La última etapa de diseño de la reconocida imagen de México 68

9 mayo, 2023

Por Erika Villa Mansur.–

“Para que trabajaran juntos con un mismo sentido [que los mexicanos], a los diseñadores extranjeros los mandé un mes a recorrer las principales zonas folklóricas del país, las principales ferias, para que se impregnaran del color y del sentido mexicano y así pudiéramos tener un diseño del lenguaje internacional, pero con mensaje mexicano”[1].

Pedro Ramírez Vázquez

En artículos anteriores he hablado sobre los antecedentes de los Juegos Olímpicos, la organización del Comité Olímpico Internacional[2] (COI), la trayectoria del Barón de Coubertin[3], los símbolos olímpicos y los elementos gráficos que se realizan para respaldar y promocionar a los Juegos de la era moderna.

Una candidatura a los Juegos se concursa con siete años de antelación a través de un libro que responde a un serio y formal cuestionario del COI, una vez obtenida la sede es necesario hacer una fuerte difusión del evento, así como una imagen visual que lo represente. Al principio se utilizaban carteles de promoción, timbres postales y una serie de materiales gráficos, cerrando con memorias que dejaran evidencia impresa y registro del proceso. La relevancia del diseño y su representación son medulares para la identidad, imagen, lema, íconos, emblema y demás elementos representativos de cada evento.

Es importante hacer un breve repaso de los artículos que he escrito al respecto [Véase aquí el listado[4]], en donde se expone cronológicamente el proceso de los Juegos Olímpicos de México 68, con el fin de contextualizar y ofrecer una visión más global sobre el análisis del diseño, facetas, procesos, equipos de trabajo, mezclas y desarrollo de materiales realizados, siendo estos, parteaguas del diseño gráfico en nuestro país y su imagen ante el mundo.

En la reunión del COI en Baden-Baden[5] en octubre de 1963, y después de varios intentos, se obtuvo la sede olímpica para México 68, con 30 votos a favor y 28 que no optaron por nuestra ciudad por considerar a México como un país subdesarrollado, casi tercermundista, incapaz de llevar a cabo un evento de esta magnitud, argumentando como gran riesgo la altitud de la ciudad. A mediados de 1965, tras dejar la presidencia de la República, el Lic. Adolfo López Mateos[6] tomó la dirección del Comité Olímpico Organizador, acompañado del ‘Gigante del Olimpismo’, el general José de Jesús Clark Flores[7], llevando a cabo los primeros pasos para organizar los Juegos.

Enfocándome particularmente al diseño y aportaciones gráficas, registro tres etapas.

En la primera, se realizaron; el llamado Libro Blanco ‘México Solicita’, tres Boletines Oficiales, un encarte de pictogramas deportivos con imágenes de Diego Rivera basadas en bocetos del inconcluso friso del Estadio Olímpico Universitario[8], materiales llevados a cabo bajo la dirección del Arq. Lorenzo Carrasco[9], además de un emblema oficial registrado ante el COI, con un grabado del maestro Alejandro Alvarado y Carreño[10], con motivos prehispánicos.

Una segunda etapa, cuando López Mateos enferma, el entonces presidente de la República Lic. Gustavo Díaz Ordaz[11], nombra al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez[12] al frente del Comité Olímpico Organizador (COO). Contando con sólo 27 meses para la realización de los Juegos, que por múltiples factores presentaban un sinfín de retrasos, dentro de los pendientes más relevantes estaba la búsqueda y actualización de una imagen impactante, alejada del discurso prehispánico que requería modernidad y vanguardia, que se acercara a nuestras tradiciones populares.

El Arq. Ramírez Vázquez, en busca de modernidad puso sus ojos en la nueva carrera de Diseño Industrial de la Universidad Iberoamericana[13], organizada y dirigida por el Arq. Manuel Villazón Vázquez[14], quien, ante el pedimento, formó un equipo de trabajo con maestros y alumnos de esta licenciatura, para crear el Departamento de Diseño de Productos, Elementos de Servicio y Exposiciones. En esta etapa se hicieron variantes del primer emblema, una serie de carteles promocionales y deportivos, transformaciones de los pictogramas y el cuarto boletín oficial.

