejaba “obedézcase, pero no se cumpla”.

[3] La calle Francisco I. Madero es una de las principales vías de acceso al Centro histórico de la Ciudad de México, comienza a partir del Eje Central Lázaro Cárdenas, para desembocar en la Plaza de la Constitución o Zócalo capitalino.

[4] Carrera Stampa, M. (1954). La mesa directiva del nobilísimo gremio de la platería de la ciudad de México, (1527-1861), p. 163.

[5] del Hoyo, E. op. cit, p. 138.

[6] Castro Gutiérrez, F. (1986). La extinción de la artesanía gremial. México, UNAM, IIH, p. 13.

[7] Archivo General de la Nación, Casa de Moneda, vol. 1, exp. 1, foja 3-3v.

[8] En Carrera Stampa, M. (1954), Los gremios mexicanos. México EDIAPSA, p. 51.

[9] Cruz, F.S. (1960). Las artes y los gremios en la Nueva España. México, Jus, p. 31.

[10]  Cruz, F.S., op. cit., p. 29.

[11] En del Hoyo, E. (1986). Platero, plata y alhajas en Zacatecas. México, Gobierno del Estado de Zacatecas, p. 35.

[12] Citado por Carrera Stampa, M., op. cit. pp. 27-28.

[13] Ajofrín, F. de. (1964). Diario del viaje que hizo a la América en el siglo XVIII el Padre Fray Francisco de Ajofrín. México, Instituto Cultural Hispano Mexicano, p. 57.

[14] Citado por del Valle Arizpe, A. (1961). Notas de platería. México, Herrero Hermanos, pp. 211-212.

Metales casados, técnica de platería donde el color de los metales es el factor principal

Por Francisco Javier Jiménez Velázquez.–

Así como la pintura se vale de diversas técnicas para crear hermosos cuadros, la platería cuenta con diversos procedimientos técnicos, para la realización de objetos de joyería, orfebrería y escultura. Lo fascinante es que cada procedimiento técnico de la platería tiene un especial encanto que de algún modo deja hechizados a los artífices, por ejemplo, la filigrana embelesa, por su fragilidad y exquisitez, al trabajarse con los delgados hilos de oro o plata; el repujado seduce, a través de la maleabilidad de los metales que ceden en su dureza para dar paso a la construcción de volúmenes en los relieves decorativos de los objetos tridimensionales; la cera perdida, a través del modelado y al realizarse los distintos procesos de fundición –que hacen sentir como hechicero o alquimista al artesano, quien, con ansia y curiosidad, observa y es testigo de la transición que sufren sus prototipos elaborados, en endeble cera, hasta convertirse en sólidos y fuertes, en metal áureo o argentífero–; y así, cada técnica de la platería tiene su especial encanto y singularidad, como ha sido expresado en artículos anteriores.

En esta ocasión hablaremos de una singular técnica, conocida con el nombre de “metales casados”, que se hizo popular en Taxco en las décadas de los 30 y 40 del siglo XX, por los integrantes de la familia Castillo[1], quienes tuvieron la suerte de formarse y aprender el oficio de la platería en el taller del célebre William Spratling[2], más tarde tomarían la decisión de emprender su propio camino y fundar su propio taller con el beneplácito del propio Spratling, quien les deseo suerte en su nueva aventura con la única condición de que no le copiaran sus diseños, los alentó a buscar cosas nuevas que aportaran a la platería, esto no les fue difícil, si bien no se puede negar la influencia de Spratling en sus creaciones, los Castillo supieron crear un estilo propio que los identifica. Es parte de este estilo el que los ha hecho famosos a través de obras que desarrollaron con la técnica de los “metales casados”, y que a continuación será descrita.

Metales casados: esta técnica consiste en aprovechar el color de cada uno de los metales utilizados.
Metales casados: esta técnica consiste en aprovechar el color de cada uno de los metales utilizados.

La técnica consiste en soldar y combinar, a manera de mosaico o rompecabezas, a partir de un diseño preestablecido, tres o más metales puros, como el oro, la plata y el cobre con algunas aleaciones como la alpaca, la tumbaga y el latón.

El centro de interés de la técnica consiste en aprovechar el color de cada metal para incluirlo en la creación de diseños consiguiendo formas coloridas, pudiendo ser éstas, orgánicas o abstractas, de esta manera, se pueden obtener objetos decorados bellamente con delicados dibujos y formas coloridas, como si fueran obras pictóricas elaboradas en metales distintos donde su color natural es el principal protagonista de las obras resultantes.

El proceso técnico es por demás interesante, pero a la vez difícil. El artesano platero deberá enfrentarse a grandes retos y deberá estar dotado de ciertas habilidades técnicas. La primera condición es que quien emplee la técnica deberá ser muy diestro en el dominio del calado. De la perfección del corte de las piezas dependerá el éxito, en tanto, debe conseguirse un ensamble perfecto entre ellas; entre mejor sea la unión de las piezas menor dificultad habrá al momento de llevar a cabo el proceso de aplicación de la soldadura.

La primera condición es que quien emplee la técnica deberá ser muy diestro en el dominio del calado.
Metales casados: La primera condición es que quien emplee la técnica deberá ser muy diestro en el dominio del calado.

