Resumen En el cruce de la tecnología avanzada y la expresión artística, el arte contemporáneo desafía nuestras percepciones tradicionales del cuerpo humano y la naturaleza. Los artistas transhumanistas utilizan la ciencia y la tecnología para redefinir lo que significa ser humano en la era de la postnaturaleza. A través de obras que integran biotecnología, inteligencia artificial y nanotecnología, estos artistas cuestionan las fronteras entre lo orgánico y lo inorgánico y ofrecen nuevas perspectivas sobre la identidad y la ética en un mundo cada vez más mediado por la tecnología. Como señala Haraway, “la tecnología es tanto una parte de nuestro desarrollo como nuestra biología”.[1] La postnaturaleza, como concepto, refleja una era en la que la naturaleza ya no es vista únicamente como algo que simplemente existe, sino como algo que puede ser diseñado y manipulado tecnológicamente. Esta reexaminación de lo natural implica, según Braidotti “una transformación de nuestra relación con la tecnología y una nueva comprensión de nuestra interconexión con el resto del mundo viviente”. [2] Esta cita de Rosi Braidotti[3] del libro The Posthuman complementa y expande la definición de postnaturaleza al contextualizar cómo la tecnología altera nuestra relación con lo que tradicionalmente consideramos natural, subrayando la fusión entre los aspectos orgánicos y tecnológicos de la existencia. |
Fecha de recepción: 1 de agosto, 2024. Fecha de publicación: 5 de noviembre, 2024
Transhumanismo y postnaturaleza en el arte
En el campo de la biotecnología, artistas como Eduardo Kac[4] y su famoso GFP Bunny,[5] que involucra la integración de material genético bioluminiscente en un conejo vivo, muestran cómo la vida misma puede convertirse en un lienzo artístico. Kac explica que “el arte biotecnológico nos ofrece una nueva visión sobre lo que podría ser considerado vida y, por ende, arte”[6]. Del mismo modo, las instalaciones de realidad virtual de artistas como Olafur Eliasson[7] crean entornos totalmente artificiales que engañan y expanden nuestros sentidos, ofreciendo nuevas maneras de experimentar y conceptualizar el mundo que nos rodea.
Impacto cultural y social del arte transhumanista
El arte transhumanista no sólo desafía las convenciones artísticas, sino que también incita a un diálogo público sobre la tecnología y la modificación corporal humana. La recepción del público y la crítica a estas obras varía ampliamente, pues causa desde la fascinación hasta el rechazo, reflejando una gama de actitudes culturales hacia las posibilidades y peligros de la tecnología avanzada. Este arte actúa como un catalizador para el debate, influenciando la política pública y la percepción social sobre los derechos, la ética y el futuro de la humanidad. Zylinska reflexiona sobre cómo “la bioética debe ahora enfrentar los desafíos planteados por la manipulación directa de la vida misma a través de la tecnología”.[8]
El arte en la era de la postnaturaleza
En un mundo donde la tecnología redefine constantemente los límites de lo posible, el cuerpo humano se ha convertido en un lienzo para la experimentación y la expresión artística radical. Artistas transhumanistas, como Stelarc[9] y Orlan,[10] se encuentran en la vanguardia de esta exploración, utilizando sus propios cuerpos para cuestionar y expandir las nociones de funcionalidad, belleza e identidad.
La exploración transhumanista del cuerpo con Stelarc
Stelarc, un artista que ha sido pionero en la intersección del cuerpo y la tecnología, utiliza su propio cuerpo como un espacio en el que desarrolla proyectos artísticos que desafían las percepciones tradicionales del cuerpo humano y sus capacidades. Su proyecto más notorio, Ear on Arm, es una exploración impactante de estas ideas. La obra consiste en la implantación quirúrgica de una oreja adicional, cultivada a partir de células, en su brazo. Esta oreja no sólo es una prótesis estética, sino que está funcionalmente diseñada para conectarse a Internet, permitiendo transmisiones auditivas globales en tiempo real. Este acto de modificar su cuerpo no busca solo una transformación estética, sino que plantea preguntas profundas sobre el potencial humano y la integración de la tecnología en el cuerpo. Como Stelarc explica, “el cuerpo es el mapa de una nueva realidad, una que requiere de nuevas respuestas humanas”.[11]
Orlan y la reconfiguración de la belleza
Paralelamente, Orlan, una artista francesa, utiliza la cirugía plástica como una forma de arte en sí misma, desafiando los conceptos convencionales de belleza y la integridad del cuerpo humano. En su serie de operaciones titulada La Reencarnación de Saint Orlan, ella se somete a múltiples procedimientos quirúrgicos para alterar su apariencia física para asemejarse a figuras femeninas icónicas de la historia del arte, como la Mona Lisa o la Venus de Milo. A través de estas transformaciones, Orlan no sólo cuestiona las normas de belleza impuestas por la sociedad y el arte, sino que también redefine lo que significa ser un sujeto en el siglo XXI, desafiando la coherencia de la identidad y el cuerpo en la era digital y biotecnológica. Orlan propone que “la cirugía estética puede ser utilizada como una forma de arte, redefiniendo los límites entre el cuerpo y la identidad”.[12]
Impacto cultural y diálogo generado
Las obras de Stelarc y Orlan no sólo son provocativas, sino que también generan un diálogo necesario sobre la autonomía, la integridad corporal y la identidad personal en un mundo donde la tecnología permite modificaciones corporales extremas. Al hacerlo, estos artistas ofrecen una visión crítica de un futuro posible donde la tecnología y el cuerpo no solo coexisten, sino que también se fusionan de maneras que desafían nuestra comprensión de la humanidad.