Pero no había una real convicción sobre estos resultados gráficos, ni sobre la imagen que se quería transmitir, por lo que el Arq. Ramírez Vázquez continuó con la búsqueda de una imagen moderna, pero con tradición. Para ese momento el arquitecto tenía, como siempre, grandes proyectos, uno de ellos era el Pabellón de México en Nueva York[15] con el Arq. Eduardo Terrazas[16] como arquitecto residente de esta edificación en la Feria Mundial, su estancia en la ‘Gran Manzana’ le permitió conocer a Beatrice Trueblood[17] que trabajaba en la editorial Viking Press[18] y a quien presentó con Ramírez Vázquez, este último la invitó a colaborar en su segundo gran proyecto, el Museo Nacional de Antropología e Historia[19], inaugurado en septiembre de 1964, donde Beatrice hizo el libro, trabajo que propició que la invitara a colaborar en el proyecto olímpico.

Para ese entonces había mucha presión alrededor de la Olimpiada de México, Avery Brundage[20] subrayó “la necesidad de una publicidad constructiva”, “México puede perder todos los beneficios intangibles que se obtienen al organizar los Juegos Olímpicos si la publicidad no es favorable”[21], ya habían pasado casi tres años del otorgamiento de la sede y prácticamente no había avances, se requería una imagen con identidad para presentarla al mundo. Ramírez Vázquez, años después, declaró “estaba preocupado por el rechazo internacional. Entonces en 1966, mi intención principal era encontrar una imagen que inmediatamente provocaría sorpresa, una imagen que fuera efectiva. Vamos a necesitar muy buena publicidad, pensé”[22].

Fue así como el arquitecto volvió a empezar, creando el Programa de Información, “el Programa de Identidad Olímpica, que consistió esencialmente en la creación de una imagen de los Juegos en México y en la proyección mundial de esa imagen”[23], conformó el Departamento de Publicaciones a cargo de Trueblood y el de Diseño Urbano dirigido por Terrazas, había múltiples deficiencias que debían contrarrestar la mala imagen de México, sobre todo la necesidad de proyectarse como un país moderno y capaz, para el COO era urgente hacer promoción a los Juegos dando certeza al COI y al mundo.

Para ese entonces, la imagen ya había pasado por varios procesos y era muy importante cómo el mundo percibiría a México, no querían dar las clásicas ideas prehispánicas, indígenas, de arte popular, del sombrero charro y mucho menos al indito recargado en un nopal. El arquitecto tenía una visión mucho más ambiciosa y un objetivo muy claro, quería proyectar tradición y vanguardia, un estilo contemporáneo propio, moderno e internacional, que rompiera los estereotipos mexicanos tan identificados hasta entonces, para estimular un interés general.

Es aquí en donde empieza esta aventura, la búsqueda de una nueva imagen y la conformación de renovados equipos de trabajo para estos Departamentos, personas especializadas para estas labores, por lo que Terrazas se dio a la tarea de ir a Nueva York en busca de un diseñador, en vista de que cuando estuvo encargado del Pabellón de México se relacionó con mucha gente importante, como George Nelson[24], quien había dirigido el exitoso proyecto del Pabellón de Chrysler[25], Nelson sugirió a Lance Wyman[26] como posibilidad para venir a México por un mes a probar su desempeño, y aunque posteriormente tuvieron desacuerdos, Wyman fue pieza clave en el desarrollo de la imagen gráfica para los Juegos de México 68.