Posteriormente viene el reto mayor –sin duda alguna– soldar, al mismo tiempo, la pieza que está compuesta de los diversos metales que componen la obra. La dificultad radica en que cada metal y aleación tienen diferentes puntos de fusión. El punto de fusión de los metales puros, por lo general, es más alto que el de las aleaciones. Para lograrlo, el artesano platero deberá tener la habilidad para calentar, y alcanzar la temperatura adecuada al mismo tiempo en todos los metales, para conseguir soldarlos sin que se funda o deteriore alguno de ellos. El riesgo de estropear la pieza en todo momento es latente, cualquier exceso de soldadura puede provocar que se estropeen, principalmente, las aleaciones. Es importante aclarar aquí que la soldadura también es una aleación compuesta por plata, cobre y zinc. Estos últimos dos metales también componen la aleación del latón y la tumbaga, lo único que los hace diferentes son las proporciones de cada metal, de ahí la complejidad que implica lograr que se establezca el “enlace matrimonial de los metales casados”.

Una vez logrado el proceso de soldadura, el artesano platero procede a quitar los excesos de soldadura con limas y lijas de diferentes grosores hasta dejar una superficie tersa y libre de imperfecciones.

Para concluir la obra, se le somete a un proceso de terminado mate, que se consigue al frotar la superficie con una fibra de material sintético o de alambre muy fino, como resultado se obtiene una superficie suave y tersa, opaca o mate, que permitirá hacer surgir el color natural de los metales que conforman la obra realizada.

metalescasados-3
Metales casados: A partir de 1939, los hermanos Castillo desarrollaron importantes innovaciones técnicas para trabajar la plata, como la fusión de diversos metales.

En adición a lo anterior, como aspectos relevantes que se relacionan con la técnica de los “metales casados”, debemos considerar, las habilidades creativas con que debe contarse para la realización del diseño de objetos; la prospección que se tenga sobre qué resultado se obtendrá de combinar varios metales para crear una obra. Volviendo al principio del presente escrito, el embrujo especial que tiene la platería incidió en los hábiles artesanos plateros, que se lanzaron a “experimentar” tomando como base sus conocimientos, obtenidos a través de la práctica del oficio y sobre las cualidades de los materiales propios de su entorno laboral, reinventando una nueva técnica. Si bien es cierto que esta técnica tiene su origen desde tiempos remotos, los Castillo le dieron un toque distintivo que la caracteriza y hace especial.

Como conclusión, diremos también que uno de los principales aportes de esta bella técnica es que permite el deleite artístico, en todos los sentidos, desde el desarrollo de los esbozos en los procesos de diseño, donde se tiene la oportunidad de pensar en la inclusión de los colores del metal, hasta los complejos procesos de concepción de la obra, donde el artesano platero –a pesar de las dificultades que pueda enfrentar– siempre encontrará medios que lo motiven y lo hagan disfrutar del trabajo para conseguirla. 

(Publicado el 8 de febrero de 2021)

Referencias


[1] Antonio, Jorge, Miguel y Justo Castillo fueron capacitados en múltiples aspectos de la actividad platera durante su estancia en el taller de William Spratling. Miguel llegó a ser administrador de Las Delicias y responsable de más de 400 trabajadores. Jorge, “el Chato”, desarrolló ampliamente la técnica de trabajo del metal y se convirtió también en maestro sobre el uso de diferentes materiales y de diseño. Antonio, por su parte, aprendió el manejo administrativo del negocio. En 1935, los Castillo mostraron su capacidad durante el primer concurso organizado por Spratling para los plateros del taller. El ganador fue Justo Castillo, conocido como “Coco”. Una vez establecido su propio taller, en 1939, desarrollaron importantes innovaciones técnicas para trabajar la plata, como la fusión de diversos metales, en especial, fue Jorge “el Chato” Castillo quien desarrolló estos novedosos sistemas.

[2] William Spratling (Sonyea, 1900 – Taxco de Alarcón, 1967). Arquitecto y empresario platero norteamericano.

Diplomado con opción a titulación “Técnicas tradicionales de la platería mexicana”

Por Francisco Javier Jiménez Velázquez[1].–

Una de las modalidades que ofrece la Facultad de Artes y Diseño a los egresados para obtener su título profesional es mediante la profundización de conocimientos a través de la opción que parte de cursar un diplomado planificado para tal finalidad. A lo largo del diplomado se habrá de reafirmar el conocimiento aprendido durante el curso de las licenciaturas, sumando posibilidades nuevas para explorar que deriven en la amplitud de conocimientos y en la adquisición o reforzamiento de habilidades teórico-prácticas de alguna de las disciplinas artísticas o del diseño contempladas dentro del plan curricular.

Considerando lo anterior, el Laboratorio de Estructuras y Modelos en Pequeño Formato con orientación a la Platería, de la FAD, Plantel Taxco, tomó la iniciativa de realizar un diplomado donde el oficio de la platería fue el tema principal para ser considerado. Es de esta manera como surge el Diplomado con Opción a Titulación “Técnicas Tradicionales de la Platería Mexicana”.

El programa del diplomado se estructuró en cuatro módulos, en dos de ellos se enfatizó sobre el aprendizaje y la adquisición de habilidades relacionadas con las diversas técnicas de la platería; uno más para explorar el diseño de objetos con los conceptos del orden geométrico; y por último, hubo un espacio designado para orientar a los alumnos sobre la elaboración de su documento final –una memoria gráfica– en donde quedaran plasmados, por medio de texto e imágenes, los registros que dieran fe y testimonio de la experiencia vivida dentro del diplomado.

