Año 12 / edición 45 / febrero 2025 - ISSN: 2395-9894

La fotografía, una ráfaga en el tiempo en la era digital

5 febrero, 2025
Resumen
Este documento explora el proceso evolutivo y tecnológico que ha tenido la fotografía en este primer cuarto de siglo, la vorágine con que se reproducen y viajan las imágenes en la era digital. Se mencionan tres momentos importantes: la aparición del iphone, la evolución de la cámara digital, al igual que el posicionamiento de las redes sociales como medios de comunicación y distribución de imágenes, junto con su impacto social y comercial. Enseguida, se abordan las dos vertientes para tomar imágenes, cuyo origen se halla en la búsqueda de nuevos equipos fotográficos –tanto los incluidos en los celulares como las cámaras compactas y réflex– por parte de aficionados y profesionales. Finalmente, se habla del uso de la inteligencia artificial y de las posibilidades de modificación de imagen que ofrece a partir de algoritmos y no de la luz. ¿Hacia dónde vamos, entonces, con la fotografía digital? ¿Cuál es el papel del fotógrafo aficionado y profesional?
Palabras clave
tecnología, imagen, fotografía, redes sociales, teléfonos móviles, almacenaje
Abstract
This document explores the evolutionary and technological process that photography has undergone in this first quarter century, the vortex with which images are reproduced and travel in the digital era. Three important moments are mentioned: the appearance of the iphone, the evolution of the digital camera, as well as the positioning of social networks as means of communication and distribution of images, together with their social and commercial impact. Next, the two aspects of image taking are discussed, whose origin lies in the search for new photographic equipment -both those included in cell phones and compact and reflex cameras- by amateurs and professionals. Finally, the use of artificial intelligence and the possibilities of image modification based on algorithms and not on light are discussed. Where are we going, then, with digital photography? What is the role of an amateur and professional photographer?
Keywords
technology, image, photography, social networks, cell phones, storage

¿A qué se debe esta vorágine de imágenes? Quizás a que la fotografía dejó de ser una imagen fija, como en el siglo pasado, y pasó a ser una expresión de comunicación viva, es decir que ya no es sólo imagen, sino un conjunto de imágenes animadas gracias a los avances de las máquinas fotográficas que se han desarrollado en estos últimos años, y que además se han convertido en un gran producto de consumo, de ventas y de estatus. Esto se hace evidente en los tres momentos importantes que se expondrán a continuación.

En enero de 2007, en el Centro de Congresos de San Francisco, el dueño y fundador de Apple, Steve Jobs,[1] al finalizar su presentación dijo una frase que se volvería famosa: “and one more thing”[2] (una cosa más), y mostró en su mano un objeto plano rectangular que iba a revolucionar los teléfonos móviles. Estaba presentando el primer iphone,[3] que iba a competir contra marcas como Nokia[4] y Blackberry[5] en el ámbito de los negocios y, al mismo tiempo, con aquellas de las cámaras digitales, el internet y las redes telefónicas inalámbricas. Un solo dispositivo lo tenía todo. Millones de personas de todo el mundo querían uno, querían el teléfono móvil que había venido a revolucionar la comunicación a nivel global. En resumen, lo innovador de este dispositivo es que poseía una pantalla táctil, en sustitución del teclado, y no funcionaba sólo como un teléfono, sino como un ordenador en miniatura.

Desde el siglo XX, se vislumbraba que la fotografía pasaría al medio digital y dejaría atrás sus procesos químicos; esto le permitió reflexionar sobre sus posibilidades y usos sociales y comerciales en el futuro. La tecnología y evolución de las cámaras fotográficas ha consistido en mejorar la calidad de las lentes y en recuperar los estándares de las analógicas: lograr fabricar sensores de imagen que tuvieran las mismas dimensiones que los viejos negativos, 24 × 36 mm.

El siguiente paso consiste en aproximarse a la resolución de las cámaras de gran formato, algo que se va logrando poco a poco con equipos mucho más manejables. Al mismo tiempo, los equipos fotográficos fusionaron la imagen fija y el video, volviéndose más prácticos y versátiles; se puede hacer cine, video y foto fija con uno solo, y no sólo eso, ahora existen los que pueden manejarse a control remoto, cámaras de acción, drones, estabilizadores, cámaras de 180°, entre otros.

