Por Jhosell Rosell Castro.–
Introducción
Ante la diversidad de modalidades de trabajo artístico comunitario generado en la ciudad de Tijuana, Baja California, México, se constatan formas de pensar y de operar la práctica artística que ponen en entredicho los pilares donde se ha asentado tradicionalmente la institución arte. Se observan numerosos cambios no solo en la concepción del arte, y de quienes lo practican, sino también en las políticas culturales adoptadas en los últimos años por los gobiernos y las universidades para generar y promover procesos de inclusión y transformación social en comunidades vulnerables.
Los factores que describen la situación del contexto, donde realizamos los proyectos de animación sociocultural a través del arte comunitario como docentes y artistas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), son la segregación social y económica, en gran medida, en comunidades que se desarrollaron en la periferia del área urbana, aislada de los centros y subcentros más importantes de la ciudad de Tijuana; carentes de fuentes de empleo, infraestructura, equipamiento y servicios urbanos, que constituyen un grave problema para sus residentes al afectar la cohesión social, retrasar el desarrollo urbano y la consolidación del asentamiento de sus habitantes. Estigmatizando, de esta manera, a las colonias, al generar mayor margen para la acción delictiva. Cabe destacar que, en estos procesos, identificamos que las principales problemáticas en las zonas donde desarrollamos los proyectos, la población joven constituye la gran mayoría de las víctimas del crimen y son en general sus perpetradores. El aumento de homicidios en Tijuana y el registro de un mayor número de feminicidios cobra víctimas preadolescentes como el trágico resultado de largos patrones de violencia y abuso doméstico.
Antecedentes
Para dar respuesta a las problemáticas identificadas, se propusieron acciones de animación sociocultural a través del arte comunitario con el objetivo de trabajar con una metodología participativa, y en donde los asuntos relativos a la democracia se tornan muy presentes. Paul Ardenne (2002), en su libro Un Arte Contextual, subraya el hecho de que el arte participativo es un “multiplicador de la democracia”, ya que fomenta la participación en planteamientos colectivos. Teniendo de esta manera un carácter experimental y dialógico para abordar las situaciones sociales en las cuales se insertaron. Fueron procesos integrales que implicaron la responsabilidad compartida de los gobiernos, de las organizaciones de la sociedad civil (ONG u OSC) y de la propia ciudadanía; además requirieron de la conjunción de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros tanto de las comunidades, como de instituciones o grupos externos que desarrollaron marcos de trabajo colaborativo entre residentes de la zona, escuelas, centros culturales, artistas, asociaciones de barrio etc.
Modalidades de organización y administración de los proyectos de animación sociocultural a través del arte comunitario
Las modalidades de administración empleadas en nuestra práctica tienen como objetivo ofrecer una asistencia a un gran número de público para proporcionar mayores satisfacciones. De manera general se relacionan con promover, incentivar, diseñar, brindar servicios, movilizar intereses, alentar la autonomía y realizar acciones desde cualquier ámbito, para mejorar las condiciones de vida y las oportunidades de su población.
En el proceso de creación de los proyectos, consideramos en todo momento a la gestión como el área del conocimiento de mayor actualización y profundización, por integrar los elementos que matizan la concepción más contemporánea del arte, al considerar su extensión a todos los ámbitos en que hoy se le reconoce, sus vínculos con el desarrollo, su necesaria relación con las políticas que identifican campos de expresión más allá de lo artístico, lo tradicional y lo patrimonial, abriendo así el lugar que merecen las dinámicas de acción social a nivel comunitario y legitimando la inevitable relación con el campo de la economía. Bajo este contexto consideramos tres modalidades de organización y administración en nuestros proyectos; pública, en la cual las dependencias gubernamentales del Gobierno Municipal se encargaron de costear los gastos de operación, así como de proporcionar los servicios comunitarios; autogestiva, dirigida por los integrantes de la comunidad o una Organización de la Sociedad Civil (ONG u OSC) y cogestión, esta última modalidad se caracteriza por la participación conjunta de las instituciones gubernamentales, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad, en el costo de los gastos y en el ofrecimiento de los servicios.
Este acercamiento al término gestión, pone en la superficie aspectos emergentes de las relaciones declaradas que provocan cuestionamientos acerca de qué debe y qué no debe ser gestionado en los procesos de promoción de la animación sociocultural a través del arte comunitario y hasta dónde ha de llegar el compromiso de mediación de los agentes dinamizadores.
Es así como nuestros proyectos de animación sociocultural a través del arte comunitario se relacionan con organismos públicos y organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro con personalidad jurídica, responsables de la cofinanciación de las obras a realizar en el marco de un programa. Los fondos son financiados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y un gran número de organizaciones afiliadas, mientras nosotros aportamos la contraparte de recursos técnicos necesarios para la ejecución de los proyectos.
