Año 12 / edición 45 / febrero 2025 - ISSN: 2395-9894

Del olvido, al te recuerdo… El tétrade de McLuhan y la fotografía

5 febrero, 2025
Resumen
El tétrade de McLuhan plantea que, cuando hay una innovación tecnológica, otra tecnología se vuelve obsoleta, una más emerge del desuso y finalmente se crea una dependencia de la emergente. Esto aplica a la perfección con la fotografía realizada con dispositivos móviles –que ha relegado a la fotografía digital con cámaras complejas–: presenta un resurgimiento casi romántico de la fotografía con película y, por supuesto, ha traído consigo una enorme dependencia hacia los dispositivos móviles, pues los usuarios de estas tecnologías fotografían todo aquello que se les presenta, sin que se preocupen por la composición, el encuadre o el ángulo; no hay, incluso, una depuración de su material, ya que pronto se vuelve parte de un archivo olvidado y casi empolvado. Lo digital, sin embargo, ni siquiera posee la dignidad de una muerte lenta y tortuosa, sólo se queda ahí, arrumbado, esperando a ser utilizado algún día, lo cual difícilmente sucederá.
Palabras clave
tétrade, Marshall McLuhan, fotografía, nuevas tecnologías, fotografía digital, dispositivo móvil
Abstract
McLuhan’s tetrade posits that when there is a technological innovation, another technology becomes obsolete, one more emerges from disuse, and eventually a dependence on the emerging one is created. This applies perfectly to photography with mobile devices -which has relegated digital photography with complex cameras-: it presents an almost romantic resurgence of photography with film and, of course, has brought with it an enormous dependence on mobile devices, as users of these technologies photograph everything that comes their way, without worrying about composition, framing or angle; there is not even a purification of their material, as it soon becomes part of a forgotten and almost dusty archive. The digital, however, does not even have the dignity of a slow and tortuous death, it just sits there, lying there, waiting to be used someday, which is unlikely to happen.
Keywords
tetrad, Marshall McLuhan, photography, new technologies, digital photography, mobile device

El tétrade, tomado en su totalidad, es una manifestación de procesos del pensamiento humano. No se basan en una teoría sino en un conjunto de preguntas; se apoyan en la observación empírica y por lo tanto son comprobables. Cuando se aplican a nuevas tecnologías o artefactos, proveen de poder de predicción al usuario.[2]

El concepto tetrádico de McLuhan es aplicable a los diversos artefactos creados por el hombre, de modo que, apelando a la memoria, se puede interpretar que los artefactos corresponden a palabras, pero éstas se encuentran indivisiblemente relacionadas con los artefactos. No obstante, esta interpretación no puede ser de tipo lineal; la realidad es que se vuelve compleja, incluso rebuscada, como un nudo de cuatro cabezas que ayuda a desenmarañar la creación y cultura del ser humano (véase figura 1).

Figura 1. Estructura tetrádica, tomada de La aldea global de Marshal McLuhan, p. 27

El tétrade mcluhiano –si se permite el término– plantea así cuatro cuestionamientos: “1. ¿Qué agranda o incrementa cualquier artefacto? 2. ¿Qué desgasta o deja obsoleto? 3. ¿Qué recupera que haya estado antes en desuso? 4. ¿Qué invierte o cambia cuando se lo empuja hasta el límite de su potencial?”[3] Es decir, cada punta del esquema postula que una nueva tecnología hace obsoleta a otra, recupera una más que ha quedado en desuso y crea una dependencia de la emergente.

De este modo, se puede plantear que, en lo referente a la fotografía, hay una tendencia muy marcada en el uso –e incluso abuso– de la fotografía digital con dispositivos móviles: se deja atrás la fotografía digital realizada con cámaras réflex, pero se despierta a un viejo monstruo en estado de letargo, la fotografía análoga, que parecía estar muerta, aunque no se había dado por enterada.

En 2023, según datos de Rise Above Research, se esperaba que se realizaran 1.6 billones de fotografías, lo que representaba un incremento del 7.5% con respecto a las cifras de 2022.[4] Siendo conservadores y calculando un incremento similar, se puede asumir que en 2024 se realizaron alrededor de 1.72 billones de imágenes fotográficas con dispositivos móviles.

