La filigrana, técnica platera de destreza y minuciosidad que arribó a América desde el Viejo Mundo

Por Francisco Javier Jiménez Velázquez.

Posiblemente muchas veces en nuestro lenguaje coloquial, hemos escuchado el término “filigrana”, se le vincula casi inmediatamente con el oficio de la platería, sin embargo, también se ha utilizado para expresar o describir ciertas habilidades que demandan un gran dominio técnico de orden meticuloso, o para referirse en sentido figurado a aquello de suma fragilidad y delicadeza. En este sentido, veamos qué nos dice el diccionario en relación con el significado de este término.

La mayoría de los diccionarios incluyendo al de la Real Academia Española de la Lengua señalan que se denomina filigrana a la obra formada de hilos de oro o plata, unidos y soldados con mucha perfección y delicadeza, por otra parte, también se usa este término para nombrar a la señal o marca transparente hecha al papel al tiempo de fabricarlo y, por último, en Cuba, existe un arbusto silvestre con hojas ásperas, aromáticas, aovadas, de flor menuda y fruto apiñonado, por tales características que manifiesta se le ha adjudicado el nombre de filigrana.[1]

La palabra viene del latín filum, hilo y granum, grano. Por lo tanto, con las anteriores referencias podemos comprender el término “filigrana” en relación con el aspecto práctico de la técnica de la joyería y orfebrería basada principalmente en el uso de finísimos hilos de metal, ya sea de oro o plata entorchados y aplanados para que, posteriormente, se utilicen en la creación de complicados y meticulosos adornos similares a los encajes bordados, los cuales mediante diversos sistemas estructurales y modulares son acomodados y soldados para unificarlos, de tal manera que puedan tener estabilidad y sustento, a la vez que se establecen vistosos y complejos diseños, por lo que algunos “filigraneros” como se les llama a los grandes orfebres que dominan ésta difícil técnica, pueden valerse del uso de formas orgánicas libres o de emplear recursos “geométricos” como lo veremos con mayor detalle, más adelante, al mismo tiempo que nos adentraremos en los pormenores y especificaciones técnicas que existen detrás de la creación de obra por este medio.

Antecedentes técnicos de la filigrana a través de la historia

Por lo general casi en todas las culturas que emergieron en el Viejo y Nuevo Mundo, donde hubo un desarrollo metalúrgico importante, como consecuencia lógica derivó en el florecimiento y el avance técnico de las prácticas orfebres. Como grandes ejemplos podríamos citar a los egipcios, chinos, griegos, fenicios, etc., sin dejar de lado a las culturas andinas, centroamericanas y mesoamericanas.

En el proceso del avance tecnológico en el oficio de la platería se ha podido deducir que se comenzó primeramente con principios muy esenciales como el conocimiento de los diversos metales, los procesos de transformación de ellos y, principalmente, los procesos técnicos para la creación de objetos. En este sentido, hay un orden que se ha podido observar en el proceso tecnológico, con base a los recursos con los que se encontraban en su entorno aquellos primeros orfebres. Primeramente iniciaron con el tratamiento a base de golpeo directo para adelgazar aquellos pequeños trozos de metal nativo para hacer delgadas laminillas, este primer proceso fue clave ya que les permitió descubrir las principales propiedades y cualidades de los metales, en ellas radicaba el éxito para la transformación del metal en objetos destinados a diversos usos, siendo la maleabilidad y el punto de fusión las principales particularidades que dan origen a las diversas técnicas de platería conocidas en la actualidad.

Con los conocimientos descubiertos a partir de las características particulares de los metales, los orfebres empezaron con la creación de los primeros objetos, –en cuyos intentos iniciales– los resultados fueron estéticamente simples, toscos, llanos, aunque gradualmente fueron mejorando los procesos técnicos de producción hasta llegar a desarrollar el proceso de la cera perdida mediante el cual se obtuvieron progresos de perfeccionamiento, tanto en lo técnico, como en lo estético, por lo que poco a poco los antiguos orfebres fueron desarrollando envidiables destrezas técnicas, como se mencionó al inicio, metafóricamente empezaron a hacer “filigranas técnicas” empezando a crear excelsas obras que aún es posible observar en museos de todo el mundo, donde se conservan acervos culturales muy importantes, como los Museos del Oro[2] en Lima, Perú y Bogotá[3], Colombia; el Museo de Cáceres en España[4], y el Museo Nacional de Antropología[5] de España, por mencionar algunos.

