Perspectivas de la joyería. Retomar lo valioso del pasado para el éxito del futuro

10 agosto, 2021

Por Karen Marrun Matuk.–

Los antecedentes

Tener perspectiva de algo se plantea como ver a lo lejos o ver la imagen completa. A veces hay que “hacerse hacia atrás” para lograrlo. Con esta analogía me refiero a que en la vida, para poder imaginar los comportamientos futuros, el pasado nos sirve de referencia.

Desde tiempo inmemorial el ser humano ha manifestado su creatividad por medio de elementos pictóricos y tridimensionales. El adorno personal es sin duda alguna una de las primeras manifestaciones creativas de la humanidad.

La joyería es la respuesta ante la profunda necesidad y deseo del hombre por auto adornarse e incrementar su autoestima, vanidad y amor propio, mejorando su imagen personal. Existen infinidad de motivos que nos llevan a desear, elegir, adquirir y portar joyería. Estos envuelven preocupaciones elementales y eternas del ser humano.

Los usos y valores de las joyas responden a necesidades específicas del ser humano, físicas y psicológicas, y siempre se han determinado por situaciones de tipo político, económico, social, tecnológico, religioso y cultural. Se repiten constantemente demostrando que, a través del tiempo, somos iguales en esencia y que sentimos siempre las mismas necesidades de usar joyería, sin importar nuestro origen.

La joyería es un medio no verbal de comunicación y un vestigio histórico que nos regala información muy valiosa acerca de los comportamientos y creencias de diferentes culturas.

Las joyas se heredan, nos cuidan, nos dan suerte, nos permiten recordar, nos unen, nos definen, son nuestras compañeras en la vida y en la muerte

La actualidad

Aún en tiempos de pandemia, donde la gente habla y adopta la idea de una “nueva realidad”, se han analizado las necesidades por las cuales la gente usa joyería y los motivos que le llevan a comprarla, y siguen siendo los mismos. Es relevante recordar, que las joyas han sobrevivido y acompañado la evolución del ser humano, han trascendido las grandes pandemias de la historia, como la viruela y la peste, el holocausto, las guerras mundiales. Por ahora no se ve una razón aparente por la cual la necesidad de usar joyería pudiera sufrir un cambio causado por la realidad que estamos viviendo.

Lo que sí está sucediendo es que las nuevas generaciones vienen con otro “chip” y, aunque lo que le lleve a adquirir una joya sea un motivo o valor elemental, sus hábitos de consumo o formas de adquirir joyería están cambiando constantemente.

El E-commerce o comercio por internet ha sido el punto focal de la gran mayoría de las empresas en estos tiempos de encierro. Las empresas están apostando, invirtiendo y capacitándose para ofrecer una experiencia cautivadora y realista del producto que se pretende vender. Actualmente hay poco más de 88 millones de internautas en México y 5 de cada 10 aseguran que compran vía on-line[1]. Es importante recalcar, que estos compradores prefieren sitios extranjeros lo cual no siempre nos beneficia.

Hay miles de productos que gozosamente se compran por internet ya que la experiencia de compra no aporta gran cosa, nos ahorran tiempo y el producto no pretende conectar con el portador, es simplemente un producto “común”. Por ejemplo, un insecticida, un paquete de galletas, un jabón de trastes, un six pack de refrescos. Sin embargo, no todos los artículos se comportan de la misma manera. En el caso específico de la joyería, que es tan trascendente en su función y satisfactores, es difícil imaginar que el futuro para su compra pueda limitarse a través de una foto o imagen, sin sentirla, pesarla o “vestirla”.

Hay que reconocer, que la venta de joyería en línea ha salvado a muchas empresas en esta pandemia y ha sido eficiente –inclusive conveniente–, pero veo con algo de preocupación que el destino de la comercialización de la joyería se decante sin piedad hacia las ventas por internet, pues es difícil experimentar, con el comercio electrónico, el dialogo oculto entre la presencia de una joya y el posible portador. Esta reflexión se ha visto reforzada por una cantidad importante de clientes insatisfechos que se han acercado a mí para comprar por cita en el último año. Comparto a continuación sólo algunos testimonios de sus frustraciones comprando joyería en línea:

“No era lo que esperaba”, “pesa demasiado”, “se veía más pequeño en la foto”, “la calidad esta horrible”, “me gustó cuando lo vi en la tienda online pero ya que me lo probé, no me gusta puesto”, “la piedra no era para nada la misma de la foto”, “ en la foto se veía lindo, pero cuando lo recibí, lo sentí gigante y pesa muchísimo”, “una vez puestos, los aretes son incomodísimos”, “la compré con mucha ilusión y cuando llegó, ya no me gustó”, “pensé que era una pieza robusta y me llegó una basura como de lámina”.