En una de mis entrevistas con el arquitecto Terrazas, mencionó que en una de las reuniones de trabajo con Ramírez Vázquez y Trueblood, generaron una lluvia de ideas para la nueva imagen, que debía ser vanguardista, pero conservando las tradiciones “una imagen de un México cosmopolita que convive sin contradicciones con sus herencias culturales”[27], dice que fue allí donde establecieron el concepto rector de la identidad, con tres componentes informativos: el evento, el lugar y el año. Particularmente difiero de esta innovación, ya que, en los Juegos Olímpicos anteriores, el cartel y la imagen cuentan con estos tres elementos, de hecho, el primer emblema oficial registrado para la XIX Olimpiada de México, es muy parecida a la del emblema de Tokio 1964, creado por Yusaku Kamekura[28] [Véanse las Figuras 1a y 1b), con lineamientos de la identidad visual determinados por Masaru Katsumi[29], Hara Hiromu[30] y otros diseñadores. Su composición simple y minimalista convirtieron a esta pieza en un exitoso y reconocido emblema a nivel mundial, con el círculo rojo, símbolo del sol naciente de Japón, los anillos olímpicos, el nombre de la ciudad y el año[31].

Figura 1a cartel de Tokio 64.
Figura 1 b cartel México 68.

En esa misma entrevista Terrazas apuntó, que con esta premisa trazó un primer esquema del número 68 con una sola línea y que Ramírez Vázquez le recomendó ponerle otras “líneas paralelas para hacerlo ver más fuerte”, siendo esta la propuesta que se convirtió en la base del logotipo de México 68 que conocemos. También mencionó su gran amor por nuestras tradiciones, llevando a la siguiente reunión una tabla huichol de su natal Jalisco, como propuesta de solución de las líneas paralelas sugeridas por el arquitecto, realizando así la construcción final, turnándola a Lance Wyman, quien –de acuerdo con Terrazas– únicamente participó en la creación de la imagen como dibujante[32].

Aunque el diseñador neoyorquino tiene una opinión distinta y en la cual yo coincido, ya que, por una parte, el arte huichol es muy colorido y maneja líneas que envuelven al dibujo, y el logotipo de México 68 tiene características claras del Op art, líneas concéntricas paralelas convergentes y divergentes, bi-cromaticidad (blanco y negro), espacios positivo y negativo, geometría, ilusiones ópticas, simulación de movimiento, acercamiento, alejamiento o abultamiento, volumen y efecto moiré[33].

Beatrice Trueblood asegura que el logotipo para México 68 fue una idea que surgió en su oficina, donde estaban ella, Wyman, Terrazas, Ramírez Vázquez y Mathias Goeritz. Recordemos que todos ellos habían estado en Nueva York en el momento del Op art, conocían el boom de tendencias y moda que irradiaban al mundo en la ‘Gran Manzana’ desde principios de los años sesenta, por lo que es viable que esa tendencia artística haya influido de manera determinante en todos ellos. [Véanse las Figuras 2a, 2b y 2c].

Figura 2a Tabla huichol.
Figura 2b Op art Bridget Riley, Curva alada (1966).
Figura 2c Logo final.

Wyman en sus conferencias, entrevistas, libros o sitios web, toca con diplomacia el tema de lo huichol, pero siempre presenta una pieza precolombina [Véase Figura 3a y 3b] como parte de su argumentación sobre los referentes de “lo mexicano” en su imagotipo. Basta una mirada para darse cuenta de que hay más relación formal entre los sellos prehispánicos que con las tablas huicholas, que para algunos han constituido una especie de obsesión[34].

Figura 3a Pieza precolombina.
Figura 3b Sello de la cultura mexica, periodo posclásico hallado en el Valle de México.

También dice Wyman que Ramírez Vázquez le recomendó empaparse de la cultura y las expresiones mexicanas, particularmente del Museo de Antropología, “Una forma de hacerlo [la identidad gráfica] sería utilizando un elemento reconocible como el calendario azteca o formas típicas de arte popular mexicano”, recuerda que estaba “comenzando a sentir pánico” cuando súbitamente se le “ocurrió el diseño”.