Titulo: Collar. Autor de obra y fotografía: Yair Jheiel Ramírez Cerezo. Materiales: Plata .925. Técnica: Fundición a la cera perdida.
Titulo: Collar. Autor de obra y fotografía: Yair Jheiel Ramírez Cerezo. Materiales: Plata .925. Técnica: Fundición a la cera perdida.

Se trabajó desde una perspectiva constructivista que tomó como estrategia el aprendizaje basado en la elaboración de proyectos con el propósito de reafirmar y desarrollar competencias prácticas y actitudinales del alumno, obtenidas a lo largo de sus estudios de licenciatura. Aunado a esto, se incentivó a los alumnos para que pudieran desarrollar propuestas creativas e innovadoras de acuerdo con los intereses y perfiles particulares que cada uno de ellos fue desarrollando a lo largo de su formación o, en su caso, para descubrirlos durante el Diplomado. Cabe señalar que el diplomado estuvo abierto a todos los alumnos de la Facultad del Plantel Taxco, ya sea que tuvieran conocimientos previos relacionados con el oficio de la platería o bien que fuera su primera experiencia con este tipo de producción, en ese sentido se tuvo especial cuidado de mantener un equilibrio en el proceso de enseñanza-aprendizaje que condujera a la armonía y empatía entre los alumnos participantes que conformaron el grupo.

Los resultados que se obtuvieron son dignos de reconocimiento, cada uno de los alumnos tuvo la oportunidad de trabajar sin ataduras ni restricción alguna, de acuerdo con sus inquietudes. Muchos de los participantes tuvieron la oportunidad de indagar sobre aspectos nuevos para ellos, relacionados con algunos de los misterios técnicos que subyacen al oficio de la platería, trabajaron con herramientas y materiales convencionales para la elaboración de sus propias propuestas artísticas y de diseño y experimentaron con la combinación de nuevos materiales rompiendo algunos paradigmas en el terreno de la platería tradicional.

Derivado de estas prácticas, se obtuvo como resultado una serie de obras de variantes distintas donde quedaron reflejadas las inquietudes de cada alumno, quienes durante su aprendizaje se acercaron a las bases teórico-prácticas del oficio. Posteriormente, emprendieron prácticas que los llevaron, por medio de la investigación y la exploración, al descubrimiento de nuevas resoluciones técnicas.

Titulo: Dije y anillo con incorporación de textil. Autora de obra y fotografía: Sandra Carolina Pérez Torres. Materiales: Plata .925, textil y piedra venturina café. Técnica: Calado y filigrana.
Titulo: Dije y anillo con incorporación de textil. Autora de obra y fotografía: Sandra Carolina Pérez Torres. Materiales: Plata .925, textil y piedra venturina café. Técnica: Calado y filigrana.

A través de sus propuestas los alumnos fueron capaces de abordar diversos temas. Con el resultado de sus obras se transita desde lo lúdico hasta lo formal, valiéndose de los instrumentos, fundamentos y principios técnicos que para algunos ejercicios partieron del orden geométrico.

Cada propuesta presentada mantiene rasgos propios, lo que convierte en auténtica a cada una de ellas, se pueden notar en cada obra, temáticas propias que se corresponden con diversos aspectos de la identidad mexicana, fenómeno que se explica, tomando en consideración la influencia regional del entorno suriano que incidió en la formación de los alumnos que se formaron en esta ciudad guerrerense (Taxco de Alarcón) donde han venido creciendo profesionalmente, retomando tanto elementos naturales, como sintéticos, resignificándolos e integrándolos de manera innovadora dentro de sus diseños.

Para la construcción de sus prototipos, trabajaron con técnicas tanto básicas como complejas que son recurrentes en la platería mexicana. De acuerdo con lo anterior, detrás de las piezas encontramos procesos y técnicas como el calado, sochapado, cartoneado, cincelado, fundición a la cera perdida, filigrana, metales casados y engastes de piedra, en algunos casos experimentaron con fusiones, lo que significó un gran reto para este grupo de jóvenes que con ahínco, perseverancia y dedicación lograron sortear las dificultades que se les presentaron. Nunca desistieron y se concentraron tanto en lo que buscaban que al final obtuvieron su recompensa, cristalizando sus ideas y haciendo realidad sus proyectos a través de sus propios descubrimientos y procedimientos que resultaron de la investigación y la práctica que en parte quedaron registradas en una memoria gráfica.

Titulo: Ajedréz Maya. Autor de obra y fotografía: Juan Carlos Cabrera Martínez. Materiales: Plata .925, latón y cobre. Técnica: Cartoneado y metales casados.
Titulo: Ajedréz Maya. Autor de obra y fotografía: Juan Carlos Cabrera Martínez. Materiales: Plata .925, latón y cobre. Técnica: Cartoneado y metales casados.

