Por Saúl Sandoval Villanueva.
Con motivo de la exposición “De lo terrenal a lo espiritual: el arte de los ejercicios de Ignacio de Loyola”, organizada por el departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, fueron invitados algunos estudiante de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM, Plantel Taxco, Guerrero, para presentar una exposición de cuatro propuestas de ejercicios. El grupo que se encargó de la conceptualización y manufactura y estuvo conformado por los alumnos de la asignatura de Proyectos Interdisciplinarios de la Licenciatura en Artes Visuales y de la asignatura de Intervención y Entorno I, correspondiente a la Licenciatura en Arte y Diseño.
Las propuestas presentadas transitan entre lo auditivo, lo visual y lo escultórico, con el objetivo de que el espectador logre experimentar, mediante objetos simbólicos, algunas de las reflexiones surgidas de los ejercicios de Ignacio de Loyola.
La primera pieza Atempoimpersonalizador está concentrada en dirigir al espectador hacia una comprensión del tiempo como un valor escaso. De acuerdo con lo anterior, un cúmulo de imágenes proyectadas dentro de un cubo blanco muestra al tiempo controlado, cuantificado y sumergido en una línea donde todo está medido; al interior del cubo, algunos espejos, pegados en su pared frontal, confrontan al asistente, en el momento en el que éste puede contemplar el reflejo de las imágenes y su imagen propia, generando, así, un juego visual de luces que le invitan a pensar que el espíritu no tiene un tiempo definido, ni ningún tipo de ataduras; es un momento en donde se hace posible ser más de lo que se es.
Por otra parte, Incubus es una pieza donde se presenta una torre de cajas como símbolo de la simpleza cuyo discurso está centrado en el viaje interior que se genera con la introspección (construir y deconstruir los prejuicios). En esta propuesta, la luz, sinónimo de iluminación, es presentada por medio de un contraste con la obscuridad. Dentro de la torre se encuentra un dispositivo de sensor de luz que genera una función invertida. En este sentido, cuando alguien entra en ella la luz se apaga generando con su ausencia, y a través del aislamiento del sonido, la posibilidad de que una puerta se abra hacia un viaje espiritual.
La confrontación con la realidad, otro de los aspectos planteados en los ejercicios de San Ignacio de Loyola, se manifiesta a través de la pieza Equilibrio Inerte donde dos castillos de construcción generan un juego a partir de un conjunto de poleas. Tal juego representa la dureza, la violencia y la tensión que puede generar una dualidad establecida entre ricos y pobres. Con este ejercicio se puede identificar un equilibrio carente de vida.
Finalmente, la pieza Anulando el Tumulto es un trabajo auditivo compuesto por una serie de cojines que sitúan al receptor (a manera de invitación) en un espacio en donde se está en la posibilidad de entrar en un estado de meditación. De esta manera, por medio de unos audífonos, el espectador puede escuchar una grabación de dos minutos compuesta por una serie de frases, tomadas de párrafos de algunos filósofos, literatos o pensadores, que se enciman paulatinamente, generando un caótico mosaico sonoro.La exposición permaneció abierta hasta el 30 de enero de 2015, en la Galería Andrea Pozzo de la Universidad Iberoamericana, en la Ciudad de México. Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe.
(Publicado el 25 de noviembre de 2014)