Talentos Artísticos: Valores de Baja California, una estrategia en la formación de las artes

4 mayo, 2020

Por Jhosell Rosell Castro y Mayra Huerta Jiménez[1].

Introducción.

En correspondencia con los preceptos de las políticas culturales en los que sustenta el modelo de desarrollo sociocultural en México, el ser humano ocupa el centro de la atención en la sociedad. Lo que constituye garantizar el derecho de los ciudadanos a participar en equidad y en correspondencia con sus aptitudes, actitudes y capacidades, en la apreciación, creación, promoción y disfrute de las diversas manifestaciones del arte.

Esta labor no solo debe ser una responsabilidad de las organizaciones gubernamentales relacionadas al sector de la cultura y las artes, debe ser además una responsabilidad del Sistema Nacional de Educación en sus diferentes niveles de enseñanza, así como de forma individual en cada uno de los actores sociales que tienen un compromiso con la implementación de la política cultural desde cualquier rol que les corresponda en la sociedad, es decir artistas, promotores culturales, gestores de proyectos socioculturales comunitarios y otros.

En noviembre de 1999 Koichiro Matsuura[2], después de lamentar la ausencia de la educación artística, realizo un llamado internacional en favor de la promoción de la enseñanza artística obligatoria desde el jardín de niños hasta el último año de secundaria. En aquel momento hacia un llamado a los artistas como actores sociales a integrarse con el proceso de enseñanza aprendizaje. Alentó su integración a las escuelas para coordinar talleres de creación artística entre la comunidad escolar. La meta era alcanzar una enseñanza más equilibrada, donde la educación artística se encuentre en condiciones de igualdad con las matemáticas, las ciencias naturales y el español. El acuerdo concluye con una reforma en nivel secundaria en el 2006, en donde las artes ya son consideradas como materia curricular. (Gilberto Jiménez, 2011, p.28)

Por consiguiente algunos artistas sienten la necesidad de establecer convenios con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para ofrecer programas de educación no formales en el área de las artes. Según Amheim (1993), la educación artística no debería ser un obstáculo, sino un instrumento que a los adolescentes les ayude a transitar por la vida, y que le proporcione la ocasión de vivir el arte como una experiencia enriquecedora, que le aporte herramientas para comprender y comprenderse.

Antecedentes

La educación artística en Baja California a nivel básica y media superior  se encuentra relegada únicamente como apoyo o de complemento dentro de los planes y programas de estudios que se ofertan en estos niveles de enseñanza. La formación en las diferentes manifestaciones artísticas es prácticamente un trabajo extraescolar, propio del interés de alumnos con talentos especiales, que cuenten con el apoyo de sus familiares y de actores sociales: artistas y gestores en el área de las artes que se vinculan a programas desarrollados por instituciones gubernamentales.

Como respuesta a esta problemática en el 2008 se generó una iniciativa por parte de artistas y educadores de las artes en vinculación con instituciones gubernamentales, de crear un programa de educación no formal[3] con la misión de promover el acercamiento del arte con la educación y crear un camino transitable que conduzca a una profesionalización en esta área de conocimiento. Esta extraordinaria labor en la promoción cultural artística de la niñez y la juventud de Baja California, fue dirigida por la Mtra. Zarema Tchibirova[4], bajo el nombre Talentos Artísticos: Valores de Baja California, único en el país, con el objetivo específico de desarrollar con excelencia, la vocación artística de niños y jóvenes en las manifestaciones de Música, Artes Plásticas, Danza, Teatro y Literatura.

Mtra. Zarema Tchibirova
Mtra. Zarema Tchibirova
Fig1. Mtra. Zarema Tchibirova coordinadora, docentes Jhosell Rosell Castro, Ignacio Habrika y El secretario de cultura del Gobierno del estado Manuel Felipe Bejarano, junto a un grupo de estudiantes del programa Talentos Artísticos: Valores de Baja California.
Fig. 1. Mtra. Zarema Tchibirova coordinadora, docentes Jhosell Rosell Castro, Ignacio Habrika y El secretario de cultura del Gobierno del estado Manuel Felipe Bejarano, junto a un grupo de estudiantes del programa Talentos Artísticos: Valores de Baja California.

Taller de artes plásticas del programa Talentos artísticos: valores de Baja California, en la ciudad de Tijuana, B. C.

