Año 12 / edición 45 / febrero 2025 - ISSN: 2395-9894

La colaboración entre fotógrafos e inteligencia artificial redefine el proceso creativo

5 febrero, 2025
Resumen
La llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa está redefiniendo el mundo de la fotografía, al tiempo que plantea nuevas preguntas sobre la autenticidad y el proceso creativo. En este artículo analizamos dos casos controversiales de fotógrafos que utilizaron una inteligencia artificial para ganar concursos importantes en el medio, y un tercer caso en donde el autor fue descalificado por presentar una fotografía “real” en una categoría de IA.
Palabras clave
inteligencia artificial, fotografía, proceso creativo, sintografía, autoría
Abstract
The advent of generative artificial intelligence (AI) is redefining the world of photography, while raising new questions about authenticity and the creative process. In this article we look at two controversial cases of photographers who used artificial intelligence to win major competitions in the medium, and a third case where the author was disqualified for submitting a “real” photograph in an AI category.
Keywords
artificial intelligence, photography, creative process, syntography, authoring  


En ese sentido, Elke Reinhuber[1] considera que, con la aplicación integral de la IA en la creación y posproducción de imágenes, podría ser cuestionable que las visualizaciones resultantes todavía se consideren “fotografías” en un sentido clásico (dibujar con la luz). Y propone un nuevo término: “sintografía”, que define la fusión entre síntesis y fotografía.

La frase “esto no es real” o “esto no es una fotografía” se lee con más frecuencia en redes sociales y ha generado un debate entre puristas y aquellos especialistas de la lente que buscan estar siempre a la vanguardia. La IA ha inundado el mundo de la fotografía y ni los más eruditos en la materia pueden distinguir cuándo se trata de una imagen generada con IA y cuándo de una capturada con una cámara.

Laura González Flores[2] asegura que la cualidad mimética de la imagen –el parecido visual entre la imagen y su objeto– sería la clave inicial para entender el primer efecto que la imagen fotográfica tiene en nosotros: más que conocerla, lo que hacemos es reconocerla. Sin embargo, con la IA, los algoritmos pueden generar fotografías realistas partiendo de descripciones meramente textuales en donde creemos reconocer realidades.

De acuerdo con Joan Fontcuberta, en el contexto estricto de la creación artística, la fotografía aparece como una tecnología al servicio de la verdad; la cámara testimonia aquello que ha sucedido, y la película está destinada a ser un soporte de evidencias.[3] Por tanto, y en concordancia con el autor, la fotografía se asocia estrictamente al soporte cámara y la evidencia referente; no obstante, en la creación de imágenes generadas con IA, esto rara vez se cumple.

A pesar de la resistencia de algunos fotógrafos a aprovechar la IA para hacer eficiente su trabajo, de acuerdo con el Informe de la Industria Fotográfica 2024 elaborado por Zenfolio, en el que participaron 7,600 fotógrafos de 102 países, el uso de la IA se ha incrementado un 12% en comparación con 2023; los recursos más comunes incluyen: la reducción de ruido, eliminación de fondo, selección automática de sujetos, suavizado de piel, corrección de color, mejora de la imagen y reconocimiento facial. Por el contrario, el porcentaje de fotógrafos que no han utilizado la IA en absoluto ha disminuido del 46% al 18%, aunque el informe también señala que muchos de los fotógrafos hacen uso de esta tecnología sin siquiera saberlo.[4]

A pesar de que los modelos de IA se introdujeron desde los años 60 del siglo pasado con los chatbots, no fue sino hasta 2014 que la ciencia de la computación introdujo algoritmos de aprendizaje automático que permiten que la IA generativa cree imágenes.[5] El resultado se parece a una fotografía, aunque diste mucho de serlo.

La controversia generada por el uso de la IA dentro del mundo fotográfico ha llegado incluso a los concursos internacionales, como el prestigiado Sony World Photography Awards 2023, en donde una inquietante imagen en tonos sepia del fotógrafo alemán Boris Eldagsen ganó el primer lugar en la categoría abierta creativa. El autor causó polémica mundial tras rechazar el premio, pues reconocía haber generado su imagen, titulada Pseudomnesia: The Electrician, con IA. Su obra, comentó Eldagsen, era una “estafa de lo real”, y aseguró que quiso poner a prueba al certamen ante la proliferación de una nueva tecnología que complementa a la fotografía pero que necesita ser clasificada de otra forma,[6] así que exhortaba a los jueces a estar preparados para saber discernir entre una fotografía y una imagen generada con IA (véase imagen 1).