El grupo de alumnos estuvo conformado por Juan Carlos Cabrera Martínez, Patricia Margarita Olguín Duarte, Diana Patrón Vela, Sandra Carolina Pérez Torres, y Yair Jheiel Ramírez Cerezo, egresados de las licenciaturas en Artes y Diseño y en Diseño y Comunicación Visual de la Facultad de Artes y Diseño, Plantel Taxco. Se trató de un grupo dinámico, participativo, entusiasta y alegre, con mucha disposición para el trabajo arduo, se percibía en sus actitudes frente al trabajo que disfrutaban de lo realizado. Siempre mostrando compañerismo entre ellos en los momentos difíciles, se apoyaban retroalimentándose mutuamente, llevando a cabo una magnífica interacción que redituó en la obtención de buenos resultados en cada proyecto.

Lo anterior no pudo haber sido posible sin la contribución de los maestros participantes en el Diplomado, quienes en todo momento aportaron conocimientos a los alumnos desde sus distintas áreas y especialidades. Los profesores que colaboraron son: Alan Gómez Monjaraz, Técnico Esmaltista quien se encargó de impartir las diferentes y novedosas técnicas del esmalte en joyería, el Arq. Arturo Ponce de León, un erudito de los maravillosos conocimientos de la geometría, quien tuvo a bien asesorar al grupo en los aspectos creativos del diseño de objetos utilitarios con base en los fundamentos y conceptos de la geometría, y por último el profesor Carlos Salgado Romero, quien apoyó con la redacción de los textos, tuvo la encomienda de guiar a cada participante en estructurar y conformar su Memoria Gráfica, para ellos un especial agradecimiento por su valiosa y gentil colaboración.

Con el esfuerzo compartido entre alumnos y maestros se logró alcanzar el objetivo principal que consistió en la realización de los proyectos presentados por los alumnos reafirmando sus conocimientos previos y profundizando sobre ellos, experimentando nuevos procedimientos, a pesar de lo difícil que pudiera resultar llevar a cabo un curso de esta naturaleza, donde se trabajó de manera interdisciplinar y transversal. Gracias a ello se pudo realizar un ejercicio exitoso que esperamos repetir en una próxima ocasión.

Para concluir, hacemos la más cordial invitación para a través de este espacio remitirse a algunas imágenes que son muestra del desempeño del grupo en sus actividades de aprendizaje y creaciones finales. Nuestras más sinceras felicitaciones para los alumnos participantes a quienes esperamos verlos coronando dicho esfuerzo obteniendo su título, y, sobre todo, desenvolviéndose con profesionalismo en el entorno laboral en cualquier disciplina del arte y del diseño, sinceramente fue un enorme placer, y un honor para quien redacta estas líneas, haber podido contribuir para alcanzar esta meta. 

(Publicado el 4 de noviembre de 2020)


[1] Coordinador del Diplomado Técnicas Tradicionales de la Platería Mexicana.

La filigrana, técnica platera de destreza y minuciosidad que arribó a América desde el Viejo Mundo

Por Francisco Javier Jiménez Velázquez.

Posiblemente muchas veces en nuestro lenguaje coloquial, hemos escuchado el término “filigrana”, se le vincula casi inmediatamente con el oficio de la platería, sin embargo, también se ha utilizado para expresar o describir ciertas habilidades que demandan un gran dominio técnico de orden meticuloso, o para referirse en sentido figurado a aquello de suma fragilidad y delicadeza. En este sentido, veamos qué nos dice el diccionario en relación con el significado de este término.

La mayoría de los diccionarios incluyendo al de la Real Academia Española de la Lengua señalan que se denomina filigrana a la obra formada de hilos de oro o plata, unidos y soldados con mucha perfección y delicadeza, por otra parte, también se usa este término para nombrar a la señal o marca transparente hecha al papel al tiempo de fabricarlo y, por último, en Cuba, existe un arbusto silvestre con hojas ásperas, aromáticas, aovadas, de flor menuda y fruto apiñonado, por tales características que manifiesta se le ha adjudicado el nombre de filigrana.[1]

La palabra viene del latín filum, hilo y granum, grano. Por lo tanto, con las anteriores referencias podemos comprender el término “filigrana” en relación con el aspecto práctico de la técnica de la joyería y orfebrería basada principalmente en el uso de finísimos hilos de metal, ya sea de oro o plata entorchados y aplanados para que, posteriormente, se utilicen en la creación de complicados y meticulosos adornos similares a los encajes bordados, los cuales mediante diversos sistemas estructurales y modulares son acomodados y soldados para unificarlos, de tal manera que puedan tener estabilidad y sustento, a la vez que se establecen vistosos y complejos diseños, por lo que algunos “filigraneros” como se les llama a los grandes orfebres que dominan ésta difícil técnica, pueden valerse del uso de formas orgánicas libres o de emplear recursos “geométricos” como lo veremos con mayor detalle, más adelante, al mismo tiempo que nos adentraremos en los pormenores y especificaciones técnicas que existen detrás de la creación de obra por este medio.

Antecedentes técnicos de la filigrana a través de la historia

Por lo general casi en todas las culturas que emergieron en el Viejo y Nuevo Mundo, donde hubo un desarrollo metalúrgico importante, como consecuencia lógica derivó en el florecimiento y el avance técnico de las prácticas orfebres. Como grandes ejemplos podríamos citar a los egipcios, chinos, griegos, fenicios, etc., sin dejar de lado a las culturas andinas, centroamericanas y mesoamericanas.