Ambos artistas, cada uno a su manera, despliegan el cuerpo como un sitio de debate público y una frontera para la exploración artística. Sus trabajos nos invitan a reconsiderar nuestras propias percepciones del cuerpo, la identidad y lo que finalmente significa ser humano en un mundo transhumanista. El arte en la era de la postnaturaleza no sólo refleja nuestra realidad actual, sino que también modela activamente las futuras interacciones entre nuestros cuerpos y la tecnología.
Transhumanismo y postnaturaleza en el arte
El arte contemporáneo, especialmente en el ámbito del transhumanismo y la postnaturaleza, está cada vez más influenciado por avances en biotecnología y tecnologías emergentes. Artistas como Eduardo Kac y Olafur Eliasson están a la vanguardia de este movimiento, pues utilizan la ciencia y la tecnología para explorar y expandir los límites de la experiencia artística y humana.
Eduardo Kac y el bioarte
En el campo del bioarte existen proyectos que desafían nuestras ideas convencionales sobre la vida y el arte. La obra más conocida de Eduardo Kac, GFP Bunny, involucra la creación de Alba, un conejo que fue genéticamente modificado para incluir una proteína bioluminiscente de medusa, de esta forma, el conejo brilla en verde bajo ciertas luces ultravioletas. Kac explica este acto de alteración genética señalando que “Alba, el conejo GFP, no es sólo un argumento (y no una mera imagen) que subraya que la información genética es la obra de arte en sí misma”.[13] Este enfoque no sólo transforma al organismo en una obra de arte, sino que también plantea preguntas profundas sobre la ética de la ingeniería genética y la manipulación de las formas de vida.
Olafur Eliasson y las realidades expandidas
Por otro lado, Olafur Eliasson explora las posibilidades de la realidad virtual para crear experiencias que transforman completamente la percepción sensorial del espectador. Sus instalaciones, como Your blind passenger (Din blinde passager), invitan a los visitantes a navegar a través de un túnel lleno de niebla densa, iluminado sólo por luces monocromáticas que alteran la percepción del espacio y del color. A través de estas experiencias inmersivas, Eliasson extiende nuestros horizontes perceptuales y cuestiona la autenticidad de nuestras experiencias sensoriales.
Implicaciones culturales y filosóficas
Ambos artistas, a través de sus distintas aproximaciones, abren diálogos sobre la fusión de biología y tecnología y su impacto en nuestra comprensión de la realidad y la naturaleza. Kac, con su enfoque en la biología sintética, y Eliasson, con su uso de la realidad virtual, no sólo expanden los límites del arte, sino que también ofrecen nuevas perspectivas sobre cómo la humanidad podría navegar en un futuro marcado por una integración cada vez más profunda de la tecnología en nuestra biología y nuestro entorno.
Este enfoque de integración de la biotecnología y la realidad virtual en el arte no sólo redefine lo que es posible en términos de creación artística, sino que también refleja un cambio fundamental sobre cómo los seres humanos podrían interactuar con el mundo en la era del transhumanismo. Al hacerlo, estos artistas no sólo nos proporcionan obras de arte para contemplar, sino también éstas se convierten en plataformas para explorar y debatir los roles cambiantes de la naturaleza, la tecnología y el ser humano en el mundo contemporáneo. ¶
[Publicado el 5 de noviembre de 2024]
[.925 Artes y Diseño, Año 11, edición 44]
Referencias
- Braidotti, Rosi. (2013). The Posthuman. Cambridge: Polity Press.
- Haraway, Donna J. (1991). Simians, Cyborgs, and Women: The Reinvention of Nature. New York: Routledge.
- Kac, Eduardo. (2020). “GFP Bunny”, en Kac. https: //www.ekac.org/ Disponible en línea: https://www.ekac.org/gfpbunny.html
- _______________. (2007). Signs of Life: Bio Art and Beyond. Cambridge: Mit Press.
- Orlan. (2005). Carnal Art Manifesto. Paris: Art Press.
- Sterlac. (2005). Stelarc: The Monograph (Ed. Marquard. Smith). Cambridge: Mit Press.
- Zylinska, Joanna. (2009). Bioethics in the Age of New Media. Cambridge: Mit Press.
[1] Haraway, Donna. (1991). Simians, Cyborgs, and Women: The Reinvention of Nature, p. 150.
[2] Braidotti, Rosi. (2013). The Posthuman, p. 40.
[3] Rosi Braidotti (Latisana, 1954) es una filósofa y teórica feminista italo-australiana.
[4] Eduardo Kac (Río de Janeiro, 1962) es un artista contemporáneo multidisciplinar brasileño.
[5] Kac, Eduardo. (2020). “Gfp Bunny”.
[6] Kac, Eduardo. (2007). Signs of Life: Bio Art and Beyond, p. 112.
[7] Olafur Eliasson (Copenhague, 1967) es un artista danés.
[8] Zylinska, J. (2009). Bioethics in the Age of New Media, p. 78.
[9] Stelios Arcadiou (Limassol, 1946) es un artista visual australiano de origen chipriota, roboticista, artista multimedia y de performance, en 1972 cambió legalmente su nombre a Stelarc.
[10] Orlan, seudónimo de Mireille Suzanne Francette Porte (Saint-Étienne, 1947) es una artista multimedia caracterizada por realizar performances quirúrgicas realizadas en su cuerpo.
[11] Stelarc. (2005). Stelarc: The Monograph, p. 89.
[12] Orlan. (2005). Carnal Art Manifesto, p. 34.
[13] Kac, Eduardo. (2007). op. cit., p. 104.