Resumen: El diseño gráfico está evolucionando con la integración de la inteligencia artificial (IA), una herramienta poderosa que transforma la industria a nivel global, al ofrecer beneficios como la automatización de tareas repetitivas y la optimización del proceso creativo, aunque también plantea desafíos éticos y creativos para los usuarios. A partir de entrevistas con diseñadores, publicistas y docentes expertos, este artículo explora las tendencias actuales, los beneficios, problemas y retos de su uso, así como las buenas prácticas que se pueden crear con base en la implementación de esta tecnología en la industria. Palabras clave: diseño gráfico, inteligencia artificial, México, tendencias, ética, creatividad, educación, tecnología |
Abstract: Graphic design is evolving with the integration of artificial intelligence (AI), a powerful tool that is transforming the industry globally, offering benefits such as automation of repetitive tasks and optimization of the creative process, but also poses ethical and creative challenges for users. This article explores through interviews with expert designers, advertisers and teachers, this article explores the current trends, benefits, problems and challenges of its use, as well as the best practices that can be created based on the implementation of this technology in the industry. Keywords: graphic design, artificial intelligence, Mexico, trends, ethics, creativity, education, education, technology |
Translated by Luis Roberto Sánchez Mendoza. Recibido: 22 de enero, 2025. Dictaminado: 2 de abril, 2025. Publicado: 16 de mayo, 2025.
Introducción
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha transformado profundamente la industria del diseño gráfico, pues ha revolucionado tanto las herramientas creativas como la experiencia de quienes estudian o trabajan en los procesos de producción visual. No solo ha simplificado la creación de contenido visual, sino que también ha redefinido la dinámica creativa de sus usuarios, al automatizar tareas repetitivas y permitir la generación de gráficos complejos con una velocidad y precisión sin precedentes.
Además de optimizar la productividad, la IA comienza a liberar a los diseñadores de tareas mecánicas, como la eliminación de fondos o la corrección de color, y les permite centrarse en tareas más creativas y estratégicas del diseño. Otro aspecto destacado es la capacidad de los motores de IA para generar múltiples variaciones de un mismo concepto visual, lo cual fomenta la exploración de nuevos enfoques estéticos y creativos.
Asimismo, ha democratizado el acceso a funciones complejas, al facilitar el aprendizaje y la experimentación creativa para usuarios de otras industrias o bien, al impulsar la creación de contenido más inclusivo, con herramientas adaptadas para personas con discapacidades visuales o dificultades de aprendizaje, con lo cual se amplían su alcance y accesibilidad.
Y aunque los beneficios son numerosos, el uso excesivo de la IA en el diseño también plantea importantes problemáticas, como la pérdida de autenticidad, la dependencia tecnológica, el debate creciente sobre derechos de autor y plagio, así como la crítica al desplazamiento de profesionales.
Para entender cómo repercute esta tecnología en el sector, recopilamos las opiniones de cuatro profesionales del diseño que, desde sus experiencias y perspectivas únicas, reflexionan acerca de los retos y oportunidades que presenta la IA:
- Maite Sanjurjo, directora y diseñadora de Top Mind Comunicación Gráfica.
- Elisa Dorantes, diseñadora independiente especializada en marcas personales y PYMES.
- Constanza Pasten, diseñadora gráfica senior y gerente de marketing estratégico.
- Eric Olivares Lira, Art director TOROID-design, docente y académico universitario.
Entrevistas
¿Cómo se aplica actualmente la IA en el campo del diseño?
Erik Olivares destaca:
La IA se aplica principalmente en tareas técnicas, como la automatización de procesos repetitivos a nivel de producción o edición, reduciendo tiempos y permitiendo manejar grandes volúmenes de datos en lapsos muy cortos. También facilita la generación automática de variaciones en un diseño, lo que ayuda a explorar diferentes opciones basadas en una propuesta inicial.
Sin embargo, subraya que, aunque las herramientas basadas en IA son cada vez más avanzadas, el diseñador aún es crucial como estratega: “Sin la visión, experiencia y criterio humanos para formular prompts[1] adecuados y fundamentar los resultados, las creaciones corren el riesgo de ser vacías y sintéticas. En este sentido, la combinación de inteligencia humana y tecnología genera propuestas innovadoras en un campo en constante evolución”.
