Una resistencia política hacia la industria cultural

5 mayo, 2016

Por Maribel Rojas Cuevas.

El siguiente ensayo pertenece al proyecto de investigación De la imagen gráfica a la imagen electrónica como parte de la Línea de Generación y Aplicación Innovadora del Conocimiento “Estudios y prácticas artísticas contemporáneas: identidad y género en el contexto intercultural” que cultiva el Cuerpo Académico Prácticas visuales en el arte actual, por lo que su objetivo es analizar las nuevas prácticas artísticas sucedidas en internet como resistencia política hacia la industria cultural.

Cuando Susan Buck, nos describe que el arte político…es, en todas sus variedades, una práctica crítica contextualizada, de inmediato nos remitimos a las vanguardias de la Modernidad; que en su postura de prácticas artísticas críticas replantearon los valores tradicionales de lo que hasta entonces era considerado arte; oponiéndose desde su resistencia al modelo cultural establecido. Sin embargo, el rompimiento con dichas vanguardias originó que lo político no necesariamente se presentará como un compromiso definido cargado de una ideología especifica sino como una instancia discursiva capaz de expresarse simbólicamente en todas sus formas de actividad social, individual y productiva. Como consecuencia: Lo político se manifiesta ahora [por] la elección del soporte, la factura y los símbolos empleados que a veces son variaciones lúdicas o paradójicas del código; […] introducidos de manera intencional para provocar una reacción crítica en el espectador.[1] Ello, es fácil de encontrar en los artistas que vierten su interés en las estrategias de lenguaje, y en los temas políticamente correctos; como son los derechos humanos, la ecología, la identidad, etc., así como en aquellos que recurren a las posibilidades de las tecnologías de la información, y a la generación de espacios de legitimación cultural.

De estas últimas deviene la práctica artística sucedida en Internet, que considerada un arte público –entendiéndose por esto:aquellas prácticas artísticas y culturales que precisamente se dan por misión la producción de un dominio público[2] o la producción de espacios de interacción comunicativa– toma como antecedente la relación entre arte y tecnología, dirigiéndola hacia una especificidad de ubicación y distribución pública del conocimiento artístico, enfatizando la desmaterialización del objeto en pro de una estética de la recepción.

Esta manifestación además de resistirse en primera instancia a las prácticas artísticas tradicionales, a la fetichización del objeto, y a su circulación mercantil; pone de manifiesto abordar una crítica política hacia la industria cultural, como la que legitima y distribuye el conocimiento artístico; promoviendo a su vez un medio especifico que sirva como dispositivo para la producción, distribución y exhibición del arte. En este sentido, valdría la pena recordar que, de manera análoga, los minimalistas asumieron una postura crítica ante…el idealismo intrínseco de la escultura moderna. [De ahí que su propuesta fuera incorporar el] lugar dentro del ámbito de la percepción de la obra [logrando así,] extender el idealismo modernista del arte a su entorno espacial. El lugar se entendía como especifico […] era un espacio abstracto, estetizado.[3]

Respecto al arte en la red, José Luis Brea comenta: …la convergencia de las tecnologías de postproducción computerizada y telecomunicación en la red internet, […] esboza un mapa de posibilidades de distribución de las formas y practicas artísticas que podemos calificar como postmedial,...[4] las cuales, en su característica desjerarquizada y descentralizada posibilitan la reconfiguración de los dispositivos mediales bajo los cuales se crea, se distribuye y se exhibe el arte.

Así, las prácticas artísticas consideradas postmediales, tendrán su impacto sobre la experiencia estética del receptor, quien derrumbará no sólo…las garantías que el sistema cultural proporcionaba en relación […] a la formación del “individuo”; [y] en relación a la aspiración burguesa…[sino que además] …necesariamente se [referirá a un] desplazamiento desde una significación simbólica, heredera de sus precedentes sentido mágico y religioso, hacia una nueva e ineluctable significación política.[5]

Un resultado que alcanzará indiscutiblemente el distintivo de obra abierta; ya que la experiencia estética del receptor afectará tanto a su interpretación, como a la dotación de sentidos y a la valoración de la obra, así como a los aspectos sensibles y materiales de la misma. Por otro lado, es de destacar que en las últimas décadas algunos artistas se habían aventurado a realizar un arte interactivo, participativo, efectivo y afectivo; utilizando las formas, los materiales y soportes, así como la participación, el contexto y el contenido, en favor del discurso de la obra; como fuera el caso de los happenings de Allan Kaprow.