Poderosas e inesperadas nubes, 3. © Juan Manuel Sánchez González. Fotografía digital, 2019

Aparecieron las redes sociales. Facebook,[6] X (antes llamada Twitter),[7] YouTube,[8] TikTok,[9] Instagram[10] y Pinterest[11] se convirtieron en un emisor activo a través del cual toda persona con un teléfono celular o un equipo fotográfico digital puede enviar imágenes y videos a cualquier parte del mundo en un instante. Además, con las aplicaciones que se encuentran disponibles, actualmente se puede editar, animar, colocar textos y compartir el resultado entre muchas personas de forma inmediata.

La fotografía no puede ser ajena a los hechos sociales del mundo. Un claro ejemplo fue la pandemia de covid-19,[12] evento por el que la humanidad tuvo que recluirse en casa para protegerse. Esto detonó, en consecuencia, el auge de las redes virtuales y de comunicación en todo el planeta. Las calles se quedaron completamente solas y los centros médicos y hospitalarios se llenaron a tope como no se había visto hacía muchos años. La desgracia, la enfermedad, la muerte y el duelo fueron temas para los cuales la fotografía no sólo sirvió como un vehículo de tipo documental a nivel mundial, sino también como un recurso expresivo e instintivo de la población. Aficionados y profesionales de la imagen dieron a conocer momentos difíciles de este acontecimiento en tiempo real, viajando, de forma virtual y en segundos. Ello hace evidente que la sociedad hiperconectada también se encuentra hiperfotografiada.

Pero no sólo las enfermedades han impulsado la fotografía. Desde que ésta apareció, el ser humano ha tenido la necesidad de captar y hacer propuestas estéticas del paisaje, la tierra, los animales, las plantas, su entorno. Sobre este tema en particular, en la actualidad, la ha motivado una gran preocupación por el ambiente, por la sostenibilidad y el lamentable e inminente colapso. Estos temas son una profunda inspiración de nuestros tiempos.

Millones y millones de imágenes se dan a conocer en todo el mundo: el derretimiento de los casquetes polares, el calentamiento de la tierra, la sobrepoblación, las inundaciones, los incendios, los sismos, entre otros fenómenos, hacen que la imagen alcance el nivel requerido para contribuir a la concientización ecológica y que la fotografía afiance su gran valor como testimonio e instrumento científico. La imagen se convierte en un vínculo expresivo de la población y es útil como recurso para dar a conocer los momentos más importantes del siglo XXI.

Hace un tiempo, la fotografía analógica tenía como fin la producción de imágenes; ahora, la digital se centra en la manipulación. Este proceso evolutivo y tecnológico involucra tanto las cámaras digitales como los teléfonos móviles, dos vertientes que están diferenciando la forma de hacer fotografía: ambas producen una imagen formada por pixeles, pero sus caminos y tratamientos son distintos. Señala Esparza Estaun en el prólogo de Historias de la fotografía del siglo XXI:

Los teléfonos móviles, parten de la gran limitación de su tamaño y grosor. Nadie quiere un teléfono que no quepa en el bolsillo, lo cual dificulta, por ejemplo, el uso de determinadas distancias focales, de lentes de focal variable o, simplemente, de lentes perfeccionadas compuestas por varios elementos o que tengan una gran luminosidad. Algo parecido pasa con los sensores, que tienen que ser necesariamente pequeños y generan bastante “ruido”. La aparición de modelos con dos o tres lentes en la parte trasera es una alternativa a esa imposibilidad. Probablemente pasajera, pero de momento es lo que hay. De momento, porque si los fabricantes de cámaras se basan en la fabricación de sensores cada vez más grandes y mejores ópticas, los de teléfonos móviles investigan en el software de tratamiento de la información registrada por el sensor.[13]

Los aficionados y profesionales de la fotografía también están buscando nuevos equipos de cámaras compactas y cámaras réflex. Su versatilidad –modo manual y automático–, los valores de abertura de diafragma, la velocidad de obturación y la correcta exposición, el control del ISO, el balance de blancos, todo queda registrado en cada toma (y en diversos formatos, como .jpeg,[14] .raw,[15] tiff,[16] .pdf[17] o .psd).[18] Estos dispositivos tienen capacidad para guardar imágenes en la(s) memoria(s), descargarlas en una computadora, formatear la tarjeta e iniciar de nuevo. Las cámaras réflex, asimismo, cuentan con una variedad de lentes intercambiables.