De acuerdo con lo anterior, conjugamos recursos, experiencias, conocimientos con la Secretaria de Seguridad pública (SSP) y la Dirección de Desarrollo Social del H. Ayuntamiento de Tijuana (DESOM), a través de la coordinación de desarrollo comunitario, cuya función es la evaluación y atención de las Zonas de Atención Prioritaria, marcadas por lineamientos de programas y fondos federales en una relación de corresponsabilidad para emprender acciones en materia de atención e integración social para el abatimiento de la pobreza. Por otra parte, destacamos el trabajo de vinculación con la Secretaría de Prevención al Delito en la generación de estrategias de gestión local para la prevención social de la violencia, orientada al fortalecimiento de la cohesión social en comunidades específicas, donde la convivencia y la participación ciudadana se han visto debilitadas, en ambos casos, mediante la incorporación de proyectos artístico-culturales a los programas de desarrollo social.
Los recursos vienen destinados a combatir la pobreza, el rezago social y la prevención social de la violencia, asegurados por los procesos de planificación de las políticas públicas culturales elaboradas por el Estado y en las que se establecen parámetros y lineamientos a largo plazo, que garantizan una acción multisectorial, sostenida, y que responden a principios como los de promoción de la identidad cultural; la protección de la diversidad cultural; el fomento de la creatividad y la participación en la vida cultural y la consolidación de la participación ciudadana.
Estos programas de desarrollo social generan además un espacio para la formación de agentes comunitarios, con el fin de contribuir al empoderamiento de la población para el ejercicio de una ciudadanía plena. Estos agentes son actores importantes en la dinámica interna de las comunidades, que participan en sus procesos de autoorganización y fungen como enlaces de las comunidades con los artistas, las instituciones gubernamentales, no gubernamentales y asociaciones civiles.
Dentro de los temas que atienden los programas de desarrollo social que se relacionan con nuestros proyectos podemos mencionar:
- Conocimiento y comprensión de comunidades.
- Formación de líderes comunitarios para la seguridad y prevención de problemas y la reconstrucción del tejido social.
- Caja de herramientas para la intervención social en la comunidad.
- Desarrollo y continuidad de proyectos de intervención y animación social en la comunidad.
- Consolidación de las formas de organización y de desarrollo social.
El arte ha devenido en herramienta fundamental para propiciar acciones de transformación en las comunidades con rezago social, así como para mejorar la convivencia ciudadana sana que fortalezca la capacidad comunitaria contra el delito y la violencia. El contexto de trabajo está relacionado con el fomento y reconocimiento de las prácticas culturales, la creación artística, la generación de nuevos productos, la divulgación y promoción de los significados y valores culturales, la preservación de la memoria colectiva y la conservación de los bienes culturales.
Conclusiones
Podemos concluir que el análisis y diagnóstico previo del contexto de trabajo son necesarios ante la realización de cualquier proyecto de animación sociocultural a través del arte comunitario, como proceso de identificación de la realidad concreta, de valoración de sus intereses, demandas y necesidades en donde el artista tiene el deber social de cuidarlos. Dependiendo de las experiencias y los recursos de los agentes que los protagonizan, pero también de las combinaciones de las posibilidades materiales y técnicas disponibles, así como de los adelantos científicos técnicos con que se cuente. La gestión, desde los presupuestos antes mencionados, coloca al artista ante la necesidad de diseñar y construir la circunstancia adecuada donde acudan y se identifiquen condiciones, actividades y relaciones, en una interacción mutua que defina un tipo particular de entramado social reconocible, en el que sea posible el cambio sociocultural deseado. ¶
[Publicado el 8 de febrero de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 37]
Fuentes de consulta
- Ardenne, P. (2006) Un Arte Contextual: creación artística en medio urbano en situación de intervención, participación. Murcia: CENDEAC, pp.133-136.
- Couts, G. Jokela, T. (2008): Community Arts, What the use? (Eds.): Art, Community and Environment: Educational Perspectives. Bristol, Chicago. Intellect, pp. 193-216.
- Crickmay, C. (2003): Art and Social Context, its background, Inception and Development. Journal of Visual Art Practice. Vol 2, 3. Disponible en: http://www.davidharding.net/article08/index.php.
- Palacios G. A. (2009) El arte comunitario: origen y evolución de las prácticas artísticas colaborativas, p.197.
- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 1994, “Nuevas dimensiones de la seguridad humana” en Un programa para la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Disponible en: http://hdr.undp.org/en/media/hdr_1994es cap2.pdf
- Reglas de Operación para el Programa de Recuperación de Espacios Públicos (RO-PREP), 2010, Gobierno Federal, México, SEDESOL.