Es un programa sociocultural para la promoción y desarrollo del arte, de carácter público, que no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recursos provienen de los impuestos que pagan los contribuyentes del Estado de Baja California. Cabe desatacar que forma parte de las estrategias del Plan Estatal de Desarrollo desde el año 2008, como política cultural de contribuir a la promoción del arte y la cultura, que impulse condiciones y capacidades para el desarrollo de un modelo de cultura ciudadana de amplia participación social, bajo una visión estratégica de utilización del uso de recursos y espacios públicos[5].

El enfoque de cambio busca crear acceso a la cultura y favorecer el derecho de todo ser humano a participar en el quehacer artístico como creador. Se puede decir que se interviene en la conciencia, conducta y en la vida en general de los niños y jóvenes, desde sus disímiles esferas. Es una fuente de aprendizaje que los capacita para realizar su rol en la comunidad, por el que son educados mediante patrones culturales y artísticos.

Este enfoque gestiona la posibilidad de las artes como medio a establecer caminos de conducta elegibles para los niños y jóvenes de acuerdo a sus capacidades, su conducta diaria y sus rutinas sociales, otorgando de esta manera el protagonismo en su hacer y reconocer lo que les pertenece y le es propio, así como la posibilidad de vivir creativamente en los procesos sociales de su contexto.

El enfoque conceptual se basa en el modelo de educación no formal y en las prácticas artísticas que han trazado un horizonte de animación sociocultural. Es una estrategia de enseñanza y aprendizaje, pedagógica, participativa que contribuye al fortalecimiento de la construcción del conocimiento, valores, actitudes y competencias requeridas para el desarrollo multifacético de los niños y jóvenes.

Hipótesis para desarrollar nuestra idea de transformación: el programa promueve un despliegue del potencial personal, teniendo una vida productiva y creativa; orientándose a expandir y mejorar opciones; preocupándose por construir capacidades y ofrecer posibilidades de crecimiento. Los participantes, después de experimentar el ambiente que se crea a partir de los talleres artísticos, proponen desde su vivencia y con otros lenguajes sus sentimientos y deseos de cambio.

Equipo de trabajo está conformado por docentes y estudiantes del programa de Licenciatura en Artes Plásticas de la Facultad de Artes de la UABC, los cuales se incorporan a través de los programas de servicio social y prácticas profesionales, donde tienen la oportunidad, no sólo de prestar un servicio gratuito a la comunidad con una actividad relacionada con su carrera, sino también de incrementar el bienestar de la sociedad, mejorar su estilo de vida, interactuar con la comunidad y aprender a desarrollar su profesión viviendo sus valores de forma exitosa a partir de la implementación de proyectos artísticos de capacitación y formación tanto a nivel expresivo/artístico como a nivel humano.

Fig2. El docente Jhosell Rosell Castro y estudiantes del programa de Licenciatura en artes Plásticas de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California.
Fig. 2. El docente Jhosell Rosell Castro y estudiantes del programa de Licenciatura en artes Plásticas de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California.

Población Objeto: está dirigido a veinte niños entre los seis y catorce años de edad y veinte jóvenes entre los quince y dieciocho años de edad, con un fuerte deseo de cambio social de las comunidades más alejadas de la vida cultural de la ciudad.

Fig. 3. El Maestro Ignacio Habrika y Dr. Jhosell Rosell Junto a grupo de niños y jóvenes.
Fig. 3. El Maestro Ignacio Habrika y Dr. Jhosell Rosell Junto a grupo de niños y jóvenes.
Fig. 4. Primeras generaciones de categoría de niñas y niños y de jóvenes (2012).
Fig. 4. Primeras generaciones de categoría de niñas y niños y de jóvenes (2012).

Objetivo general del programa:

  • Fomentar la creatividad, la apreciación y expresión artística a niños y jóvenes de las comunidades más alejadas de la vida cultural de la ciudad.

Objetivos específicos:

  • Desarrollar habilidades en determinadas disciplinas artísticas (Pintura, Dibujo, y Grabado).
  • Abrir posibilidades a través del arte de innovación y creatividad que impliquen no solo la producción de un objeto, sino también la solución de problemas diversos que la vida y la realidad planteen.
  • Ofrecer a los niños y jóvenes la oportunidad de un desarrollo real de sus potencialidades en el campo de las artes como espacio de expresión, de encuentro, intercambio y de entretenimiento.

Conclusiones

Sabemos que el estado de convivencia y comunión es un elemento subjetivo, difícil de medir, no obstante, podemos asegurar que al final del programa se evidencia un cambio radical en la expresividad de los niños y jóvenes, una mayor conciencia sobre sí mismos y su entorno, producto de las acciones orientadas a fortalecer la formación de valores y participación social corresponsable.