En el proceso del avance tecnológico en el oficio de la platería se ha podido deducir que se comenzó primeramente con principios muy esenciales como el conocimiento de los diversos metales, los procesos de transformación de ellos y, principalmente, los procesos técnicos para la creación de objetos. En este sentido, hay un orden que se ha podido observar en el proceso tecnológico, con base a los recursos con los que se encontraban en su entorno aquellos primeros orfebres. Primeramente iniciaron con el tratamiento a base de golpeo directo para adelgazar aquellos pequeños trozos de metal nativo para hacer delgadas laminillas, este primer proceso fue clave ya que les permitió descubrir las principales propiedades y cualidades de los metales, en ellas radicaba el éxito para la transformación del metal en objetos destinados a diversos usos, siendo la maleabilidad y el punto de fusión las principales particularidades que dan origen a las diversas técnicas de platería conocidas en la actualidad.

Con los conocimientos descubiertos a partir de las características particulares de los metales, los orfebres empezaron con la creación de los primeros objetos, –en cuyos intentos iniciales– los resultados fueron estéticamente simples, toscos, llanos, aunque gradualmente fueron mejorando los procesos técnicos de producción hasta llegar a desarrollar el proceso de la cera perdida mediante el cual se obtuvieron progresos de perfeccionamiento, tanto en lo técnico, como en lo estético, por lo que poco a poco los antiguos orfebres fueron desarrollando envidiables destrezas técnicas, como se mencionó al inicio, metafóricamente empezaron a hacer “filigranas técnicas” empezando a crear excelsas obras que aún es posible observar en museos de todo el mundo, donde se conservan acervos culturales muy importantes, como los Museos del Oro[2] en Lima, Perú y Bogotá[3], Colombia; el Museo de Cáceres en España[4], y el Museo Nacional de Antropología[5] de España, por mencionar algunos.

Arracadas y diadema del Tesoro de Aliseda, fotografiadas a las pocas semanas de su hallazgo, en 1920. Imagen cortesía de “Los orives. Orfebrería de filigrana en la provincia de Cáceres”.
Arracadas y diadema del Tesoro de Aliseda, fotografiadas a las pocas semanas de su hallazgo, en 1920. Imagen cortesía de “Los orives. Orfebrería de filigrana en la provincia de Cáceres”.

La filigrana en América

En el quehacer metalúrgico, las antiguas culturas del continente americano tuvieron un gran crecimiento. De acuerdo con algunos autores como Grossman (1972), Olsen (1994) y Lleras (2005) citados por Niklas Schulze[6], se deduce que el desarrollo metalúrgico en nuestro continente tiene sus orígenes en el territorio que hoy conocemos como Perú y que sus diversas culturas fueron los principales precursores del oficio de la orfebrería. Enseguida el conocimiento se extendió hacia las demás culturas por todo el continente a partir del área sudamericana y hacia el Centro y Norteamérica paulatinamente.

En relación con lo anterior, al cotejar la obra de las antiguas culturas andinas, centroamericanas y mesoamericanas se puede encontrar muchas semejanzas técnicas, y estéticas, por ejemplo, en muchas de ellas representaban a sus deidades y elementos de la naturaleza como flora, fauna y figuras zoomorfas. Los materiales que usaron en primera instancia fueron oro, plata y cobre como metales puros, posteriormente emplearon aleaciones como la tumbaga, con un bajo porcentaje de oro. En los menesteres técnicos, tuvieron un progreso destacado en la técnica de fundición a la “cera perdida” y es precisamente, con la ayuda de este procedimiento técnico, con lo que aquellos antiguos orfebres lograron perfeccionar su obra haciéndola exquisita y refinada con detalles elegantes elaborados con delgados hilos de cera, debido a su maleabilidad, hace posible la construcción de finas figuras que se convierten en patrones modulares que al unirlos permiten la obtención de una amplia diversidad de diseños para la creación de la obra final en metal, a este antiguo procedimiento técnico se le conoce como “falsa filigrana”, debido a que la obra es elaborada indirectamente con un hilo que no es de metal, sino de cera, y el procedimiento principal es el recurso y destreza de la técnica de la “cera perdida”.

Como se puede observar, podría considerarse como una contradicción –e incluso entrar en controversia– no reconocer con el nombre de filigrana a tan excelsos trabajos, ya que, si bien es cierto, no están elaborados directamente con hilos de metal, si fueron logrados con extraordinarias destrezas técnicas, por tanto, el nombre técnico resulta ser lo de menos, lo verdaderamente importante es el legado material y la trascendencia en el oficio reflejado en la obra realizada por estos admirables orfebres antiguos.

El mestizaje de la técnica

La conquista como es bien sabido, trajo al llamado Nuevo Mundo muchas cosas distintas que los españoles como cultura dominante impusieron a los nativos de tierras americanas, al fusionarse las culturas tanto consanguíneamente, como en la vida social, se generó el fenómeno que conocemos como mestizaje, curiosamente en el oficio platero, también incidió de manera importante, cabe mencionar que uno de los principales objetivos de los españoles fue el adjudicarse las riquezas que representaba la explotación de los metales preciosos del continente, derivado de esto fue como llegaron de manera gradual plateros españoles quienes se asentaron principalmente en los virreinatos de la Nueva España[7] y del Perú[8].