Por su parte, Maite Sanjurjo señala que “la IA es especialmente útil para generar contenido visual a partir de descripciones textuales (prompts), permitiendo crear imágenes específicas según las necesidades del cliente. Además, optimiza tareas como cambios de color, eliminación de fondos y la mejora de la experiencia de usuario (UX) en el desarrollo de aplicaciones”.
Otras aplicaciones incluyen el análisis de tendencias de diseño, la automatización de tareas para plantillas gráficas y la creación de recursos como tipografías, ilustraciones, animaciones y efectos visuales, mediante la ampliación de las herramientas disponibles para los diseñadores.
En el caso de Constanza Pasten, ella considera que la IA lleva más de una década transformando el diseño, si bien la revolución actual radica en su accesibilidad como herramienta cotidiana: “En softwares de diseño, la IA permite automatizar tareas, generar imágenes y videos, y crear prototipos más cercanos al producto final sin necesidad de utilizar recursos significativos. También facilita la creación de logos, sistemas de color y fuentes tipográficas”.
Sin embargo, advierte que esta facilidad puede ser un arma de doble filo: “En el ámbito educativo, los estudiantes de diseño han reducido la práctica de procesos creativos y manuales, lo que puede limitar el desarrollo de habilidades plásticas y la creatividad que enriquecen al diseñador gráfico”.
Para Elisa Dorantes, “la IA acelera el proceso de bocetaje en proyectos de branding,[2] ofreciendo variantes e ideas rápidamente, lo que ayuda a superar bloqueos creativos. En el campo de las imágenes, mejora la resolución, acelera el retoque y permite eliminar elementos no deseados. En fotografía de producto, facilita el cambio de fondos y el ajuste de colores”.
En el ámbito del video, la IA reduce la necesidad de buscar extensamente contenido de stock,[3] al permitir la personalización de material grabado y la mejora de videos existentes. Además, para la creación de contenidos, la clonación de voz es una herramienta clave para ahorrar tiempo en grabaciones y personalizar la experiencia del cliente.
¿Existen beneficios de su uso?
Sanjurjo comparte que las nuevas tecnologías agilizan procesos creativos y facilitan su ejecución: “Este aspecto es especialmente relevante en industrias donde el tiempo y la innovación son factores críticos para mantenerse competitivos”.
Por su parte, Olivares amplía la conversación al destacar que “estas herramientas permiten la automatización de tareas repetitivas, optimización de procesos, generación de variables, visualización de big data[4] y representaciones visuales”. Además, subraya su capacidad para generar textos, imágenes, videos y animaciones, con los que abre infinitas posibilidades en campos creativos y técnicos.
Desde una perspectiva práctica, Pasten señala que “una de las mayores ventajas es el ahorro de tiempo, al automatizar ciertos procesos”. Además, resalta su utilidad para la exploración creativa y mejora de flujos en trabajos o proyectos pequeños, lo cual beneficia tanto a profesionales independientes como a pequeñas empresas que buscan maximizar recursos.
Por último, Dorantes enfatiza en el efecto de estas herramientas en los “tiempos de producción” y recalca que son una solución clave para emprendedores sin grandes presupuestos. “Pueden apoyarse de ellas mientras sus negocios y proyectos despegan”, añade, y subraya la accesibilidad que estas tecnologías ofrecen a quienes apenas comienzan.
¿La IA puede crear dependencia creativa?
La relación entre los creativos y la IA genera opiniones diversas. Para Dorantes, no ha cambiado la esencia del proceso creativo, tan solo el formato. Antes los diseñadores compraban libros y revistas de diseño para inspirarse, mientras que ahora las herramientas digitales cumplen esa función. “La creatividad es un monstruo insaciable en el mundo del diseño y del marketing, y la IA es una herramienta que lo alimenta”, comenta. Además, destaca su utilidad para emprendedores con presupuestos limitados, quienes pueden apoyarse en esta tecnología para sacar adelante sus proyectos en lo que despegan sus negocios.
Sanjurjo, por su lado, advierte sobre el riesgo de depender en exceso de la IA: “No está del todo perfeccionada y a veces produce resultados que no tienen sentido, como manos o pies con más dedos”, comenta con humor. Para ella, la clave está en usar la IA como una herramienta complementaria y recuerda que el verdadero poder creativo aún es el humano.