Imagen 1. Boris Eldagsen, Pseudomnesia: The Electrician, 2023

Otro caso emblemático, esta vez en México, fue uno de los Premios Adquisición de la XX Bienal de Fotografía, otorgado a Rogelio Séptimo en el Centro de la Imagen. El certamen reconoce e impulsa la producción fotográfica en el país; sin embargo, en su serie Exhumar la memor.IA,el autor no presenta fotografías, sino sintografíasque aprovechan la IA para recrear el rostro de antepasados de la isla de Janitzio en Michoacán. Aunque el fotógrafo no miente al presentar su trabajo, pues claramente en el título se hace referencia al uso de la IA, pone en jaque al jurado y genera polémica entre los demás participantes (véase imágenes 2, 3 y 4).

Imágenes 2, 3 y 4. Rogelio Séptimo, Exhumar la memor.IA, 2023

Por último, se hace alusión a un ejemplo contrario a los anteriores, en el cual el fotógrafo Miles Astray presentó una imagen minimalista de un flamingo rosado sin cabeza cuyo fondo pareciera ser nieve o mar. Concursó en la categoría de IA del 1839 Awards, pero su propuesta, a diferencia de las mencionadas arriba, sí se trataba de una fotografía. Astray decidió postular su obra haciéndola pasar como generada con IA como una forma de protesta contra las imágenes que han comenzado a colarse en los concursos de arte y fotografía de los últimos años. La imagen engañó al jurado y al público, pues la anatomía del animal se veía extraña: todo parecía indicar que se trataba de IA. Tras ganar el tercer lugar de la categoría y el premio del voto popular, Astray confesó su falacia a los organizadores y dejó de manifiesto que el contenido visual hecho por humanos no ha perdido relevancia (véase imagen 5).

Imagen 5. Miles Astray, Flamingone, 2024

Para crear sintografías, los usuarios, incluidos los fotógrafos, utilizan lo que se ha denominado como “IA generativa”, un subconjunto de tecnologías de aprendizaje automático (machine learning) que, a partir de las especificaciones realizadas en lenguaje natural (un texto corto o muy elaborado), permite obtener nuevas imágenes (véase imagen 6).

Imagen 6. Representación de una red neuronal usada en una IA generativa de imágenes. Elaboración de los autores

La IA generativa causó revuelo en el año 2022 con el lanzamiento de Chat GPT (Generative Pre-trained Transformer), un chatbot basado en un modelo de red neuronal.

Es precisamente el uso de este tipo de redes la clave para entender la generación de imágenes. Se trata, por decirlo de alguna manera, de cerebros primitivos[7] expuestos al mundo a través de un proceso de entrenamiento con datos reales. Las redes neuronales que componen el modelo desarrollan algoritmos que les permiten clasificar diversos objetos; su “aprendizaje” se utiliza posteriormente para generar contenido novedoso en respuesta a la solicitud de un usuario. Mientras más grande sea el volumen de datos con que se entrena el sistema, mayor será su exactitud al generar la respuesta deseada por el fotógrafo. Las aplicaciones de IA generativa de síntesis de texto a imagen más populares actualmente son: Midjourney, DALL-e y Stable Diffusion.

La consecuencia de este proceso creativo es una colaboración entre el humano y la máquina, un híbrido ficcional que de algún modo abandona “lo real” para producir imágenes fantásticas que se alejan del concepto de “fotografía”, de la evidencia y del presupuesto de “verdad”, aproximándose entonces a la “falsedad” y a la “mentira”.

El problema no es si la fotografía miente o no, tampoco si ha muerto. Las fotografías siempre han sido el registro de una apariencia y las apariencias engañan; el verdadero contratiempo es que nos encontramos ante la “muerte de la verdad”.[8]

Los “estudios de la falsedad”,[9] como factor de política creativa en las artes y en la literatura, han suscitado, por su parte, un interés en torno al problema de los límites de los aparatos de verificación y legitimación tradicionalmente adscritos a la creación artística y vinculados al establecimiento de la autoría, la originalidad, el formato y la propiedad. Ya Derrida, en 1995, hablaba de la “Historia de la mentira”, pero no como una historia del error ni del desconocimiento, sino de mentiras intencionadas, en las cuales se mezclan varias dimensiones que impiden identificar frente a qué estamos parados.[10]

Fontcuberta, por su lado, había puesto en duda el significado de la fotografía digital: “estamos frente a fotografías o a otro tipo de imágenes que aún no sabemos como denominar”, y añade: “otra cosa sería cuestionar si la fotografía digital es todavía fotografía”.[11]

Quizás el término “sintografía” propuesto por Elke Reinhuber esté en duda, pero, en definitiva, la creación de imágenes con IA no es equivalente a tomar fotografías. En la actualidad, como señala Didi-Huberman,[12] nos enfrentamos a un inmenso y rizomático archivo de imágenes heterogéneas que permanece difícil de dominar, de organizar y de comprender.