Poco a poco aquellos plateros empezaron a desarrollar su oficio creando objetos de lujo destinados para la clase alta española, poniendo en práctica las técnicas que traían del Viejo Mundo entre ellas la filigrana, la cual, rápidamente fue asimilada por los artesanos indígenas quienes –como sabemos– también eran muy hábiles en el oficio, pero no fue fácil que se les permitiera trabajar, puesto que en un principio debido a las leyes impuestas por los españoles, que restringían el acceso a las labores plateras sólo a profesionales en el oficio –incluso se les certificaba por medio de exámenes en los que debían demostrar el dominio de las diversas habilidades y conocimientos técnicos del oficio de la platería[9].

Se estima que el primer ejemplo de obra de platería colonial en filigrana está documentado en 1517, no se sabe con certeza qué clase de objeto es, sin embargo, se cree que fue un objeto de joyería. Como ya se mencionó, los primeros objetos creados fueron destinados a la clase alta española, donde las mujeres de esa época solían usar ostentosos objetos de joyería teniendo un gusto especial por la joyería hecha en filigrana.

En cuanto al origen de los primeros plateros en llegar a la Nueva España, es difícil precisarlo, sin embargo, se estima que algunos plateros andaluces fueron los primeros en llegar en los primeros momentos de la conquista[10]

A partir de este periodo, inició una nueva etapa histórica de la platería en el continente americano, donde predominó la influencia española en todos los sentidos, tanto en las técnicas del oficio como en la estética de la obra. Los diseños de los plateros provenientes del Viejo Mundo tenían una gran influencia del estilo mudéjar, que siguieron desarrollando en los virreinatos de la Nueva España, de Perú y el de Granada[11] (conocido hoy como Colombia). A través del tiempo ha venido evolucionando la estética de los diseños de la filigrana en cada región, si bien es cierto que aún se conserva la influencia española, por medio del traspaso generacional hacia los plateros mestizos, se han implementado características particulares en los diseños de filigrana guiados por el sentimiento de identidad nacional y de añoranza de las raíces propias de las regiones donde pertenecen.

En la actualidad, la técnica de la filigrana se trabaja de manera importe en el Perú incluso es considerada como “la técnica nacional” de este país, prácticamente en todos los lugares donde se practica la platería, se realizan obras de filigrana. En Colombia, en el pueblo de Mompox[12], se cuenta con un gran prestigio por la fineza y la delicadeza con la que realizan la joyería incorporándole un extra a partir de la belleza de las esmeraldas, consideradas como de las más bellas del mundo por su singular color. En Ecuador, el principal referente es la provincia de Chordeleg[13] donde se comercializa la filigrana elaborada por los artesanos, quienes conforman un numeroso gremio de plateros. En otros países sudamericanos como Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Venezuela, también se trabaja la filigrana, pero en una menor escala, de igual manera en Centroamérica hay artesanos que dominan la técnica, sin embargo, se reconoce a Perú, Colombia y Ecuador como los países con mayor tradición en la producción de obra elaborada mediante esta técnica.

En México la platería, desde la colonia hasta la actualidad, ha tenido un crecimiento mayor y sobresaliente con respecto a otros países, en la actualidad –a pesar de muchos altibajos– la industria platera ocupa un lugar relevante en el desarrollo económico del país, es uno de los principales productores de obra en plata a nivel mundial, a tal grado que se ha industrializado de manera significativa la producción de plata, es decir, a través del tiempo se le ha venido dando paso a procesos de producción masiva donde lo que importa es la producción a gran escala, dejando en segundo término la producción de obra por medios artesanales, por esta razón quizás la práctica de la filigrana a pesar de haber llegado con buen cartel a través de aquellos primeros plateros europeos, quienes transmitieron el conocimiento de dicha técnica generacionalmente, no se ha practicado de manera significativa, pese a ello, no ha quedado nulificada del todo y logra subsistir en manos de algunos talentosos artesanos plateros nacionales herederos del conocimiento técnico por contacto familiar, quienes la aprovechan dedicándose exclusivamente a producir obra de filigrana, en joyería o en algún objeto utilitario. Estos talentosos artesanos –nuestros principales referentes nacionales dominadores de la técnica de la filigrana– se encuentran principalmente en el sureste mexicano, en los estados de Oaxaca, Chiapas y Yucatán.

Cabe mencionar que de manera aislada en el resto del país también hay plateros que practican esta técnica e incluso hay lugares donde se tiene la intención de rescatarla y fomentar su práctica, como es el caso de nuestra institución, la Facultad de Artes y Diseño, Plantel Taxco[14] de la UNAM, que ha venido trabajando en su Laboratorio de Estructuras en Pequeño Formato, Orientación Platería, a partir de metodologías de investigación para reconocer y practicar esta sofisticada técnica. Con humildad, decimos que somos novatos aún, pero aspiramos, con el trabajo y la dedicación, a trascender en el dominio técnico de la filigrana.

falsa filigrana 01

Imágenes de prototipo realizado en falsa filigrana por el alumno Irving García de la Licenciatura de Artes y Diseño, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.
Imágenes de prototipo realizado en falsa filigrana por el alumno Irving García de la Licenciatura de Artes y Diseño, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.

