Conocido como un destino turístico, Taxco ha destacado por su producción de joyería con las técnicas de la platería desde la década de 1930 y durante todo el siglo XX[1], generando un mercado nacional e internacional en este sector; al mismo tiempo, en Taxco se han dado momentos creativos en otras áreas del diseño como la cerámica, los esmaltes, los muebles, los textiles, el diseño de modas y por supuesto, objetos utilitarios de plata en combinación con diversos materiales.
Entre los diseñadores que podemos destacar se encuentra Félix Tissot[2], quien retoma rasgos tradicionales de la cerámica de Guerrero, el diseñador de muebles, lámparas y joyería Héctor Aguilar y el mismo William Spratling, arquitecto e iniciador de la platería en Taxco, así como otros tantos relevantes como la diseñadora de moda Tachi Castillo o Sigfrido “Sigi” Pineda, Antonio Pineda, Ezequiel Tapia y Margot de Taxco[3].
Estas individualidades creativas junto con muchos otros diseñadores se establecieron en Taxco durante el siglo XX, dejando interesantes y bellos ejemplos de diversas técnicas aplicadas a la creación de objetos, además de la joyería. No podría afirmar que estos diseñadores sentaron bases para un desarrollo posterior de los otros diseños –con excepción de la joyería– pues la historia del diseño de objetos en Taxco es más un recuento de personalidades creativas individuales que por diversas razones y circunstancias sociales y económicas no se articularon en un movimiento cultural o en una industria del diseño que les diera continuidad a sus iniciativas.
A excepción de la diseñadora Carmen Tapia que continúa la tradición joyera, lapidaria y orfebre familiar; la marca Spratling, que aún se comercializa por la familia Ulrich; o Los Castillo, que reproducen los diseños originales de Antonio Castillo, el resto de los diseñadores reconocidos en su momento, no tuvieron continuidad entre sus coterráneos o descendientes, pero sus obras circulan aún en subastas internacionales y pertenecen a colecciones privadas, que generalmente se encuentran en el extranjero.
A principios del presente siglo, debido a las circunstancias propiciadas por la cultura global, específicamente al internet, a las sucesivas crisis económicas y creativas que sufre Taxco hasta el día de hoy, y sobre todo, al surgimiento de una nueva generación de creativos locales y foráneos, que valoran y retoman tanto las técnicas y procesos heredados por la tradición familiar de algunos, como a la formación académica de otros tantos, es que se forma esta generación que emprende la reformulación de su propia figura como agente cultural, partiendo de la intersección disciplinar que fusiona el arte y diseño academizado junto a los saberes tradicionales locales como la platería y otras técnicas. Le caracterizan la búsqueda formal y conceptual apuntando a referentes culturales y artísticos que la globalidad disemina como valores estéticos, que van desde las propias raíces, ya exentas de folclorismos estigmatizantes, hasta la propia historia del arte y del diseño, vistos y entendidos en su dimensión creativa, técnica, funcional y conceptual; contrastados con la cultura y las contradicciones de la visualidad actual.
En algunos de ellos se perfilan intereses formales y estructurales provenientes de la arquitectura, las tecnologías, el diseño histórico y tradicional del mueble y los objetos del siglo XX y contemporáneo, otros exploran con técnicas y materiales tradicionales y no tradicionales; finalmente, unos más exploran las formas y sus relaciones con los lenguajes del arte contemporáneo. Vistos así, estos artistas-diseñadores-artesanos se proponen conscientemente o no como reflejos e hijos de su tiempo y probablemente sean entonces, la generación más activa en la renovación del diseño desde sus antecesores, pues no recurren a los patrones repetitivos, ni al epigonísmo[4] que aún caracteriza a la joyería de Taxco.
Por otro lado, la forma de producción de objetos que abrazan estos diseñadores es un reducto de actitudes personales y profesionales a contracorriente de la producción industrial y masificada de objetos cuya obsolescencia programada los sitúa en la cadena de consumo rápido y de deshecho; ellos se identifican más con la figura del creador de piezas únicas o series pequeñas, cuyo trabajo está impregnado de una mística que reconoce las propiedades de la materia y su transformación mediante la técnica, en función de una idea o razón vital y existencial. Estas formas de trabajo resguardan unos valores en torno al oficio, lo bien hecho y terminado; el respeto por los materiales, el pulimento de las habilidades y destrezas desde una ejecución lenta. Es toda una forma de ver el mundo y una actitud que se sostiene en un pequeño grupo de hacedores que abrevan de la herencia de Arts and Crafts[5], sostenida por Spratling en los años fundacionales de la tradición del diseño en Taxco.