Olivares lleva el debate al plano psicológico y emocional. Según él, la tecnología en general puede generar dependencia y adicción, como lo demuestran fenómenos como la nomofobia[5] o la ciberadicción. “La IA no está exenta de este riesgo, especialmente para quienes carecen del criterio y la conciencia necesarios para utilizarla de manera equilibrada”, asegura. Sin embargo, aclara que un creativo nato resolverá desafíos con o sin IA, incluso con recursos limitados. Diseñar es un plan mental, y cuando hay menos recursos, surge más creatividad. Eso no cambia, pero la tecnología sí ayuda a trabajar más rápido y de manera eficiente.
En cuanto a Pasten, enfatiza en la influencia que tendría la IA en las nuevas generaciones de diseñadores. Según ella, existe el riesgo de que los estudiantes confíen demasiado en esta tecnología y se debilite su capacidad para pensar de manera creativa. “La IA debe verse como una herramienta de apoyo, no como un reemplazo de la creatividad humana”, explica. Aconseja a los creativos mantenerse actualizados y reforzar sus habilidades manuales para no perder el toque personal que distingue a un buen diseño.
Ética y propiedad intelectual: ¿hasta dónde se permite usar la IA?
El debate en torno al uso ético y legal de la IA es amplio y complejo. Aunque iniciativas como la Ley de IA de la Unión Europea (Parlamento Europeo, 12 de junio de 2023) representan avances significativos, queda mucho por regular. En este sentido, Olivares menciona que la Unión Europea ha dado un paso significativo con la implementación de la primera ley integral en el mundo al respecto. Esta normativa busca abordar temas clave, como la transparencia y la protección de derechos de autor, aunque el entrevistado admite que “todavía hay mucho que regular”. Esta legislación representa un esfuerzo pionero para llenar los vacíos legales que permiten el uso indiscriminado de la IA.
Por otro lado, Sanjurjo destaca que una de las controversias más importantes relacionadas con la IA es el riesgo de reproducción no autorizada. “Aún falta mucha legislación por trabajar en este ámbito”, comenta, y enfatiza en la necesidad de un marco normativo que regule la utilización de datos y contenidos protegidos.
Dorantes amplía esta perspectiva al señalar que existen enormes lagunas legales en cuanto a lo que se puede hacer o no con herramientas de IA. Por ejemplo, plataformas como Adobe Stock[6] permiten utilizar fotos de referencia para generar diseños originales, pero aseguran una retribución al artista original. “Sin embargo, los candados sobre el uso de marcas, personajes o personalidades famosas dependen de cada plataforma”, advierte. Adobe impone estrictas restricciones, mientras que otras, como Grok,[7] tienen pocos límites.
Pasten profundiza en el impacto ético y legal del uso de la IA en la propiedad intelectual y explica que muchas herramientas entrenan sus modelos con datos de terceros, lo cual puede derivar en resultados similares a obras protegidas por derechos de autor. En algunos países, esto se consideraría plagio. Además, señala que las imágenes generadas por IA no suelen ser protegibles con derechos de autor debido a la falta de un creador humano directo. “Esto puede variar según las leyes locales”, agrega.
También subraya la importancia de la transparencia al usar IA en el diseño, en especial en contextos donde se espera originalidad: “Al copiar el estilo de otro artista o estudio, aunque no se violen leyes, puede percibirse como poco ético”. Los diseñadores tienen la responsabilidad de garantizar que sus creaciones sean únicas y creativas, además de evitar una dependencia exclusiva de esas herramientas.
En ciertos sectores, como la publicidad corporativa o gubernamental, los contratos suelen prohibir el uso de IA debido a preocupaciones sobre la originalidad y la confidencialidad. Pasten señala que en países de la Unión Europea se implementan regulaciones estrictas sobre su empleo, enfocadas en la transparencia y la protección de derechos de autor; por ejemplo, al generase diseños o logotipos con IA similares a marcas existentes, se podría infringir la ley.
El desplazamiento laboral por la IA: ¿verdad o exageración?
