Por Jocelyn Molina Barradas.–
La situación que vivimos actualmente no tiene precedentes; la actual pandemia de COVID-19 ha arrojado datos como en ningún otro tiempo había sucedido evidenciando la era de la información en la que vivimos. Esos datos han sido recabados, analizados y visualizados por distintos actores para hacerlos accesibles y de utilidad para la sociedad. Se han creado mapas interactivos con la intención de mostrar el crecimiento o descenso de casos de coronavirus por localidad: estas visualizaciones geográficas han sido clave para entender la problemática de salud que vive la humanidad, todo esto porque la pandemia diariamente trae cifras alertadoras: 143,528,162 personas han sido diagnosticadas con coronavirus y se han registrado 3,056,040 decesos a nivel mundial[1]. En México se registran actualmente 2,315,811 casos positivos confirmados y 213, 579 decesos[2], pero estas cifras cambian cada minuto.
La obtención de los datos es un proceso largo y complejo, cada país tiene sus propios métodos de recolección de pruebas ante la pandemia. A pesar de que cada gobierno publica de forma regular las bases de datos correspondientes a su país, la realidad es que en muchas ocasiones esa información es imprecisa. La velocidad con la que se comparte nueva información a nivel global por medio de internet se describiría como señalaría Castells, en una revolución tecnológica, centrada en torno a las tecnologías, [que] empezó a reconfigurar la base material de la sociedad a un ritmo acelerado a la era de la información[3].
El 11 de marzo de 2020, debido a la propagación del virus, la OMS declaró pandemia a la epidemia por COVID-19[4], desde el inicio, distintos diseñadores, programadores, investigadores, periodistas, científicos y analistas se dieron a la tarea de visualizar los datos sobre contagios que recuperaban de las cifras oficiales o de repositorios confiables, reinterpretándolos en forma de gráficas, modelos, infografías o mapas, con la única intención de aportar a cada uno de sus países, comunidades, usuarios, compañeros o colegas, la gravedad de la pandemia y las precauciones que cada uno debería tener ante esta situación.
La visualización de datos se encarga de dar la jerarquía y relevancia adecuada que cada dato contiene. La representación de información en formato digital e interactivo es una característica de la visualización de datos que en el caso de la pandemia se tiene que dar casi en tiempo real, y el uso de herramientas digitales que procesan la información desde bases de datos ha fomentado el uso de este tipo de recursos por ser práctico, rápido y sencillo de usar.
La importancia de visualizar los datos ante un problema de salud pública
Con la intención de capacitar a miles de periodistas e interesados en cubrir temas sobre la pandemia, el Centro Knight Center para el Periodismo en las Américas impartió en mayo de 2020 el curso en línea masivo “Periodismo en la pandemia: Cobertura de COVID-19 ahora y en el futuro” en el que uno de los expositores, el Dr. Michael T. Osterholm, de la Universidad de Minnesota y fundador del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas, en una entrevista, perteneciente a los contenidos de este curso, planteó que en su trabajo visualizó que una pandemia iba a suceder a futuro y que el mundo no estaba preparado para ésta; recalcó que, dentro de la gravedad del problema lo que más se necesita en estos momentos son los datos para atender a la importancia de cómo es que se debe actuar y vigilar.
El Dr. Osterholm menciona que en 1854 hubo un evento que sentó las bases de la salud pública moderna: el médico inglés John Snow, precursor de la epidemiología, ante una situación grave de cólera en Londres y sin información sobre la bacteria que causa este tipo de enfermedad, gracias a la adquisición y análisis de datos, llegó a la conclusión de que la enfermedad se transmitía por el sistema de agua y no de forma viral como se creía. No logró convencer a la comunidad de Soho, zona del centro de la ciudad de Londres en Inglaterra, que el problema venía de un pozo de agua, por lo que una noche él mismo lo cerró, esto ayudó a que la bacteria ya no se siguiera propagando. “Aunque la historia está embellecida, la ciudad había comenzado a entenderlo y a estar de acuerdo. La conclusión es que se trataba de tomar medidas proactivas para prevenir algo en lugar de tener que responder. Y lo que aprendemos de eso es absolutamente crítico y comprensivo”, afirmó el Dr. Osterholm.
Sin embargo, la historia que plantea el ponente, como una de las más relevantes en la historia de la salud pública moderna, también es un ejemplo representativo en el diseño de la información. El Dr. Snow tenía un agudo sentido de observación y persistencia; originó y difundió un nuevo método geográfico para que su teoría tuviera un argumento visual, basado en la importancia de trazar en un mapa los datos y encontrar relaciones entre éstos. Su mapa no ayudó en ese tiempo a convencer sobre el origen del cólera, fue hasta años más adelante, con la cuarta epidemia de cólera, que finalmente su teoría fue aceptada. Asimismo, consiguió un entendimiento más desarrollado sobre un asunto de salud pública, al revelar un patrón geográfico de la enfermedad con la ayuda de un contexto espacial. John Snow tomó como fuente de información algunos de los datos del registro nacional de defunciones por cólera para localizar a 83 personas fallecidas que habían tomado agua de la bomba infectada en el área de Broad Street y así plantear su teoría sobre la causa de muerte.[5]
Se sabe que este no fue el primer mapa concerniente a un tema de salud, An Inquiry into the Cause of the Prevalence of the Yellow Fever in New York, (Investigación sobre la causa de la fiebre amarilla en Nueva York) es considerado el primero en su tipo, aunque también se conoce que a principios del siglo XIX en Europa varios médicos usaron mapas para entender los aspectos ambientales sobre las epidemias[6].