Pero más allá de promover la participación del espectador, el arte en Internet, también intenta extender la creatividad a una escala social, requiriendo de una nueva concepción en la praxis artística enriquecida en su producción por el receptor. Es decir, que intenta establecer una “socialización de la creación” como “el modo de apropiación estética más adecuado para una sociedad que se rija no ya por el principio de la rentabilidad, sino por el principio creador”[6]. Se trata ahora de que el espectador sea coparticipe en la producción de la obra, no limitándose a la simple contemplación, sino por el contrario insertarlo en el proceso de creación para que ésta cumpla su función de arte. Al respecto Paul Valéry comentaba: “mis versos tienen el sentido que se les quiera prestar” [;] “la obra del espíritu no existe sino en acto” y fuera de ese acto (de recepción) lo que queda es un objeto “que no tiene con el espíritu ninguna relación particular”[7]; en ellos argumenta, que el propósito del arte se cumple al completarse la recepción, y con ella, el espectador podrá ser elevado a segundo creador. Por su parte, Walter Benjamín –observó lo mismo con respecto al periodismo, el lector está en todo momento preparado para transformarse en escritor; es decir, en alguien que describe, pero también prescribe […] aunque no lo sea tanto por lo que sabe acerca de un tema, cuanto por la posición que ocupa–[8] Así, en ambos casos, se entiende que el receptor capaz de comprender el discurso y adaptarlo a su propio contexto puede convertirse en cualquier momento en co-autor de la misma obra.

Así en 2009, realice la pieza de net.art “de lo cotidiano”, con el fin de involucrar al público con las nuevas prácticas artísticas sucedidas en Internet. Por lo que, aprovechando los recursos propios del medio, la intención fue principalmente procurar la participación del espectador en el proceso de la obra de arte, destacando así en la experiencia del espectador tanto una estética de la recepción como una estética de la participación.

Resistencia lunes 2.02

Resistencia lunes 2.01
Maribel Rojas Cuevas. “de lo cotidiano”, 2007-09. Net.art, palabras clave: cotidianeidad, imagen movimiento, gráfica. http://www.maribelrojas.com

La pieza se compone de una entrada principal bajo el nombre “de lo cotidiano” y a partir de ahí se despliegan una serie de hipervínculos que conducen al resto del sitio; según la forma en que se interactúe con los botones, textos, imágenes y animaciones, algunos de manera evidente y otros de manera oculta, la información audiovisual se irá presentando al espectador.

Resistencia Carretera
Maribel Rojas Cuevas. “de lo cotidiano”, es una pieza de net.art. que pretende ser analizada y/o consumida no con una mirada tradicional (ni desde el aspecto técnico, ni desde el formal), sino a partir del simulacro, de lo virtual, del acontecimiento, del algoritmo y del sentido global contenidos en la imagen.

El proyecto que también parte de la hibridación posible entre la grafica impresa, la poética, los medios audiovisuales y los medios digitales, no sólo cuestiona lo que comúnmente conocemos como gráfica sino que, además, propone que su definición se extienda hacia aspectos de índole interdisciplinario. Por lo tanto, la imagen gráfica de este proyecto no se plantea desde un aspecto tradicional o técnico, sino desde las ventajas técnicas que ofrece el medio (Internet) para su producción, distribución y consumo.

De esta forma, el propósito del arte en la red, nos conduce a repensar al artista como productor; a la esfera de legitimación; al objeto como recepción y a su distribución. Pues el simple hecho de realizar una pieza de arte objetualmente condicionada, determina al artista a ser un mero productor de mercancías singulares, destinadas a los circuitos de lujo; alejándolo de las prácticas sociales o de los contenidos específicos destinados a la difusión social que requiere el arte.