La IA ha generado un debate global acerca de sus consecuencias en el mercado laboral. Desde su capacidad para automatizar tareas hasta su papel en la evolución de profesiones creativas, las opiniones sobre este fenómeno varían según las perspectivas y los sectores involucrados. Pasten argumenta que este impacto en el trabajo es parcialmente cierto. Si bien resulta evidente que puede sustituir tareas repetitivas o de bajo nivel, los roles estratégicos y creativos aún requerirán de la participación humana. Según su perspectiva, los diseñadores que vean la IA como una herramienta estratégica y no como la solución central para los problemas creativos tendrán una ventaja competitiva en el mercado.
Sanjurjo adopta un enfoque histórico: cada avance tecnológico ha generado tanto desplazamiento como creación de empleos. Señala que, aunque algunos puestos desaparecerían con la integración de la IA, otros surgirán para su desarrollo y gestión. Esto implica una reconfiguración del mercado laboral en lugar de una eliminación total de oportunidades.
Por su lado, Olivares destaca que la influencia de la IA varía conforme al tipo de labor. Los trabajos técnicos y mecanizados poseen una mayor probabilidad de ser reemplazados, mientras que en profesiones creativas, como el diseño, se abren nuevos campos y posibilidades. De acuerdo con su visión, el desafío no es resistirse al cambio, sino evolucionar para aprovechar las herramientas que ofrece la IA.
Para Dorantes, el desplazamiento laboral por la IA es una realidad que se escalará de forma gradual y de modo similar a lo que ocurrió durante la Revolución Industrial, cuando las máquinas reemplazaron gran parte del trabajo manual. “El futuro ya está aquí. Le entras o eres un paria”, sentencia, y subraya la necesidad de adaptación frente a este cambio imparable.
¿Cuál es el reto actual para los estudiantes de diseño?
El diseño, como disciplina, ha evolucionado de manera drástica en los últimos años, en parte debido a la irrupción tecnológica y la automatización. Sin embargo, más allá de los avances, persisten desafíos intrínsecos al ser humano, a las instituciones educativas y al entorno cultural.
Dorantes destaca un cambio radical en el panorama competitivo. Antes, los diseñadores competían entre ellos o contra agencias creativas; ahora se enfrentan a generadores automáticos de logos, copys[8] y otras soluciones visuales impulsadas por IA. Para ella, el gran reto de los futuros diseñadores no consiste en replicar lo que hace una máquina, sino en desarrollar cualidades que la IA aún no consigue emular: conexión humana, empatía, amistad con los clientes, honestidad y, sobre todo, autenticidad. Asimismo remarca en la importancia de no vender humo, sino de entregar un valor genuino en cada proyecto.
Pasten amplía la conversación al referirse al modo en que los diseñadores deben integrar la tecnología como una herramienta más dentro del proceso creativo. Para ella, la creatividad estratégica sigue siendo una capacidad exclusivamente humana, fruto de la conceptualización profunda. “Esto no se puede replicar con IA”, afirma. La clave está en aprender a integrar tecnología sin depender por completo de ella.
Sanjurjo coincide en que manejar herramientas tecnológicas emergentes es básico, pero insiste en que la formación académica en diseño debe evolucionar, y propone incorporar materias complementarias como marketing, emprendimiento y gestión de negocios. Según ella, un enfoque integral permitirá a los diseñadores no solo crear, sino también gestionar y vender sus ideas en un mercado competitivo.
Olivares, también dedicado a la docencia, introduce un ángulo crítico en las raíces de los desafíos actuales y señala que muchos estudiantes enfrentan dificultades debido a la sobreprotección de sus padres, en particular los de la llamada generación X —nacidos entre 1965 y 1980—. “Al darles todo y sobreprotegerlos, los han inutilizado”, asevera, y añade que esto ha resultado en una carencia de carácter y herramientas psicoemocionales de efectos palpables: ansiedad, depresión, brotes psicóticos e incluso dependencia tecnológica.
Además, critica las prácticas de algunas instituciones educativas, que priorizan intereses económicos sobre la calidad académica. Los happy tests, donde los estudiantes evalúan a los docentes con base en emociones más que en el aprendizaje, han propiciado un ambiente donde se disminuyen los niveles de exigencia por miedo a perder matriculaciones o puestos. Según él, esto resulta en profesionales menos preparados para enfrentar los retos del mundo real.