Es necesario señalar que la educación artística es una forma efectiva de aprender que se hace cada vez más necesaria, como dinamizadora del proceso educativo, en la que se introduce la participación activa de los niños y jóvenes, asimilando la cultura de su entorno. Debemos formar en nuestros niños y jóvenes el sentido social, despertar  un ambiente de interculturalidad[6], transculturalidad[7] y apertura que evolucione con su y entorno, con una visión de ser reconocidos socialmente de forma responsable, que contribuya, con oportunidad, pertinencia y los mejores estándares de calidad, a incrementar el nivel de desarrollo humano de la sociedad. 

(Publicado el 4 de mayo de 2020)

Referencias

  • Ander Egg, E. (1990). Planeación y animación de las culturas populares. Consejo nacional para la cultura y las artes. México.
  • Arnheim, R. (1993). Consideraciones sobre educación artística. Paidós, Barcelona.
  • Bauman, Z. (2008). Los retos de la Educación en la Modernidad Liquida. Gedisa, Argentina.
  • Freire, P. (1970) La educación como práctica de la libertad. Tierra Nueva, Montevideo.
  • Freire P. (1985). Pedagogía del oprimido. Siglo XXI, México.
  • Freire, P (1997) Política y Educación. Siglo XXI, México.
  • Godínez Rojas. (2007). La educación artística en el Sistema Educativo Nacional, tesis para obtener título de maestría en educación con campo en planeación educativa. Universidad Pedagogía Nacional. Secretaria de Educación Pública, Unidad UPN, 099 D.F. Poniente.
  • Trilla, J. (1996). La educación fuera de la escuela. Ariel, Barcelona.

[1] La autora cuanta con Doctorado en Artes Visuales e Intermedia por la Universidad Politécnica de Valencia. Adscrita a la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California. Pertenece al cuerpo académico Imagen y Creación. Las líneas de investigación que maneja son el audiovisual en la frontera norte de México con fines estéticos, y el paisaje.

[2] Kōichirō Matsuura (Tokio, 1937). Diplomático japonés, fue Director General de la Unesco entre 1999 y 2009.

[3] Educación no formal se refiere a todas aquellas instituciones, actividades, medios, ámbitos de educación que, no siendo escolares, han sido creados expresamente para satisfacer determinados objetivos educativos, Trilla, 1996.

[4] Zarema Tchibirova, Originaria de la antigua Unión Soviética, Falleció en septiembre de 2015, fue Directora de Conservatorio Estatal de Música de Baja California, asesora de la Orquesta Juvenil de Tijuana, coordinadora del Taller de Expresiones Musicales de la UABC, Coordinadora del proyecto binacional de jóvenes Talentos, desarrolló una labor extraordinaria en la promoción cultural entre la niñez y Juventud de Baja California.

[5] Programa Especial Joven BC 2015-2019, Gobierno del estado Baja California, p. 33, http://www.copladebc.gob.mx/publicaciones/2015/planesyprogramas/Programa%20Especial%20Joven%20BC%202015-2019.pdf, consultado el 6 Junio de 2019

[6] En el ámbito general de la enseñanza, esta actitud propugna el desarrollo de valores sociales. La interculturalidad se ha introducido de manera explícita en el currículo de diversas instituciones como parte integrante de los contenidos referidos a los procedimientos y a las actitudes, los valores y las normas. https://www.ecured.cu/Interculturalidad.

[7] El término de transculturación fue creado por el antropólogo cubano Fernando Ortiz en los años 1940 y se enmarca en la escuela funcionalista de antropología, fundada por Bronislaw Malinowski. La transculturación procura encontrar una explicación para la dimensión cultural de procesos migratorios en la sociedad cubana, enfatizando la reciprocidad de encuentros culturales que a la vez son conflictivos y asimétricos, sobre todo para la cultura “receptora“ (1983:98,102)

Doctor en Ciencias de las Artes, Universidad de las Artes ISA, Habana, Cuba. Profesor investigador, líder del Cuerpo Académico Imagen y Creación, Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California. Desarrolla proyectos de activismo cultural y coordina colectivos en intervención de espacios públicos, orientados a propiciar cambios en las relaciones comunitarias, a partir de ejes de trabajo dictados por políticas públicas que tienen como prioridad fomentar la ciudadanía e incidir en problemáticas como la imagen urbana, la violencia, condiciones de pobreza, entre otros temas.

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