Como diseñadores y comercializadores es básico detectar y acatar los nuevos hábitos de consumo y comunicación de los mercados, pues es nuestro deber satisfacer las necesidades de todos los consumidores. Indudablemente la proyección de marca que se logra en redes sociales es fantástica, de gran alcance y necesaria, pero no podemos olvidar que también hay mercados importantísimos de todo poder adquisitivo, sensibles a la experiencia vivencial, que no son partidarios de comprar en línea y que no son tan afectos a la tecnología.

Reiterando la primera parte de este artículo, recordemos que, para algunas personas, las joyas tienen un significado muy especial, se relacionan directamente con el cuerpo, tienen energía, se comunican, te llaman y dialogan en presencia. Una joya se toca, se experimenta, hay que probársela y es imposible percibir sus características reales, aún en la mejor foto del universo.

Quizás para algunos lectores este escrito pueda percibirse como de resistencia al cambio…, sin embargo, es todo lo contrario, es un llamado a encontrar un punto de equilibrio para el éxito futuro, dignificando el producto que hacemos, recordando y destacando las razones por las cuales las personas se adornan y lo que determina su proceso de elección entre una u otra pieza de joyería.

El futuro

Por más lejana que parezca la normalidad cotidiana, ésta volverá. Habremos cambiado y tendremos nuevos retos ante el comportamiento de nuestro trabajo y los consumidores. La joyería mantendrá sus usos y valores, pero exigirá mayor esfuerzo y creatividad para desarrollarse en varios aspectos de su creación y comercialización futura.

Rediseñar la experiencia de compra presencial. Hacer alianzas. Unir ámbitos

Ahora más que nunca debemos darle a la joyería un hogar protagónico y seductor donde cada pieza pueda conectar energéticamente con sus compradores y pueda trasmitir la historia creativa por la cual fue concebida. Es preciso rescatar la compra presencial en tiendas. Para lograr exitosamente esta experiencia, las alianzas entre ámbitos serán importantes y necesarias. La fusión con otros entornos como el gastronómico, el musical, el cultural (por mencionar algunos), pueden vincular a la joyería con otras disciplinas y hacerla convivir con otros productos o servicios para convertir la compra en tiendas presenciales en una experiencia lúdica, inolvidable y necesaria.

Como ejemplo exitoso, cito a la galería Puerta del Cielo[2] en Pátzcuaro, Michoacán, donde se me invitó a colaborar en el desarrollo conceptual y diseño interior de una galería/cafetería, implementando un concepto que denomino “tienda viva” donde cada mes hay un evento cultural y gastronómico, vinculado con la venta de joyería de un grupo de colegas asociados a Joyeros MX[3].

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Los eventos consisten en degustaciones de café local, mezcal, helados artesanales, chocolates de la región, acompañados de conciertos de música en vivo, lecturas de libros, videos explicativos del trabajo de los joyeros y venta de las piezas bajo el estatus de galería con expositores personalizados y personal capacitado para transmitir el “ADN” de cada marca.

Asociaciones entre colegas. Promoción y participación en exposiciones de manera presencial y/o virtual dentro y fuera del país

Las asociaciones entre colegas serán esenciales para el futuro de la joyería. La unión y comunicación del gremio puede permitir la resolución y gestión de algunos temas laborales, ayuda a encontrar mejores proveedores y reducir costos, nos capacita en grupo y nos vuelve más fuertes y competitivos, impulsa a tener mayor presencia dentro y fuera del país ya sea en ferias, eventos y exposiciones.

Para el futuro no bastará con producir y vender, hay que llevar la joyería a otro nivel donde podamos enseñar y demostrar las expresiones del diseño contemporáneo mexicano. Es preciso fomentar y participar en las iniciativas colectivas de exposiciones virtuales como #jewelsforthequarentine de Gomalacago[4]; trabajos conjuntos que tienen como inspiración algún aspecto cultural de nuestro país y que tendrán exposición internacional, como el proyecto ‘Rostros Insumisos’[5]; asociaciones de joyeros eficientes y dinámicas donde se realizan cursos, capacitaciones, exposiciones y ventas como Joyeros MX y Mubri[6]; exposiciones internacionales coordinadas de manera virtual, pero con presencia física en museos, como Proyecto Denísova[7]; grupos de joyeros comercializando en el mismo espacio como Citlali San Ángel[8].