En lo referente a cifras generales, se considera que, desde el surgimiento de la fotografía mediante dispositivos móviles, se han tomado unos 12.4 billones de imágenes, de las cuales, entre 700 y 759 millones se han compartido en internet, es decir, apenas un 6% de las imágenes realizadas.[5]

Asimismo, de acuerdo con datos proporcionados por Max Woolf –para Passport Photo–,[6] en la actualidad el 91% de las personas prefiere usar un teléfono celular (considerando que son más sencillos de manipular, además de que dan imágenes de muy buena calidad) por encima de una cámara fotográfica digital –que apenas es usada por un 7% de fotógrafos–, mientras que el 2% restante utiliza tabletas digitales. Según apunta Michal Laszuk en su artículo “La fotografía móvil en 2022 y las cifras que la sustentan”,[7] las personas que prefieren usar el celular habrían aumentado hasta llegar a un 94% en 2023, por lo que, si se sostiene el porcentaje de quienes optan por tabletas digitales (2%), los usuarios de cámaras fotográficas podrían haber decrecido hasta el 4% en este 2024; es decir, la fotografía con cámaras de lentes intercambiables presentaría un claro retroceso.

El monstruo dormido al que llamamos “fotografía analógica”, por su parte, está saliendo de un aparente estado de coma… Los fotógrafos más apegados a la estética que proporciona la película y al proceso romántico que implica el revelado y la ampliación fraguan un retorno a sus orígenes. Ahora bien, tampoco es como para echar las campanas al vuelo, pues los fotógrafos que trabajan con procesos analógicos constituyen un porcentaje mínimo; incluso no se habla de cifras que puedan ser consideradas como una competencia contra el apabullante dominio de la fotografía digital. Ahí está, sin embargo, resurgiendo como el ave fénix de sus cenizas, de manera lenta, pero en constante movimiento.

Regresando al tétrade de McLuhan, la fotografía con dispositivos móviles es esa tecnología emergente que parece ser la panacea… ¡Y cómo no! si, de acuerdo con Rosa Fernández, en una nota escrita para Statista,[8] en 2023 el 95% de la población mundial tenía acceso a un teléfono celular. Además, en México, una investigación del Instituto Federal de Comunicaciones[9] reveló que en 2020 había unos 88.2 millones de teléfonos celulares, de los cuales el 91.8% era un smartphone, es decir, 80.96 millones.

Lo anterior implica una clara hegemonía a nivel nacional y mundial de este tipo de tecnología, que, por supuesto, hace uso de las cámaras de sus dispositivos –ya vienen incluidas–. Esto inevitablemente crea una dependencia e incluso un abuso de la cámara: fotografiar con un teléfono celular pareciera que ya es un acto reflejo más que una acción que requiere de una reflexión intelectual y un sentido de la estética.

De manera adicional, es apabullante la forma en que la fotografía digital está siendo desplazada por la realizada con celulares, pues, si para 2024 se especulaba que sólo el 4% de los fotógrafos habría usado una cámara, no sería raro que para 2025 y 2026 la tendencia decreciente siga su curso. En pocas palabras, la fotografía con cámaras digitales ya está en un franco desuso.

Hay, finalmente, un tipo de tecnología que, sin lugar a dudas, resurge: la fotografía análoga, que poco a poco está retomando terreno y se está convirtiendo en una actividad plástica de nicho. Ella, más pronto que tarde, podría retomar las salas de exhibición en galerías de arte e incluso en museos.

Solamente es importante recordar una cosa: “con la vara que mides serás medido”, es decir que, así como la fotografía digital desplazó a la fotografía analógica y ésta, a su vez, desplazó otras expresiones artísticas, la fotografía con teléfonos celulares será desplazada por una nueva tecnología. ¿Cuál será? En apego al discurso de McLuhan, la respuesta es que no se sabe, pero, seguramente, alguien ya la está ideando, pues, en una interpretación popular acerca del tétrade, las innovaciones tecnológicas pasan del olvido, al “no me acuerdo” (véase figura 2). ¶

Figura 2. Tétrade de Marshall McLuhan aplicado a la fotografía con teléfonos celulares. Diseño del autor

Licenciatura en comunicación gráfica por parte de la ENAP-UNAM (1993), Maestría en Comunicación Visual, Universidad Simón Bolivar, 2003, Doctorado en Estudios Transdisciplinarios de la Cultura y la Comunicación, 2019.
Ha sido director de arte en diversas revistas y despachos de diseño, actualmente es Director Creativo en Chanchini Estudio y Coordinador Académico de la licenciatura en Iconos Instituto.
Ha sido docente en Diferentes Universidades como la ENAP-UNAM (FAD), UVM, ULA, ICONOS Instituto, Universidad Justo Sierra entre otras a nivel licenciatura, Maestría y Doctorado.

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