Contrario a las tendencias contemporáneas predominantes en las producciones del diseño, el arte y sus rápidos consumos que se nutren de la virtualidad como valor, de la aleatoriedad como forma discursiva, de lo inacabado como finalidad, y de procesos creativos que se complacen únicamente en el enunciado: estos diseños se afirman en su materialidad y finalidad, sea esta de uso, de apreciación estética o ambas; van contra el predominio de las experiencias virtuales y la ilusión de lo real porque proponen en sus objetos el trabajo concreto impregnado de espiritualidad cotidiana, como el acto de beber en una taza bella y bien hecha o sentarse en un mueble bello que transpira aromas de cedro o caoba.
En la vida de ciertos objetos, surge una condición en la que estos, una vez cumplido su cometido funcional y utilitario, detonan experiencias de un orden diferente al de su uso, pero, que paradójicamente solo se puede acceder a tales experiencias mediante el uso mismo.
Estos objetos que rebasan su funcionalidad son objetos que van más allá de la forma útil, sea porque fueron pensados para generar experiencias más amplias o porque devienen en ellas de manera fortuita. Algo más habita en algunos objetos utilitarios, que nos es dado descubrir desde su uso, desde su utilidad y su contemplación; es así, que la belleza del objeto se transfiere hacia nosotros desde los actos cotidianos, en una especie de osmosis desde el uso, cuando lo bello externo útil, deviene en actos bellos y significativos, rituales, ceremoniales, contemplativos y únicos.
Algo en nosotros se transforma desde la experiencia del uso de un objeto estético en otra actitud hacia el mundo. Estética y ética se religan cuando los actos de la supervivencia grosera se refinan en acuerdo y armonía con los objetos con los que se realizan.
Si la utilidad de los objetos en su condición primaria y básica satisface usos inmediatos de supervivencia como la alimentación, mobiliario, almacenamiento y el mismo hábitat; esos mismos objetos tienen el potencial de ir más allá de su utilidad; sus cualidades estéticas únicas detonan cambios en la conducta silvestre o asilvestrada, sugieren sin decirlo, que para su uso es necesaria una actitud pausada, meditativa, contemplativa, estética y ética.
Un objeto de este tipo, se manifiesta desde su uso, e irradia valores apropiables, configuradores de la sensibilidad y actitud hacia el mundo; ciertos objetos nos educan, nos obligan sutilmente a tocarlos como se debe, quizás deviene en un ceremonial especial o esclarecen una actitud hacia ellos de respeto porque percibimos una especie de utilidad ampliada: la belleza del uso; la operación simbiótica que relaciona belleza y uso en un solo acto acabado y total, donde los objetos refinados se proyectan en actos humanos semejantes a ellos mismos, son los objetos los que nos perfeccionan al usarlos.
Miguel Ángel Ortiz Miranda
Taxco de Alarcón, Guerrero, México, 1977
Afortunadamente para Taxco y para la platería Miguel Ángel Ortiz[6] es heredero de algo más que el apellido de su padre, el maestro Antelmo “Jorge” Ortiz, perteneciente a la última generación de joyeros del taller “Rancho Spratling” de William Spratling; Miguel es heredero de una tradición que ha sabido preservar y enriquecer.
A los 7 años Miguel comenzó a trabajar en el taller de platería, marcando así su iniciación vocacional y su gusto por el trabajo; se hizo ayudante de taller donde su padre lo instruyó en el conocimiento de técnicas como: cera perdida, calado, limado, soldado, engastado, biselado, pulido, brillado, fundido, remachado, aleación de metales y algunos mecanismos; es ahí donde descubrió la experimentación técnica que derivará en la generación de sus propios procesos creativos. Cuando consideró que tenía las habilidades y conocimiento de las técnicas de la platería a la edad de 20 años, empezó a dibujar sus diseños propios; algo extraño si consideramos que en Taxco el trabajo de platero ha sido más el de un maquilador que el de un creativo de diseño. En Ortiz se reconocen rasgos de quien comprende el valor y utilidad de los procesos técnicos y los trasciende; se hace a sí mismo formulándose un pensamiento creativo más allá de las reproducciones y los encargos, transita por el camino del arte y del diseño. Como los artistas, hace lo que quiere con la materia, la transforma en sus caprichos creadores y toma los riesgos del arte: conocerse a sí mismo al encuentro de sus técnicas, materiales y formas.