“Llegué a la idea de generar las formas numéricas del 68 a partir de la geometría de los cinco anillos olímpicos [Véase Figura 4]. A partir de ahí desarrollé las formas de las letras de MÉXICO y nació el logotipo”. […] Los 5 anillos del 68 al MÉXICO’68 fue una progresión muy natural que fue precedida e influenciada por muchas visitas al Museo de Antropología para estudiar el diseño precolombino y el arte popular mexicano, al asimilar la vitalidad y estética de los mercados mexicanos, y por la influencia del arte ‘Op’ y el poderoso trabajo de Bridget Riley y [Víctor] Vasarely[35].

Fig. 4 Desarrollo del imagotipo México 68 según todos mis entrevistados y fuentes documentales. A los aros se habría integrado el número 68, lo cual yo encontré improbable.

Después de haber estudiado a fondo el tema, creo que sí hubo una lluvia de ideas entre las personas del Programa de Identidad Olímpica, pero considero que el diseño final fue creado por Wyman, ya que, en sus entrevistas y conferencias declara que cuando llegó a México “venía lleno del Op art[36], y que en el logotipo “Las partes del Op art estuvieron influenciadas por el trabajo que había estado haciendo en Nueva York y por la tecnología que estaba llegando en ese momento”[37].

Sumado a esto, está su trayectoria de diseño, base académica, experiencia profesional y el hecho de ser el único diseñador. Además de contar ya con desarrollos de este estilo, como se ve en su línea de tiempo [Véase Figura 5] y en trabajos previos con influencia del Op art, particularmente en su logotipo anterior, realizado en 1966 para la Expo de la USIA (Industrial Design USA) en Moscú. Datos que muestran que él era el más apto para generar una propuesta con estos alcances, como la realización del exitoso diseño de México 68. [Véase Figura 6].

Figura 5 Línea de tiempo de diseños de Lance Wyman desde sus inicios hasta 1968.
Fig. 6 Diseño de Lance Wyman para el logotipo de la Expo de la USIA en Moscú 1966.

Durante mis entrevistas pude constatar que únicamente Lance Wyman y José Luis Ortiz[38], explican las características tipográficas de construcción geométrica y desarrollo del alfabeto de este logotipo. Ortiz, asistente directo de Wyman, me mostró y explicó personalmente, durante la entrevista que le hice en su estudio de Nueva York, cómo se dimensionaron los círculos para generar primero los números, los ajustes al tamaño, la disposición de los aros, el correcto anclaje visual, la adaptación e integración global y estructural, tal como se aprecia en un ejemplo original del trazado a compás que conserva Lance Wyman en sus archivos [Véase Figura 7]. Luego de haber desarrollado los seis caracteres para el logotipo, hicieron el alfabeto bajo el mismo principio, con la finalidad de ser inmediatamente reconocible, con una imagen visual armoniosa e impactante. José Luis realizó el trazado y la integración de palabras identificadas con el evento olímpico. [Véase Figura 8]. Explica el ajuste de los hombros de las letras, de los números “6” y “8” para su adecuada composición, los grosores y variaciones de uniformidad, congruencia y armonía, que proporcionaron fluidez y equilibrio[39].

Fig. 7 ejemplar original del trazado a compás que conserva Lance Wyman en sus archivos.
Fig. 8 Alfabeto diseñado por Lance Wyman y trazado por José Luis Ortiz.

Para cerrar, invito a la observación, análisis y reflexión de estilos visuales que caracterizan a los materiales gráficos de México 68, en donde el único elemento que unifica y lo vuelve un sistema es la tipografía trilineal, esta base geométrica con líneas radiantes a su alrededor que circuló desde finales de 1966, teniendo una inmediata aceptación y reconocimiento internacional. El nuevo logotipo creado para los Juegos Olímpicos de México 1968, se convirtió, como dice Philip B. Meggs en su libro Historia del Diseño, en “uno de los más exitosos en la evolución de la identificación visual”[40]. [Véanse las Figuras 9 a 20].