Finalmente, quiero agregar que el aspecto político que actualmente se advierte en el arte contemporáneo y, como resultado, en el arte de Internet, reaparece ahora como una parte constitutiva del propio discurso de la obra, lo cual nos lleva a plantear nuevos argumentos en torno a las resistencias producidas en el arte.

(Publicado el 5 de mayo de 2016) 

Fuentes de consulta

  • Benjamín, Walter, “La obra de arte en su reproductibilidad técnica”, México, Ítaca, 2003.
  • Bozal, Valeriano, “Historia de la Ideas Estéticas y de las Teorías Artísticas Contemporáneas”, Volumen II, Madrid, La balsa de la Medusa, 1996.
  • Buck-Morss Susan, “INSITE 97”, México, CONACULTA, 1997.
  • Eco, Humberto, “Obra abierta”, México, Editorial Planeta, 1992.
  • Manovich, Lev, “El lenguaje de los nuevos medios de comunicación. La imagen en la era Digital”, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2005.
  • Marchan, Simón, “Real/Virtual en la Estética y la Teoría de las Artes”, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2006.
  • Suaro, Felix, “Para una redefinición de lo político en las prácticas de creación contemporáneas”, México, Curare, No. 16, julio-diciembre del 2000.
  • Brea, José Luis, “La era posmedia. Acción comunicativa, prácticas (post) artísticas y dispositivos neomediales”, Edición electrónica pdf.
  • ____________, “El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural”, Edición electrónica pdf

[1] Felix Suazo, “Para una redefinición de lo político en las prácticas de creación contemporáneas”, México, Curare, No 16, Julio Diciembre del 2000, s/n.

[2] José Luis Brea, “La era postmedia. Acción comunicativa, prácticas (post)artísticas y dispositivos neomediales”, Edición electrónica pdf, pág. 14.

Por su parte, Lucy Lippard lo define como: …cualquier tipo de obra de libre acceso que se preocupa, desafía, implica, y tienen en cuenta la opinión pública para quien o con quien ha sido realizada, respetando a la comunidad y al medio. Lippard R. Lucy, “Mirando alrededor: dónde estamos y dónde podríamos estar” en Blanco, Paloma et al, Modos de hacer, arte crítico, esfera pública y acción directa, Salamanca, Universidad de Salamanca, 2001, pág. 61.

[3] Douglas Crimp, “La redefinición de la especificidad espacial” en Blanco, Paloma et al Op. Cit. pág.148. Véase también obra de Richard Serra.  

[4] José Luis Brea, “La era postmedia…”, Op. Cit. pág. 21.

[5] José Luis Brea, “El tercer umbral. Estatuto de las prácticas artísticas en la era del capitalismo cultural”, Edición electrónica pdf, pág. 41

[6] Adolfo Sánchez Vázquez, “De la estética de la recepción a la estética de la participación” en Marchán, Simón et al, Real/Virtual en la Estética y la Teoría de las Artes, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2006, pág. 24.

[7] Paul Valéry, “Primera lección del curso de Poética” en Teoría poética y crítica, Madrid, Visor, 1990, pág. 117 y ss. Citado por Sánchez Ortiz de Urbina, Ricardo, “La recepción de la obra de arte” en Bozal, Valeriano et al, Historias de las ideas estéticas y de las teorías contemporáneas, Volumen II, Madrid, La balsa de la Medusa, 81, 1996, pág. 173.  

[8] Walter Benjamín, “El autor como productor” en Wallis, Brian et al, Arte después de la modernidad. Nuevos Planteamientos en torno a la representación, Madrid, Editorial Akal, 2001, pág. 300.

Este artículo fue originariamente concebido como un discurso para el “Instituto para el estudio de fascismo” en París, el 27 de abril de 1934. Ibidem, pág. 297.

Maestra en Artes Visuales por la ENAP/UNAM. Desde 2002 es Profesor Investigador del Instituto de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Es representante y miembro del CA "Prácticas visuales en el arte actual". Ha desarrollado los siguientes proyectos: "De la imagen gráfica a la imagen electrónica" y "Nuevos planteamientos en torno a la imagen". Actualmente trabaja en la Línea de Generación y Aplicación del Conocimiento: "Estudios y prácticas artísticas en un contexto intercultural: identidad, memoria y género".

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