Arracadas y diadema del Tesoro de Aliseda, fotografiadas a las pocas semanas de su hallazgo, en 1920. Imagen cortesía de “Los orives. Orfebrería de filigrana en la provincia de Cáceres”.
Arracadas y diadema del Tesoro de Aliseda, fotografiadas a las pocas semanas de su hallazgo, en 1920. Imagen cortesía de “Los orives. Orfebrería de filigrana en la provincia de Cáceres”.

La filigrana en América

En el quehacer metalúrgico, las antiguas culturas del continente americano tuvieron un gran crecimiento. De acuerdo con algunos autores como Grossman (1972), Olsen (1994) y Lleras (2005) citados por Niklas Schulze[6], se deduce que el desarrollo metalúrgico en nuestro continente tiene sus orígenes en el territorio que hoy conocemos como Perú y que sus diversas culturas fueron los principales precursores del oficio de la orfebrería. Enseguida el conocimiento se extendió hacia las demás culturas por todo el continente a partir del área sudamericana y hacia el Centro y Norteamérica paulatinamente.

En relación con lo anterior, al cotejar la obra de las antiguas culturas andinas, centroamericanas y mesoamericanas se puede encontrar muchas semejanzas técnicas, y estéticas, por ejemplo, en muchas de ellas representaban a sus deidades y elementos de la naturaleza como flora, fauna y figuras zoomorfas. Los materiales que usaron en primera instancia fueron oro, plata y cobre como metales puros, posteriormente emplearon aleaciones como la tumbaga, con un bajo porcentaje de oro. En los menesteres técnicos, tuvieron un progreso destacado en la técnica de fundición a la “cera perdida” y es precisamente, con la ayuda de este procedimiento técnico, con lo que aquellos antiguos orfebres lograron perfeccionar su obra haciéndola exquisita y refinada con detalles elegantes elaborados con delgados hilos de cera, debido a su maleabilidad, hace posible la construcción de finas figuras que se convierten en patrones modulares que al unirlos permiten la obtención de una amplia diversidad de diseños para la creación de la obra final en metal, a este antiguo procedimiento técnico se le conoce como “falsa filigrana”, debido a que la obra es elaborada indirectamente con un hilo que no es de metal, sino de cera, y el procedimiento principal es el recurso y destreza de la técnica de la “cera perdida”.

Como se puede observar, podría considerarse como una contradicción –e incluso entrar en controversia– no reconocer con el nombre de filigrana a tan excelsos trabajos, ya que, si bien es cierto, no están elaborados directamente con hilos de metal, si fueron logrados con extraordinarias destrezas técnicas, por tanto, el nombre técnico resulta ser lo de menos, lo verdaderamente importante es el legado material y la trascendencia en el oficio reflejado en la obra realizada por estos admirables orfebres antiguos.

El mestizaje de la técnica

La conquista como es bien sabido, trajo al llamado Nuevo Mundo muchas cosas distintas que los españoles como cultura dominante impusieron a los nativos de tierras americanas, al fusionarse las culturas tanto consanguíneamente, como en la vida social, se generó el fenómeno que conocemos como mestizaje, curiosamente en el oficio platero, también incidió de manera importante, cabe mencionar que uno de los principales objetivos de los españoles fue el adjudicarse las riquezas que representaba la explotación de los metales preciosos del continente, derivado de esto fue como llegaron de manera gradual plateros españoles quienes se asentaron principalmente en los virreinatos de la Nueva España[7] y del Perú[8].

Poco a poco aquellos plateros empezaron a desarrollar su oficio creando objetos de lujo destinados para la clase alta española, poniendo en práctica las técnicas que traían del Viejo Mundo entre ellas la filigrana, la cual, rápidamente fue asimilada por los artesanos indígenas quienes –como sabemos– también eran muy hábiles en el oficio, pero no fue fácil que se les permitiera trabajar, puesto que en un principio debido a las leyes impuestas por los españoles, que restringían el acceso a las labores plateras sólo a profesionales en el oficio –incluso se les certificaba por medio de exámenes en los que debían demostrar el dominio de las diversas habilidades y conocimientos técnicos del oficio de la platería[9].