Figs. de 9 a la 20, Construcción del numeral para México 68, vestido y logo de México 68, timbre postal, cartel con foto, cartel foto en alto contraste, cartel puntillismo, cartel alto contraste, cartel flores, portada-funda disco, boleto evento, publicaciones y boletines oficiales. ¶

[Publicado el 9 de mayo de 2023]
[.925 Artes y Diseño, Año 10, edición 38]

Fig. 9 Cartel México 68.
Fig. 10 Vestido y logo de México 68.
Fig. 11 Timbre postal, últimas ediciones.
Fig. 12 Cartel con foto.
Fig. 13 Cartel foto en alto contraste.
Fig. 14 Cartel puntillismo.
Fig. 15 Cartel alto contraste.
Fig. 16 Cartel con flores.
Fig. 17 Portada-funda disco.
Fig. 18 Boleto para evento.
Fig. 19 Publicaciones, contraportadas del Boletín Olímpico.
Fig. 20 Portadas de Boletines oficiales.

Fuentes de consulta

  • Repollés, J; Maldonado, T; Fadanelli, G.; Nikas, J.; Argullol, R.; Terrazas, E. y Tibol, R. 2012. Eduardo Terrazas, posibilidades de una Estructura. Turner. España
  • Zolov, E. (2005). “The Harmonizing Nation: Mexico and the 1968 Olympics.” En In the game, editado por Ami Bass. Palgrave Macmillan. New York.
  • Villa Mansur, E. “El diseño de la Identidad gráfica para los XIX Juegos Olímpicos de México 68”. Tesis doctoral, Universidad Nacional Autónoma de México, Doctorado en Artes y Diseño, 2021.
  • Villa Mansur, E., septiembre 5, 2012. Entrevista con Eduardo Terrazas de la Peña (para los Juegos Olímpicos de México 68). CDMX.
  • Villa Mansur, E., septiembre 8, 2019. Entrevista con Javier Ramírez Campuzano (Hijo de Pedro Ramírez Vázquez). Archivo Ramírez Vázquez, CDMX.
  • Villa Mansur, E., diciembre 5, 2018. Entrevista con José Luis Ortiz Téllez (diseñador del equipo de Lance Wyman para los Juegos Olímpicos de México 68, artista visual y consultor). Taller de Nueva York, N.Y.

[1] Reyes, P. (2013). “En palabras de Pedro Ramírez Vázquez (1919-2013).” Reporte Índigo, abril 25, 2013. https://www.reporteindigo.com/piensa/en-palabras-de-pedro-ramirez-vazquez-1919-2013/

[2] https://olympics.com/IOC

[3] Pierre Fredy de Coubertin, barón de Coubertin (París, 1863 – Ginebra, 1937). pedagogo e historiador francés, fundador de los Juegos Olímpicos modernos.

[4] Artículos de Erika Villa Mansur: «El origen desconocido de la identidad olímpica México 1968», https://revista925taxco.fad.unam.mxindex.php/2020/05/04/el-origen-desconocido-de-la-identidad-olimpica-mexico-1968/. «La influencia de las artes populares en busca de una imagen para los Juegos Olímpicos de México 1968», https://revista925taxco.fad.unam.mxindex.php/2020/11/04/la-influencia-de-las-artes-populares-en-busca-de-una-imagen/. «El exitoso artífice Pedro Ramírez Vázquez en los Juegos Olímpicos de México 68, su imagen e identidad», https://revista925taxco.fad.unam.mxindex.php/2022/05/05/exitoso-artifice-pedro-ramirez-vazquez/

[5] Baden-Baden es una ciudad alemana, en el estado federado de Baden-Wurtemberg.

[6] Adolfo López Mateos (Atizapán de Zaragoza, 1909 – Ciudad de México, 1969). Abogado y político mexicano, presidente de México entre 1958 y 1964.