Pero ¿hacia dónde vamos con la fotografía digital? Seguramente ya hemos pasado a la fotografía computacional, que se define como un conjunto de técnicas de captura y de proceso de imágenes digitales que, en lugar de lentes, usan la inteligencia artificial (proceso también llamado “inagrafía”).[19] Esta inteligencia artificial extiende las posibilidades de modificación de la imagen mucho más allá de lo imaginado, a partir de algoritmos creados por ingenieros informáticos y no de la búsqueda de la luz ni de los ajustes de composición de los fotógrafos.

Hay algunas consideraciones que se deben analizar, a partir del proceso evolutivo que ha tenido la fotografía en estos 25 años:

  • Hoy por hoy, ¿las fotografías son para el momento y no para el recuerdo? Al ritmo en que se toman, seguramente pronto pasará su momento; una buena imagen, sin embargo, estará siempre presente y podrá convertirse en un clásico.
  • Respecto a que las fotografías se toman y no se revisan nunca más –¿acaso vuelves a asomarte a tus carpetas?–, para quienes nos dedicamos a la investigación de la fotografía es importante mirar y analizar aquellas carpetas que nos dan información sobre algún hecho o suceso histórico. Aunque es muy probable que muchas imágenes quedarán en el olvido, nuestro trabajo es rescatarlas, analizarlas e, idealmente, darlas a conocer.
  • Las fotos sirven para el consumo inmediato, voraz y eventualmente banal; incluso, pareciera que nuestras experiencias suceden si contamos con la mediación del teléfono o de la cámara digital. Seguro las nuevas generaciones están experimentando la vorágine visual y auditiva ocasionada por lo anterior –porque ya no sólo se trata de la imagen fija, sino también de creaciones que incluyen movimiento y audio–, por lo que es un hecho que este proceso tendrá grandes resultados de consumo y generará grandes ganancias para las marcas de celulares y de cámaras. Los procesos de composición y la creatividad, por su parte, seguirán creciendo entre los artistas de la lente.
  • Todos comparten, pero ¿quién observa las imágenes? Como son pocos los que realizan esta práctica de manera profesional, retomo la pregunta de esta edición 45 de la revista .925 sobre fotografía: ¿qué diferencia existe entre un profesional de la imagen y un aficionado? En palabras de Ignacio Urquiza: “Cualquiera puede tomar una fotografía, pero no todos saben cómo hacerlo. Un verdadero fotógrafo considera todos los elementos técnicos y compositivos en cuestión de instantes antes de hacer clic para poder tomar la fotografía que su mente hizo previamente”.[20]

El fotógrafo es aquel que quiere comunicar algo, por mínimo que sea; por muchos miles de veces que lo haya dicho de diferentes formas, con diferentes colores, con idénticos estilos. El fotógrafo crea, compone y analiza a su propio ritmo, en una ráfaga de imágenes que seguirán en esta era digital. ¶


Licenciado en Comunicación Gráfica por la Universidad Nacional Autónoma de México. Se ha desarrollado profesionalmente en diseño gráfico, diseño web, editorial, audiovisual y fotográfico. Ha impartido talleres de fotografía, diseño y medios impresos en universidades e instituciones públicas y privadas. Ha sido Coordinador de Comunicación en asociaciones civiles. Ha publicado trabajos de diseño y fotografía para diversos ámbitos, como son turismo, deportes, artes y medicina, entre otros. Actualmente es Diseñador Gráfico en la Subdirección de Divulgación de la Comisión Nacional de Bioética.

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