El uso de la IA generativa por parte de los fotógrafos es ya una actividad cotidiana; muchos de nosotros utilizamos esta tecnología de distintas maneras, sobre todo durante el proceso de captura y el de posproducción. Sin embargo, lo que Elke Reinhuber llama “sintografías” es un concepto distinto que obliga a cuestionarnos si la IA suplirá al fotógrafo.

En ese sentido, los casos expuestos anteriormente, como el de Boris Eldagsen y el de Miles Astray, son mentiras, simulaciones que aparentan ser lo que no son, pero que, a pesar de eso, ganaron concursos importantes engañando la capacidad humana de especialistas de la imagen. Esto llama a la reflexión, a comprender que estamos ante algo distinto y que es necesario considerar nuevas categorías. Y aunque el caso de Rogelio Séptimo puede considerarse diferente, pues las imágenes presentadas claramente reflejan en su título el uso de la IA, debemos recordar que el premio Adquisición busca impulsar la producción fotográfica y no la sintográfica.

En el futuro inmediato es de esperar que la separación tácita entre IA generativa y fotografía digital sea más difícil de identificar o clasificar. Lo ideal sería, sin embargo, que la primera se convierta en una herramienta más dentro de la evolución del arte fotográfico. ¶

2024 State of the Photography Industry Report: Exploring Products, Revenue, and the AI Revolution. (2024). Zenfolio. https://zenfolio.com/sopi/2024-april/

Albalat, R., y Marzo, J. L. (2021, 29 de julio). La entrada de la IA en la querelle de lo falso. Una aproximación al arte generativo y al estatus de la ficción. Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, 33, pp. 83-99. https://doi.org/10.15366/anuario2021.33.004

Didi-Huberman, G., Chéroux, C, y Arnaldo, J. [JB1] (2013). Cuando las imágenes tocan lo real. España: Círculo de Bellas Artes.

Esparza Estaun, R. (2021). Las dos muertes de la fotografía. En N. Parejo Jiménez y M. Blanco Pérez (eds.), Historias de la fotografía del siglo XXI (pp. XX-XX). Salamanca: Comunicación Social Editores.

Fontcuberta, J. (1997). El beso de Judas. Fotografía y verdad. Barcelona: Gustavo Gili.

García Marín, D., y Aparici, R. (coords.). (2019). La posverdad. Una cartografía de los medios, las redes y la política. Barcelona: Gedisa.

González Flores, L. (2018). La fotografía ha muerto, ¡viva la fotografía! Ciudad de México: Herder, Desiertas Ediciones.

Lawton, G. (2023, septiembre). ¿Qué es la IA generativa? Computer Weekly. https://www.computerweekly.com/es/definicion/Que-es-la-IA-generativa-Todo-lo-que-necesita-saber

Navarrete-Cardero, L., y Ramírez-Moreno, C. (2024). The Upscaling of the Early Cinema Image through Artificial Intelligence. A New Aesthetics between Continuity and Dissent in Image Theory. Arte, Individuo y Sociedad, 36(1), pp. 211-222. https://doi.org/10.5209/aris.90455

Reinhuber, E. (2022). Synthography-An Invitation to Reconsider the Rapidly Changing Toolkit of Digital Image Creation as a New Genre Beyond Photography. En ArtsIT, Interactivity and Game Creation (pp. XX-XX). Hong Kong: University of Hong Kong.

Sevillano, E. G. (2023, 20 de abril). El ganador de un concurso de fotografía con una imagen generada con IA: “Mi objetivo era abrir un debate”. El País. https://elpais.com/cultura/2023-04-21/el-ganador-de-un-concurso-de-fotografia-con-una-imagen-generada-con-ia-mi-objetivo-era-abrir-un-debate.html


Patricia Luna es Fotógrafa y Artista Visual, actualmente estudia el Doctorado en Artes y Diseño en la UNAM. Desde 2009 es Profesora-Investigadora a nivel superior, impartiendo asignaturas relacionadas con las artes, el diseño y la tecnología. Sus líneas de investigación son: Niñas y mujeres STEAM, una visión desde las artes; Fotografía Expandida y Realidades Extendidas aplicadas a proyectos transversales; Mujeres fotógrafas en México, entre otras. Ha impartido talleres y charlas relacionadas con sus procesos creativos y de investigación y participado en exposiciones individuales y colectivas.

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