[7] José de Jesús Clark Flores (Durango, 1908 – Ciudad de México, 1971). Militar y político mexicano.

[8] El Estadio Olímpico Universitario es un recinto deportivo multiusos de 1952 perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México, ubicado en la Ciudad de México obra de los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Jorge Bravo y Raúl Salinas Moro. En sus taludes el artista Diego Rivera encabezó la creación del mural ‘La universidad, la familia y el deporte en México’, el cual quedó inconcluso tras la muerte del artista.

[9] Lorenzo Carrasco Ortiz (Juchitán, 1920 – Ciudad de México, 1987). Arquitecto mexicano. Junto con el Arq. Guillermo Rossell de la Lama fundador de la revista ‘Espacios–Revista integral de arquitectura y artes plásticas’.

[10] Alejandro Alvarado y Carreño (Ciudad de México, 1933 – Ciudad de México, 2019). Grabador y docente mexicano.

[11] Gustavo Díaz Ordaz Bolaños (San Andrés Chalchicomula —hoy Ciudad Serdán—,1911 – Ciudad de México, 1979). Abogado y político mexicano, presidente de México entre 1964 y 1970.

[12] Pedro Ramírez Vázquez (Ciudad de México, 1919 – Ciudad de México, 2013). Arquitecto, urbanista, diseñador, escritor, editor y funcionario público mexicano.

[13] https://ibero.mx

[14] Manuel Villazón Vázquez (Ciudad de México, 1932 – Ciudad de México, 2013) Arquitecto, diseñador y director universitario mexicano.

[15] La Feria Mundial de Nueva York de 1964 fue una exposición internacional celebrada en la ciudad de Nueva York. El sitio de la exposición fue Flushing Meadows-Corona Park. La feria se inauguró en 1964 y estuvo abierta hasta 1965 (durante 2 temporadas de 6 meses cada una).

[16] Eduardo Terrazas del Río (Guadalajara, 1936). Aruitecto, urbanista y diseñador mexicano.

[17] Beatrice Trueblood (Riga, 1938). Editora nortemericana de origen letón.

[18] Viking Press es una editorial estadounidense actualmente parte de Penguin Books. Fundada en Nueva York en 1931 por Harold K. Guinzburg y George S. Oppenheim.

[19] https://www.mna.inah.gob.mx

[20] Avery Brundage (Detroit, 1887 – Garmisch-Partenkirchen, 1975). Atleta y dirigente deportivo estadounidense. Fue presidente del Comité Olímpico Internacional entre 1952 y 1972.

[21] Zolov, E. (2005). “The Harmonizing Nation: Mexico and the 1968 Olympics.” En In the game, editado por Ami Bass. Palgrave Macmillan. New York.

[22] Sarhandi, D.; Rivas, C. y Terrazas, E. 2005. “This is 1968… This is Mexico.” Eye Magazine. http://www.eyemagazine.com/feature/article/this-is-1968-this-is-mexico

[23] Comité Organizador de los Juegos de la XIX Olimpiada. 1969. México 68 (Informe). Vol 1. Editado por Beatrice Trueblood. México.

[24] George Nelson (Hartford, 1908 – Nueva York, 1986). Arquitecto y diseñador estadounidense.

[25] Villa Mansur, E. Septiembre 8, 2019. Entrevista con Javier Ramírez Campuzano (hijo de Pedro Ramírez Vázquez). Archivo Ramírez Vázquez, CDMX.

[26] Lance Wyman (Newark, 1937). Diseñador gráfico estadounidense.

[27] Villa Mansur, E. Septiembre 5, 2012. Entrevista con Eduardo Terrazas de la Peña (arq. para los Juegos Olímpicos de México 68). CDMX.