Se estima que el primer ejemplo de obra de platería colonial en filigrana está documentado en 1517, no se sabe con certeza qué clase de objeto es, sin embargo, se cree que fue un objeto de joyería. Como ya se mencionó, los primeros objetos creados fueron destinados a la clase alta española, donde las mujeres de esa época solían usar ostentosos objetos de joyería teniendo un gusto especial por la joyería hecha en filigrana.

En cuanto al origen de los primeros plateros en llegar a la Nueva España, es difícil precisarlo, sin embargo, se estima que algunos plateros andaluces fueron los primeros en llegar en los primeros momentos de la conquista[10]

A partir de este periodo, inició una nueva etapa histórica de la platería en el continente americano, donde predominó la influencia española en todos los sentidos, tanto en las técnicas del oficio como en la estética de la obra. Los diseños de los plateros provenientes del Viejo Mundo tenían una gran influencia del estilo mudéjar, que siguieron desarrollando en los virreinatos de la Nueva España, de Perú y el de Granada[11] (conocido hoy como Colombia). A través del tiempo ha venido evolucionando la estética de los diseños de la filigrana en cada región, si bien es cierto que aún se conserva la influencia española, por medio del traspaso generacional hacia los plateros mestizos, se han implementado características particulares en los diseños de filigrana guiados por el sentimiento de identidad nacional y de añoranza de las raíces propias de las regiones donde pertenecen.

En la actualidad, la técnica de la filigrana se trabaja de manera importe en el Perú incluso es considerada como “la técnica nacional” de este país, prácticamente en todos los lugares donde se practica la platería, se realizan obras de filigrana. En Colombia, en el pueblo de Mompox[12], se cuenta con un gran prestigio por la fineza y la delicadeza con la que realizan la joyería incorporándole un extra a partir de la belleza de las esmeraldas, consideradas como de las más bellas del mundo por su singular color. En Ecuador, el principal referente es la provincia de Chordeleg[13] donde se comercializa la filigrana elaborada por los artesanos, quienes conforman un numeroso gremio de plateros. En otros países sudamericanos como Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Venezuela, también se trabaja la filigrana, pero en una menor escala, de igual manera en Centroamérica hay artesanos que dominan la técnica, sin embargo, se reconoce a Perú, Colombia y Ecuador como los países con mayor tradición en la producción de obra elaborada mediante esta técnica.

En México la platería, desde la colonia hasta la actualidad, ha tenido un crecimiento mayor y sobresaliente con respecto a otros países, en la actualidad –a pesar de muchos altibajos– la industria platera ocupa un lugar relevante en el desarrollo económico del país, es uno de los principales productores de obra en plata a nivel mundial, a tal grado que se ha industrializado de manera significativa la producción de plata, es decir, a través del tiempo se le ha venido dando paso a procesos de producción masiva donde lo que importa es la producción a gran escala, dejando en segundo término la producción de obra por medios artesanales, por esta razón quizás la práctica de la filigrana a pesar de haber llegado con buen cartel a través de aquellos primeros plateros europeos, quienes transmitieron el conocimiento de dicha técnica generacionalmente, no se ha practicado de manera significativa, pese a ello, no ha quedado nulificada del todo y logra subsistir en manos de algunos talentosos artesanos plateros nacionales herederos del conocimiento técnico por contacto familiar, quienes la aprovechan dedicándose exclusivamente a producir obra de filigrana, en joyería o en algún objeto utilitario. Estos talentosos artesanos –nuestros principales referentes nacionales dominadores de la técnica de la filigrana– se encuentran principalmente en el sureste mexicano, en los estados de Oaxaca, Chiapas y Yucatán.

Cabe mencionar que de manera aislada en el resto del país también hay plateros que practican esta técnica e incluso hay lugares donde se tiene la intención de rescatarla y fomentar su práctica, como es el caso de nuestra institución, la Facultad de Artes y Diseño, Plantel Taxco[14] de la UNAM, que ha venido trabajando en su Laboratorio de Estructuras en Pequeño Formato, Orientación Platería, a partir de metodologías de investigación para reconocer y practicar esta sofisticada técnica. Con humildad, decimos que somos novatos aún, pero aspiramos, con el trabajo y la dedicación, a trascender en el dominio técnico de la filigrana.

falsa filigrana 01

Imágenes de prototipo realizado en falsa filigrana por el alumno Irving García de la Licenciatura de Artes y Diseño, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.
Imágenes de prototipo realizado en falsa filigrana por el alumno Irving García de la Licenciatura de Artes y Diseño, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.