A partir de este breve recorrido pudimos conocer algunos de los aspectos técnicos para la práctica de la filigrana a través de una ligera revisión histórica con la finalidad de comprender elementos relacionados con la gestación y evolución de la técnica en diversos lugares del continente americano, incluyendo México. Con ello se genera la posibilidad de reconocer de mejor manera lo relacionado con los orígenes de la platería mexicana y con la técnica de la filigrana desde sus orígenes hasta la actualidad. Técnica que cada cultura que ha trabajado con ella destaca particularidades que bien valdría la pena revisar a detalle en futuras entregas. 

(Publicado el 4 de mayo de 2020)

Detalle de collar de filigrana en plata .925 con amatistas, elaborado dentro de los Talleres de Educación Continua, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.
Detalle de collar de filigrana en plata .925 con amatistas, elaborado dentro de los Talleres de Educación Continua, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.

Referencias

  • Espinar, M. (2019). Las joyas en el islam. Libros EPCCM. Granada.
  • Schulze, N. (2008). Tesis: El proceso de producción metalúrgica en su contexto cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Posgrado en Antropología. Ciudad de México.
  • Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[1] https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/filigrana.php

[2] https://museoroperu.com.pe/

[3] https://www.banrepcultural.org/bogota/museo-del-oro

[4] http://museodecaceres.juntaex.es/web/view/portal/index/standardPage.php?id=31

[5] http://www.culturaydeporte.gob.es/mnantropologia/portada.html

[6] Schulze, N. (2008). Tesis: El proceso de producción metalúrgica en su contexto cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Posgrado en Antropología. Ciudad de México.

[7] El Virreinato de Nueva España formó parte del Imperio Español, establecida en gran parte de América del Norte, entre los siglos XVI y XIX. Se originó cuando las tropas de Hernán Cortés conquistaron la antigua México-Tenochtitlan. Esta etapa empezó 1521 y terminó en 1821, año en el que se declaró la Independencia de México.

[8] El Virreinato del Perú formó parte del Imperio español creado en 1542, con capital la ciudad de Lima. En un principio, su territorio comprendía casi toda América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de Oceanía. Dos siglos después, su territorio sufrió tres importantes mermas: en 1717 se creó el Virreinato de Nueva Granada al norte, en 1777 se creó el Virreinato del Río de la Plata al sur. Al mismo tiempo la colonia portuguesa del Brasil extendía sus fronteras tomando territorios de la Amazonia. Esta etapa terminó en 1824 con la proclamación de la Independencia del Perú.

[9] Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[10] Esteras, (1985) citado por Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[11] El Virreinato de Nueva Granada, Virreinato de Santafé o Virreinato del Nuevo Reino de Granada formó parte del Imperio español, establecido por la Corona en 1717, tuvo tres etapas de dominio (1717-1723, 1739-1810 y 1815-1822) hasta la Capitulación de 1822 por la que presidente de la Real Audiencia de Quito rendía los territorios que aun permanecían bajo control realista.

[12] Mompox o Mompós, oficialmente Distrito Especial, Turístico, Histórico y Cultural de Santa Cruz de Mompox, es un distrito de Colombia, en el departamento de Bolívar, Colombia.

[13] Chordeleg es un cantón en la provincia del Azuay, en el Ecuador. Es famoso por su artesanía, como cerámicas, bordados a mano y joyería.

[14] http://www.fad.taxco.unam.mx/

Soñar en plata: El sentimiento de los artistas

Por Carmen Tapia Martínez.

El pasado 30 de agosto en el Salón Chula Vista del Hotel Agua Escondida en la Ciudad de Taxco de Alarcón, Gro. se presentó Dreaming in Silver / Soñar en Plata: Silver Artists of Modern Mexico, auspiciado por la Sociedad de Amigos del Museo Nacional de Platería en Taxco[1] A. C. y por el H. Ayuntamiento Municipal[2], el último de los siete libros sobre platería mexicana escritos por la Dra. Penny C. Morrill, que consiste en una publicación bilingüe (inglés-español). Para todos los interesados en la historia de la platería, particularmente en la platería de Taxco, se trata de un material indispensable. En este volumen la autora investiga minuciosamente la génesis y el desarrollo de lo que ahora conocemos como “platería moderna mexicana” y nos brinda una interesante visión del diseño actual de platería en México.

Los primeros capítulos del libro narran la historia de un entendimiento: la relación entre dos universos humanos conectados por unos peculiares objetos estéticos hechos de plata, piedra, madera y otros hermosos materiales. Mediante una profunda y minuciosa investigación documental no sólo se narran los hechos, sino que también nos invita a realizar un ejercicio de comprensión, en el que la autora expone la relevancia y el sentido que tiene la platería mexicana moderna más allá de los bellos objetos de decoración que conocemos. El libro nos revela una intrincada trama que entrañan las relaciones entre artistas, intelectuales, aventureros, coleccionistas, negociantes y artesanos, tanto mexicanos como estadounidenses, que vivieron en aquel México que buscaba ser moderno y formar una identidad fundamentada en un pasado mítico prehispánico a través de la reivindicación del arte popular, de los pueblos indígenas y de la investigación arqueológica. Esta trama está engarzada (para hablar en términos de joyeros) por el poder de los objetos estéticos, por el misterio que representó para la mirada de un otro; de un extranjero que pudo ver el valor formal, simbólico y económico que ahí había.

