Una mirada al proceso creativo en esta partida que culmina


Como ya lo he señalado en otras oportunidades, la creatividad es una posesión de la humanidad y sin exagerar, uno de sus rasgos característicos, una habilidad que debe ejercitarse –tal como si fuera un músculo– con regularidad para obtener buenos resultados y por cierto… no es privilegio único –como podremos ver– de los quehaceres relacionadas con la visualidad.

Este es el número final de la revista digital .925 Artes y Diseño, en él se cierra una prolongada etapa creativa en donde han participado un sinfín de personas que hicieron posible la existencia de esta publicación a lo largo de una extensa trayectoria de diez años. Hay tantas personas a las que debo agradecer su participación, sus aportaciones su entrega, y aunque suene a un lugar común, sin ambages debo decir que sin el esfuerzo de todas y todos ellos sería imposible el arribo a esta cota tan alta.

No puedo dejar de señalar a quienes desde el primer momento confiaron en ella cuando sólo era un proyecto sin características definidas, prácticamente nada y pese a todo colaboraron con .925 Artes y Diseño, personas que me recibieron y a quienes conocí en un plano profesional, pero que hoy reconozco como mis amigos, ellos son: el Maestro René Contreras, la Maestra Carmen Tapia, la Maestra Jocelyn Molina, el Maestro Uriel Pérez, el Maestro Fanuvy Núñez, el Maestro Carlos Salgado y el Ingeniero Carlos Ortega, además de mencionar a otras personalidades académicas que fueron fundamentales en la creación de esta revista, como el Maestro Francisco Alarcón, la Maestra Marisol Martínez, la Doctora Alicia Arizpe y el Licenciado Javier Vázquez. De igual forma, debo mencionar a las autoridades de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM; también a quienes en algún momento formaron parte del Consejo Editorial y a otros entusiastas académicos que depositaron su confianza en esta aventura, aportando siempre acertadas colaboraciones: el Maestro Francisco Mendoza, la Maestra Adriana Romero, la Maestra Cristabel Esquivel, el Maestro Ricardo González y el Maestro Alan Gómez.

Si en este momento tratara enumerar a todas las personas que aportaron su talento a esta publicación, escribiría un listado monumental y estoy seguro de que la memoria fallaría y dejaría algunos –tal vez muchos– nombres afuera. Todos aquellos quienes colaboraron en esta revista han sido fundamentales, .925 Artes y Diseño no hubiera transitado tan prolongado tiempo –a través de cuatro administraciones de nuestra Facultad– de no haber contado con el soporte de todos sus colaboradores, tanto en los contenidos visuales como escritos, tanto aquellos pertenecientes a nuestra Universidad, como a distinguidos colegas de otras Instituciones, sin dejar de lado a los expertos que ejercen fuera del entorno académico. A todos ellos se los agradecí en su momento y si no hubiera sido yo oportuno o suficiente, reitero ahora mi más amplio y cumplido agradecimiento por aportar su talento y su empeño en esta empresa editorial universitaria.

Acerca del nombre de la publicación, es oportuno recordar aquello que ha sido nuestro sello y definición es una divisa retomada de la tradición joyera, de donde hemos extraído estos valores como identitarios, la maleabilidad, la aleación, la resistencia y la garantía de calidad. Esta revista ha sido siempre un proyecto comprometido, responsable, serio e institucional, de alcances latinoamericanos, que me permitió compartir información relevante y vigente; así como conocer gran cantidad de gente talentosa, por si fuera poco, me dio la oportunidad de ejercer el cargo de editor en ella, una responsabilidad que he asumido con gran seriedad y perseverancia desde el primer momento, dicho sea, sin falsa modestia. No hay estudios que avalen profesionalmente el cargo de editor, la experiencia me ha dicho que lo que hace al editor, como al sabueso, es el olfato.

No faltaron aquellos que, en la placidez de su estulticia, adujeron que conducir una publicación periódica durante una década es irrelevante, empero, como sus méritos con certeza son vanos no vale la pena dedicarles ni una letra más en esta celebración.

.925 Artes y Diseño en su andar trimestral, ya puede pasar a la historia de las publicaciones editoriales periódicas de nuestra Facultad, tengo la plena confianza de que los contenidos aquí vertidos resultarán útiles para consulta e investigación de aquellos profesores, estudiantes, investigadores e interesados tanto en las artes, como en los diseños, y en este espacio descubran un repositorio de información pertinente.

Concordando plenamente con lo referido por Josh Billings[1], en esta partida de diez años de duración, se han jugado con arrojo todas las cartas que estuvieron en la mano. Hoy, ha culminado dicha partida, se acaba mi whisky, es tiempo de recoger las ganancias.

Por mi raza hablará el espíritu. ¶

[Publicado el 30 de noviembre de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 40]



Licenciado en Comunicación Gráfica (1994); Maestro en Artes Visuales (2017) ENAP/FAD–UNAM; Diplomado en Fotografía Profesional, (UCSJ, 1995). Diplomado en Diseño y Producción Tipográfica (Tipografilia, 2022). Cofundador de la publicación digital 'elcorondel' (2008/2013). Ha participado en 30 exhibiciones fotográficas colectivas y en 10 exhibiciones individuales en diversos foros. En 2002 se integró como profesor a la FAD, además, ha colaborado con la Universidad del Pedregal y la Universidad Anáhuac México Sur. Desde 2013 es editor de la publicación digital '.925 Artes y Diseño' de la FAD–UNAM Taxco. Desde 2016 desarrolla el proyecto 'Unos Tipos en la Calle', estudio de diseño de tipografías procedente del proyecto de investigación del mismo nombre. Es integrante del Laboratorio de Investigación Sonora y del Imaginario (LISI).

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