Sus intereses lo han llevado a la práctica tridimensional en la escultura y orfebrería, para lo que ha tenido que ampliar sus habilidades con otras técnicas pues los retos son mayores; esto coincide con el interés en profundizar de manera académica en sus conocimientos dentro de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). En la que concluyó satisfactoriamente un diplomado especializado en “Diseño de platería, joyería, objeto utilitario y objeto artístico”, en 2016.
Los objetos de Miguel Ángel Ortiz plantean y enuncian su uso más allá de la funcionalidad, me refiero al uso estético de los objetos, que es la facultad que tienen algunas cosas inanimadas, diseñadas o encontradas de despertar y provocar en nosotros una actitud frente a ellas, porque hay algo intrínseco que las anida; algo así como un espíritu propio cuando son cosas modeladas por la naturaleza, y un alma propia cuando son creaciones humanas. Tal actitud es la del goce estético al reunir en torno a la belleza de los objetos a las personas que revisten sus actos cotidianos en extraordinarios.
Esta clase de objetos, no encubren la obsolescencia del consumo de hoy, no se plantean ni se diseñan con la expectativa fallida de su terminación temporal debido a su desgaste o falla, son objetos diseñados para ser perdurables, vivibles y recurrentes para cada vez que la ocasión lo disponga: la celebración, la conmemoración, la felicidad del vivir bien y con sentido.
En 2003 participó por primera vez en el Concurso Nacional de Platería, que se lleva a cabo en su ciudad natal, registró joyería: collar, aretes y anillo, con esta participación obtuvo “El Galardón del Gobierno del Estado de Guerrero” y el premio a la mejor pieza de joyería. Desde entonces a la fecha, ha participado en el Concurso Nacional de Platería año con año, la constancia y el trabajo lo llevo a obtener en 2013 y 2014 “El Galardón Nacional de Platería” y en 2015 “El Galardón William Spratling”. Los tres galardones fueron obtenidos con piezas de orfebrería. Además de las participaciones que ha tenido en la Concurso Nacional de Platería, ha obtenido una mención honorifica en el “Premio Hugo Salinas Price” y primeros lugares en la celebración del “Día del Platero” en Taxco, ha participado en exposiciones colectivas de joyería en CDMX, Perú y Bélgica. En 2012 fue seleccionado por el Gobierno del Estado de Guerrero, a través del H. Ayuntamiento de Taxco. Para que se le rindiera un Homenaje en la “Expo Grandes Maestros de la Platería en Taxco”. Forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.
Carmen Tapia Martínez
Taxco de Alarcón, Guerrero, México, 1978
Carmen Tapia[7] tiene formación académica en filosofía y artes plásticas y es parte de una tradición familiar de artífices en los metales y las piedras. Recreándose en esta afortunada circunstancia biográfica, Carmen hace coincidir la razón, la técnica y el arte en la búsqueda de sentido, formulándose un modo de pensar, actuar y ser en el mundo… y en los objetos. Como todo artista, tiene su propia forma de crear y un método que le es propio: Parte de una acuciosa observación de las formas de la materia con la que trabaja, indaga lentamente en sus cualidades intrínsecas y sus atributos, sean metales, maderas o piedras preciosas; así, la dureza, opacidad, transparencia, fragilidad o brillo, son solo algunas de las cualidades por las que definirá la esencia de su materialidad que le es útil para construir.
Su particular filosofía de los objetos la denomina como “la belleza en el uso” que refiere como una actitud ante la imagen y el orden que impregna la materialidad transformada y diseñada de una cosa con un fin utilitario sin menoscabo de sus propiedades estéticas que, como tales, son susceptibles de introyectar en un ejercicio de sensibilidad; hacerlas propias e integrarlas desde el uso cotidiano en la domesticidad íntima del hogar o bien, en la celebración social.