Espero que todos hayamos tenido la maravillosa experiencia de encontrarnos con objetos que no pertenecen a nuestra cultura o a nuestro tiempo, que no hablan en nuestros propios términos y que precisamente por ello se convierten en un enigma a resolver. Una forma de entender esos objetos enigmáticos es transformándolos, porque para transformar algo hay que analizar, observar, dividir, comprender todas las partes y cómo se relacionan entre sí, lo que significan aisladas o juntas e intentar traducir su lenguaje hasta finalmente conseguir dialogar con ellos desde nuestra diferencia. Me parece que Morrill nos revela en su libro dicho proceso, particularmente en los capítulos dedicados a los diseñadores: William Spratling, Fred Davis y Margot Van Voorhies Carr. Con sus peculiaridades de carácter, de contexto y de intenciones, los tres parecen haber hecho, por medio de su obra, un proceso hermenéutico de interpretación de un código ajeno que dio como resultado un lenguaje nuevo y propio. Morrill relata este proceso en su libro: describe los cambios y la evolución del estilo de cada autor, y ofrece un retrato personal, aunque objetivo, y extensamente documentado de cada uno de ellos.

Por otra parte, Morrill detalla no sólo la apariencia de los objetos, sino su carácter, y sus intenciones para quien los mira o usa. También, nos describe los procesos de ejecución y las técnicas que emplearon, crearon o pudieron usar para ello. Nos explica el contexto socioeconómico de cada caso, las formas de organización para dicho trabajo, las jerarquías, los conflictos, y quizá lo mas importante, las motivaciones artísticas (al menos algunas pistas) de los creadores. Esto último es decisivo porque el proceso de creación es tan importante como la obra misma. La obra es sólo la concreción de todo lo anterior, pero el alma de la obra es todo el proceso que la antecede y le da sentido. Por esta razón distinguimos obras vacías que sólo hacen el gesto estético, imitan la forma, el brillo, pero carecen de la fuerza de un acto creativo original. Es esta fuerza la que hace que quedemos atrapados por ellas, que se conviertan en un enigma a resolver y que podamos pasar toda nuestra vida, como lo ha hecho la autora de este libro, comprendiéndolas.

Otro aspecto importante que retratan los primeros capítulos del libro es la evidencia que nos da Morrill del poder y del papel tan importante que pueden llegar a tener los artistas en una sociedad, hablo en general de los creadores: artesanos, artistas, diseñadores, etc., es decir, lo que ahora conocemos como la clase creativa[3] o las industrias culturales. Taxco es un ejemplo paradigmático de cómo una industria creativa puede convertir un caserío en la montaña en una ciudad exportadora de diseño y joyería. Los artistas no sólo pueden detonar una economía, sino también una ciudadanía, valores éticos y estéticos, formas efectivas de relacionarse con los vecinos y la gente con la que trabajan. Cuando Morrill nos describe los talleres que comandaban Spratling, Aguilar o Margot podemos comprender esto. Este mundo creativo generó cultura; una que dio identidad, que se vive a diario, que se come, se viste, se habla y nos reúne.

En los capítulos dedicados a Matilde Poulat y Ana Morelli, la autora nos muestra el universo personal, pero nunca descontextualizado, de estas dos artistas. Nos deja ver sus motivaciones e ideas, pero sobre todo su fuerza creativa. Es importante resaltar que fueron estas mujeres quienes se abrieron brecha en un mundo de hombres; el gremio joyero, ahora poblado de mujeres, fue hasta hace poco dominio masculino. También es muy importante resaltar que ambas provienen de las artes plásticas y no del diseño. En el caso de Morelli, ella misma se considera fuera del diseño: su trayectoria y sus formas de crear nos enfilan hacia un camino de la joyería entendida como arte y no como diseño o artesanía. Por lo tanto, su obra debe juzgarse con los criterios propios del arte y ser apreciada como tal.

El ultimo capítulo del libro es la evidencia de que hoy hay artistas y diseñadores soñando en plata, compartiendo el mismo impulso y poseídos por el mismo encantamiento de los materiales, de las formas, de los símbolos y del misterioso lenguaje de la imagen.

En conclusión, además de ser una estricta investigación documental, este libro ofrece datos, cronologías, imágenes de piezas originales, bocetos y marcas. Es la síntesis de un apasionado análisis de acontecimientos y objetos estéticos reunidos por la Dra. Morrill. Después de leer y observar el libro, se entiende mucho mejor el titulo, que lejos de ser un simple eslogan publicitario es la descripción del sentimiento de los artistas que en él se abordan, pues cada uno a su manera soñó o sueña aún en plata. 

(Publicado el 12 de noviembre de 2019)

Fuentes de consulta:

  • Morrill, P. C. (2019). Dreaming in Silver / Soñar en Plata: Silver Artists of Modern Mexico. Schiffer. Atglen.

[1] https://www.facebook.com/MuseodelaPlataenTaxco/

[2] H. Ayuntamiento de Taxco de Alarcón. Benito Juárez 6, 40200. Taxco de Alarcón, Gro. http://taxco.gob.mx/historia/

[3] El concepto de clase creativa fue acuñado por Richard Florida en su libro La clase creativa. La transformación de la cultura del trabajo y ocio en el siglo XXI (Paidós, 2010). En él se describe el nacimiento de un nuevo estrato social formado por todos aquellos que consideran que la creatividad es fundamental para su trabajo y para las sociedades que habitan.

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