A partir de este breve recorrido pudimos conocer algunos de los aspectos técnicos para la práctica de la filigrana a través de una ligera revisión histórica con la finalidad de comprender elementos relacionados con la gestación y evolución de la técnica en diversos lugares del continente americano, incluyendo México. Con ello se genera la posibilidad de reconocer de mejor manera lo relacionado con los orígenes de la platería mexicana y con la técnica de la filigrana desde sus orígenes hasta la actualidad. Técnica que cada cultura que ha trabajado con ella destaca particularidades que bien valdría la pena revisar a detalle en futuras entregas. 

(Publicado el 4 de mayo de 2020)

Detalle de collar de filigrana en plata .925 con amatistas, elaborado dentro de los Talleres de Educación Continua, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.
Detalle de collar de filigrana en plata .925 con amatistas, elaborado dentro de los Talleres de Educación Continua, FAD Taxco, 2015. Fotografía de Francisco Javier Jiménez Velázquez.

Referencias

  • Espinar, M. (2019). Las joyas en el islam. Libros EPCCM. Granada.
  • Schulze, N. (2008). Tesis: El proceso de producción metalúrgica en su contexto cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Posgrado en Antropología. Ciudad de México.
  • Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[1] https://www.definiciones-de.com/Definicion/de/filigrana.php

[2] https://museoroperu.com.pe/

[3] https://www.banrepcultural.org/bogota/museo-del-oro

[4] http://museodecaceres.juntaex.es/web/view/portal/index/standardPage.php?id=31

[5] http://www.culturaydeporte.gob.es/mnantropologia/portada.html

[6] Schulze, N. (2008). Tesis: El proceso de producción metalúrgica en su contexto cultural. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Posgrado en Antropología. Ciudad de México.

[7] El Virreinato de Nueva España formó parte del Imperio Español, establecida en gran parte de América del Norte, entre los siglos XVI y XIX. Se originó cuando las tropas de Hernán Cortés conquistaron la antigua México-Tenochtitlan. Esta etapa empezó 1521 y terminó en 1821, año en el que se declaró la Independencia de México.

[8] El Virreinato del Perú formó parte del Imperio español creado en 1542, con capital la ciudad de Lima. En un principio, su territorio comprendía casi toda América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de Oceanía. Dos siglos después, su territorio sufrió tres importantes mermas: en 1717 se creó el Virreinato de Nueva Granada al norte, en 1777 se creó el Virreinato del Río de la Plata al sur. Al mismo tiempo la colonia portuguesa del Brasil extendía sus fronteras tomando territorios de la Amazonia. Esta etapa terminó en 1824 con la proclamación de la Independencia del Perú.

[9] Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[10] Esteras, (1985) citado por Valadés, J. M. (2019). Los orives, orfebrería de filigrana en la Provincia de Cáceres. Siglo XIX y XX Volumen I. Diputación Provincial de Cáceres.

[11] El Virreinato de Nueva Granada, Virreinato de Santafé o Virreinato del Nuevo Reino de Granada formó parte del Imperio español, establecido por la Corona en 1717, tuvo tres etapas de dominio (1717-1723, 1739-1810 y 1815-1822) hasta la Capitulación de 1822 por la que presidente de la Real Audiencia de Quito rendía los territorios que aun permanecían bajo control realista.

[12] Mompox o Mompós, oficialmente Distrito Especial, Turístico, Histórico y Cultural de Santa Cruz de Mompox, es un distrito de Colombia, en el departamento de Bolívar, Colombia.

[13] Chordeleg es un cantón en la provincia del Azuay, en el Ecuador. Es famoso por su artesanía, como cerámicas, bordados a mano y joyería.

[14] http://www.fad.taxco.unam.mx/

Licenciado en Artes Visuales (2012) FAD TAXCO, primera generación de este plantel. En1999 se incorporó a la planta docente de la ENAP (Ahora FAD) donde imparte actualmente diversos cursos de platería en las licenciaturas de Artes Visuales, Arte y Diseño y Talleres de Educación Continua. Realiza trabajos de investigación teórico-práctico relacionado con la platería, indagando aspectos históricos de las antiguas culturas que propagaron el oficio, preocupado por la preservación de las técnicas antiguas, sin dejar de lado el presente de la platería específicamente en el diseño de objetos mostrando en su obra propuestas diversas.

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