Sus obras han merecido múltiples reconocimientos en los más importantes concursos de joyería y diseño del país y su obra ha sido expuesta en galerías, museos y ferias de arte en México y el extranjero. Entre los que destacan, “Re-thinking Tradition: Contemporary Design in México” en Washington, “Méxican Zilver uit Taxco”, en el Zilver Museum, MAS de Amberes Bélgica, “Artificios, plata y diseño en México 1880-2012” en el Palacio de Iturbide, y “México en Plata, así como en las exposiciones individuales “Carmen Tapia/Platería Contemporánea” y “La Belleza en el uso” presentadas en el Museo Guillermo Spratling y en el Centro Cultural Casa Borda respectivamente. Recientemente participó en MAD about Jewelery en Arts and Design Museum, Nueva York; Brazil jewelry week, Sao Paulo Brasil; Una Modernidad hecha a mano, MUAC Museo Universitario de Arte Contemporáneo, UNAM; Diseño en Femenino Museo Franz Mayer, CDMX; Milan Jewerly week, Italia. Actualmente exhibe su obra en Mahnaz Collection Galery, en Nueva York.
Desde 2005 dirige el estudio de diseño en donde ha desarrollado proyectos creativos relevantes, destacando su colaboración con el escultor Jorge Yazpik, con el artista contemporáneo Mario della Vedova, con la Galería Casa Gutiérrez Nájera para ZONA MACO arte contemporáneo, así mismo con el autor de estas líneas. Actualmente es docente en el Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM y forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.
Stuart Alarcón Nava
Chilpancingo, Guerrero, México, 1992
Alarcón es egresado del Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM; forma parte de la primera generación de la Licenciatura en Artes Visuales 2011-2015, durante su estancia como alumno se enfocó en el grabado en color, estructurando el plano a partir de un entramado de líneas simples que dejan ver su inclinación por enunciar el espacio a partir de la organización de vectores, intersecciones y tensiones; posteriormente este planteamiento lo integra a su producción escultórica actual, logrando obras formales de gran sobriedad y elegancia. Sus esculturas semejan jaulas o nidos que se articulan a partir de sus intersecciones lineales; son de una aparente simplicidad, pero de gran complejidad técnica, pues la tridimensionalidad que propone supone destrezas técnicas solo alcanzadas a partir del entendimiento del comportamiento de los metales nobles.
La racionalidad y su natural instinto por la forma enuncian un saber hacer desde la intuición creativa, del saber qué hacer con la materia, pues ella misma le dicta la forma y el proceso; es ése un modo de conocimiento y de hacer muy afortunado y envidiado, es el estado de flujo ideal de la creatividad. Así ha generado su obra más reciente a partir de estructuras metálicas rígidas y flexibles que son observaciones y comentarios del orden natural, de la arquitectura orgánica de los pájaros tejedores, de nidos perfectos e impecables, debidos al instinto por la forma y la supervivencia.
Cuenta, hasta la fecha, con varias exposiciones colectivas en Taxco de Alarcón y en Acapulco como parte del grupo Bibelot que fue dirigido por la Profesora Carmen Tapia en el Plantel Taxco de la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM.
En 2015 cursó el diplomado en Diseño de Platería en la Facultad de Artes y Diseño, en Taxco, actualmente imparte clases de Joyería y Orfebrería en la Unidad Académica de Diseño y Arquitectura (UADA) de la Universidad Autónoma de Guerrero y forma parte del grupo de artistas y diseñadores Ars Faber.
En la próxima entrega continuaremos reseñando a otros notables diseñadores que enriquecen el panorama nacional del diseño con su labor. ¶
[Publicado el 8 de mayo de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 38]
[1] Stromberg, G. (1992). El juego del coyote: platería y arte en Taxco, Fondo de Cultura Económica, México.
[2] Mallet, A. E. (2020). Félix Tissot, Ed. Fauna, México.
[3] Artificios. Plata y Diseño en México, 1880-2015, (2015). Museo Amparo. Puebla.
[4] Epígono se refiere a aquella persona que sigue el pensamiento, las ideas o el estilo de otra.
[5] Argan, G. C. (1997). El pasado en el presente: El revival en las artes plásticas, la arquitectura, el cine y el teatro, Gustavo Gilli, Barcelona.
[6] Morrill, P. C. (2019). Dreaming in Silver / Soñar en Plata: Silver Artists of Modern Mexico. Schiffer. Atglen.
[7] Morrill, P. C. (2019). Op. cit.