Olivares cierra su reflexión desde una perspectiva global, basada en su experiencia con cuarenta y ocho universidades de dieciocho países. Aunque el problema es especialmente agudo en México, reconoce que constituye un fenómeno internacional. A pesar de las dificultades, confiesa su pasión por la enseñanza, si bien a veces siente frustración: “Visto lo visto, a veces dan ganas de tirar la toalla”.
¿Hasta dónde llegará la IA dentro de la industria del diseño?
Sanjurjo, una diseñadora con amplia trayectoria, nos recuerda cómo ha evolucionado el campo desde sus inicios: “Comenzamos los estudios de diseño cuando aún dibujábamos todo a mano; incluso las tipografías tenían deformaciones únicas que hacían nuestro trabajo muy artesanal. Ahora, al integrar herramientas como la IA, hemos visto grandes transformaciones en nuestra profesión”. Para ella, la IA es un capítulo más en la constante evolución del diseño, una disciplina que siempre ha sabido adaptarse a los avances tecnológicos.
Por su parte, Olivares acentúa el ritmo acelerado al que avanza la tecnología y cómo los profesionales deben adaptarse para no rezagarse:
Las nuevas tecnologías lo cambian todo. A la velocidad a la que avanza la tecnología, es complejo seguirle el paso en términos de formación y actualización profesional, pero todos debemos hacerlo si queremos mantenernos vigentes. La IA es una herramienta más que pronto será un estándar en nuestra vida cotidiana. Después de ella vendrán otras innovaciones, como en la vida misma.
Pasten ve un futuro donde la IA y la creatividad humana se complementan: aquella “seguirá evolucionando, pero no reemplazará la creatividad humana. Es probable que se desarrollen sistemas que entiendan mejor la dirección artística, lo que permitirá una colaboración más fluida entre humanos e IA. Además, veremos una mayor especialización de la IA orientada al diseño”. Considera que el potencial de la IA radica en ser una aliada que potencie la creatividad, en lugar de sustituirla.
Para concluir, Dorantes adopta una visión más pragmática, al resaltar que la IA ya forma parte del día a día del diseño: “Ya entró, revolvió la oficina y salió con algunos clientes en el portafolio. Ya está aquí. Vuélvela tu aliada y trabajen juntos, porque de ti depende que sea un enemigo destructor o un socio cerrador de negocios”. La diseñadora enfatiza que la actitud hacia la IA definirá si se convierte en una amenaza o en una ventaja competitiva.
Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas y responsabilidad de los entrevistados.
Referencias
- Adobe Stock. https://stock.adobe.com
- Grok. https://x.ai/
- Parlamento Europeo (12 de junio de 2023). Ley de IA de la UE: primera normativa sobre inteligencia artificial. https://www.europarl.europa.eu/topics/es/article/20230601STO93804/ley-de-ia-de-la-ue-primera-normativa-sobre-inteligencia-artificial
[1] Un prompt es una instrucción, pregunta o texto utilizados para interactuar con sistemas de IA. Se trata de una especie de comando con el que se solicita una tarea concreta.
[2] El branding es el proceso de definición y construcción de una marca mediante la gestión planificada de los procesos gráficos, comunicacionales y de posicionamiento llevados a cabo.
[3] Por stock se habla de mercancías guardadas en un almacén, así como existencias, provisión, reservas, depósito, etcétera
[4] Big data es un término que describe el gran volumen de datos, tanto estructurados como no estructurados, que inundan los negocios a diario.
[5] La nomofobia representa el miedo irracional a estar sin teléfono celular. El término fue acuñado en 2009 en Reino Unido y proviene del anglicismo nomophobia —a su vez, abreviatura de no-mobile-phone-phobia—. Esta dependencia provoca una sensación infundada de comunicación en el usuario que no dispone del aparato, ya sea porque lo dejó en casa o se quedó sin pila o sin cobertura.
[8] Un copy es un texto persuasivo utilizado en publicidad, marketing y ventas para motivar a las personas a realizar una acción específica, como comprar un producto o suscribirse a un servicio. Su objetivo es convencer de que una oferta es valiosa y satisfará alguna necesidad o deseo.