[28] El mismo Lance Wyman reconocería la gran influencia del Diseño basado en pictogramas, tal como comentaría posteriormente en entrevista con Byrnes: “La creación de iconografía para una Olimpiada ya se había establecido. Tokio había hecho un buen trabajo al respecto en el ‘64, por lo que estaba más o menos estableciendo una forma de identificar a una audiencia internacional que habla diferentes idio­mas”. En Mark Byrnes, “Wayfinding With Lance Wyman”.

[29] Masaru Katsumi (1909-1983). Traductor japonés y crítico de arte

[30] Hara Hiromu (1903-1986). Diseñador japonés.

[31] Villa Mansur, E. “El diseño de la Identidad gráfica para los XIX Juegos Olímpicos de México 68”. Tesis doctoral, Universidad Nacional Autónoma de México, Doctorado en Artes y Diseño, 2021.

[32] Villa Mansur, E. Septiembre 5, 2012. Entrevista con Eduardo Terrazas de la Peña (para los Juegos Olímpicos de México 68). CDMX.

[33] Espasa Calpe, ed., Historia Universal de la Pintura, vol. 5. 1301 – 1306.

[34] Repollés, J.; Maldonado, T.; Fadanelli, G.; Nikas, J.; Argullol, R.; Terrazas, E. y Tibol, R. 2012. Eduardo Terrazas, posibilidades de una Estructura. Turner. España.

[35] Zolov, E. (2004). Showcasing the ‘land of tomorrow’: Mexico and the 1968 olympics.” The Americas, vol. 61, no. 2 (159-88). Nueva York.

[36] Mullen, C. & Trufelman, A. prods. 2017. Episode 264: Mexico 68. Interview with Lance Wyman (podcast), 99 % invisible (sitio web), junio 27, 2017. https://99percentinvisible.org/episode/mexico-68/

[37] Nattinger, L. “Mexico City: In Conversation with Lance Wyman.” Per Diem (sitio web). https://www.perd-iem.world/mexico-city-with-lance-wyman/

[38] José Luis Ortiz Téllez (Ciudad de México, 1945). Artista visual, diseñador gráfico y consultor.

[39] Villa Mansur, E. Diciembre 5, 2018. Entrevista con José Luis Ortiz Téllez (diseñador del equipo de Lance Wyman para los Juegos Olímpicos de México 68, artista visual y consultor). Taller de Nueva York, N. Y.

[40] Meggs, Philip B. y Alston W. Purvis, Meggs’ History of Graphic Design, 302. Por su parte, Giovanni Troconi opina que: “El logotipo de México 68 ―al que sólo podemos reprocharle la omisión del acento― es visualmente poderoso y memorable por el flujo armónico de oposiciones, por la nitidez y el acierto de emplear el blanco y negro, pero, ante todo, por la síntesis que logró: ser mexicano dentro de la tradición contemporánea”, en su Historia del Diseño Gráfico en México (1910-2010), 213.

Mexicana, Licenciada en Diseño Gráfico, Maestra en Artes Visuales con Orientación en Comunicación y Diseño Gráfico por la FAD, UNAM - Doctora en Historia del Arte por el Colegio de Morelos (COLMOR) y Doctora en Artes y Diseño por la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. Con más de 30 años de experiencia docente en distintas universidades públicas y privadas. Free Lance en Diseño Gráfico. Fue Directora del Departamento de Desarrollo, encargada del proyecto y Directora de Carrera de la Licenciatura en Animación y Arte Digital en el ITESM. Hizo una estancia en Valencia, España, participando en conferencias, publicación en revista y exposiciones en México y España. Asesora de tesis de licenciatura y maestría. Co-tutora en tesis doctorales en FAD–UNAM y Miembro del Subcomité de Evaluación para la Maestría en Diseño y Comunicación Visual, en la UNAM. Curadora de la exposición del 50 aniversario de los Juegos Olímpicos de México 68 en la Universidad Iberoamericana. Ha dictado varias ponencias, conferencias y participación en mesas redondas sobre los temas de la Identidad Olímpica de México y sobre la Olimpiada Cultural de 1968 en diversas instituciones públicas y privadas.

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