Gomalacago
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Creatividad y diseño con sentido, no conformarse con “armar” joyas, hay que contar historias

El futuro nos brinda múltiples plataformas para exponer y vender nuestro trabajo, hay que explorarlas y aprovecharlas siempre intentando lograr un equilibrio. Será vital, hacer ejercicios intensos de creatividad para darse el tiempo de diseñar con más seriedad y no sólo enfocarse en comercializar. Algunas marcas se han preocupado y dedicado tanto en tener un buen sitio con contenido en redes, que han dejado en segundo plano la calidad del diseño de joyería que están generando. No hay que perder de vista que lo más importante es diseñar joyería con contenido y no comercializar contenido. El futuro es volver a contar historias y conectar con el portador. Hay que aprovechar la facilidad que hay para encontrar temas interesantes como inspiración, explorar las nuevas formas de crear y producir joyería, y rescatar las técnicas antiguas que brindan infinitas posibilidades.

Muchas grandes marcas de joyería comercial están a punto de desaparecer, tenemos la oportunidad de reinventarnos y trabajar duro para seducir al portador y darle una razón irresistible para adquirir y conectar con nuestras propuestas.

En conclusión

Es de gran relevancia saber que la joyería existirá mientras el ser humano perdure, porque llevamos más de 40,000 años adornando nuestros cuerpos[9] y fortaleciendo nuestros espíritus por medio de nuestras joyas. Tomar en cuenta y no perder de vista la importancia de sus usos y valores nos permitirá tener una visión más seria y cuidadosa de lo que se quiere proponer y sobre todo de qué manera llevar a cabo una promoción y comercialización adecuadas.

Seamos más que creativos a la hora de diseñar, contemos historias interesantes a través de la joyería, hagamos magia, sorprendamos, trabajemos sin descanso, inventemos “el hilo negro” e inspiremos con nuestras propuestas porque tenemos una de las profesiones más increíbles del mundo.

Unámonos como gremio, hagamos frente común, capacitémonos juntos, aprendamos del otro, dignifiquemos el oficio, apoyémonos del mundo virtual y también hagamos innovadora y fantástica la experiencia de compra, vinculemos nuestras joyas con creadores de otros productos y otras disciplinas, demos un gran servicio, expongamos y enseñemos la madera que tenemos como diseñadores mexicanos. El futuro de la joyería, será lo que, como gremio, decidamos que sea. 

[Publicado el 10 de agosto de 2021]
[.925 Artes y Diseño, Año 8, edición 31]

Referencias


[1] https://marketing4ecommerce.mx/5-de-cada-10-consumidores-compra-via-online-para-evitar-salir-de-casa-durante-la-cuarentena-por-el-coronavirus-amvo/

[2] https://www.facebook.com/puertadelcielogaleria/

[3] https://www.facebook.com/joyerosmx y https://www.instagram.com/joyerosmx/

[4] https://www.instagram.com/gomalacago/?hl=es

[5] ‘Rostros Insumisos’ es un proyecto que se encuentra en fase de creación y será concretado en fechas próximas.

[6] https://mubri.org/

[7] https://www.instagram.com/proyectodenisova/?hl=es

[8] https://www.instagram.com/joyascitlali/?hl=es

[9] “El hombre de Denisova, una especie extinta del género humano, vivía en Eurasia hace al menos 200,000 años, confirmaron investigadores, que apuntaron que este primo lejano del hombre moderno podría ser el autor de unas ‘joyas’ de más de 40,000 años de antigüedad. En estudios distintos publicados en la revista Nature, dos equipos de científicos precisaron las dataciones de las osamentas fosilizadas y de objetos encontrados en la cueva de Denisova”, de acuerdo con información de El País y Grurpo RPP de Perú. Los denisovanos son una enigmática población humana descubierta en Siberia que convivió con los neandertales y con los Homo sapiens en el paleolítico, tenían una cabeza excepcionalmente ancha, según una investigación que ha logrado reconstruir su apariencia física a partir de análisis de ADN y que se presenta en la revista Cell.

Estudió artes plásticas en Suiza, diseño industrial en la UIA y confección de joyería en CDMX.
En Chicago, fue directora de escaparatismo y gerente de tienda del museo Chicago Athenaeum; estudió en la Galería Lill Street e impartió clases de joyería en Gallery 54.
En Barcelona, fue directora de diseño para Majorica, dio clases en la Escola Massana, tomó clases en la Escola de Artes y Oficis y ganó un premio FAD.
Actualmente, trabaja como diseñadora de joyas, asesora de imagen, diseño y comercialización de joyería para empresas. Participa en ferias, exposiciones colectivas y pasarelas.

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