Datos abiertos y COVID-19
Ahora, ante la pandemia por COVID-19, muchos de los datos provienen del sector salud de cada país. La obtención de datos ha sido compleja por medio de las pruebas que se han realizado desde el inicio de la pandemia, lo que ha creado variadas interrogantes, ya que en cada país el uso de las pruebas ha sido distinto. ¿Cómo es que se recolecta la información sobre cada caso de coronavirus y cuál es la forma más adecuada para visualizarlos?
La asesora de visualización Amanda Makulec plantea que se debe tener cuidado en cómo se representan los casos de coronavirus, ya que los datos no son precisos; ella describe en una serie de infografías[7] cómo es que se obtiene información de un paciente que da positivo ante este virus en Washington DC, desde su exposición hasta la obtención de resultados positivos o negativos de la prueba, en un lapso de once días aproximadamente, por lo que los datos que cada día son socializados pueden cambiar.
Los datos abiertos son datos que pueden ser utilizados, reutilizados y redistribuidos libremente por cualquier persona, y que se encuentran sujetos, cuando más, al requerimiento de atribución y de compartirse de la misma manera en que aparecen.[8]
Se generan a diario distintos productos gráficos sobre los datos obtenidos tales como gráficas, tablas, mapas, entre otros. Pero éstos, de manera ideal, deberían aclarar de dónde se tomaron los datos y cuál fue la última actualización de la información, también la metodología que se utilizó y sobre cómo explorar la visualización, si llegará a ser compleja para algunos usuarios tener una guía o manual sobre cómo explorarla.
El físico e investigador mexicano de la Facultad de Ciencias de la UNAM, el Dr. Irving Morales, fundador de la agencia Morlan, dedicada al análisis y visualización de datos, impartió el taller “Curvas, modelos y gráficas: interpretar y comunicar la información estadística” durante el Foro Virtual e Hispanoamericano de Periodismo Científico, Edición COVID-19[9], en el que planteó que los datos que se tienen sobre la pandemia en cada país cuentan con diferentes procesos, tanto de obtención como de medición. En este taller se explica que la recolección de los datos es de suma importancia, ya que permite saber cómo intervenir durante la pandemia, aplicar políticas públicas o informar a la población sobre su evolución; es importante reconocer que los datos pueden ser imprecisos o que no son confiables. Al analizar el proceso, todo empieza con las pruebas y muchos de los datos que se proporcionan son del sector salud, en el que capturistas, enfermeras, médicos y especialistas, hacen un esfuerzo considerable para que las cifras se presenten a diario, pero la coyuntura es tan extraordinaria que pueden ser inexactos. Ante esto, el Dr. Morales recomendó usar los datos, analizarlos y visualizarlos para poder actuar ante la situación que enfrentamos actualmente.
Mapas y visualización de datos
Un estudiante de ingeniería civil y de sistemas de la Universidad de Johns Hopkins, Ensheng Dong, creó el mapa que más visualizaciones ha tenido a nivel mundial sobre COVID-19. Dong relata en una entrevista para la revista de la universidad situada en la ciudad de Baltimore, Johns Hopkins[10], que al ver cómo inició la pandemia en otros países, cuando se confirmó el primer caso en Estados Unidos el 20 de enero de 2020, la situación le preocupó, y combinando sus conocimientos sobre la objetividad y visualización de datos creó un mapa en el que se visualizaba la situación del coronavirus a nivel mundial, diseñándolo con un fondo de color negro en donde resaltan los círculos rojos que identifican a los casos activos en cada región, consideró que eran los colores adecuados para advertir sobre la importancia de la propagación de la pandemia. Obtuvo los datos de un repositorio holandés, BNO News[11], que posee información sobre el coronavirus a nivel mundial, también utilizó la herramienta GIS[12], el mapa se publicó en abril y desde entonces ha sido una de las herramientas más utilizadas para conocer la propagación de la pandemia en el mundo.
La codificación visual es el proceso de combinar los fenómenos que deben visualizarse, proporcionados por el conjunto de datos (escala de los datos y atributos), con el tipo de representación más adecuado (elementos gráficos y propiedades visuales). En cartografía, a menudo la codificación visual se llama simbolización.[13]
En México, también se creó un mapa representativo que llegó a tener más de 2 millones de visualizaciones. El Dr. Adrián Ghilardi, uno de sus fundadores e investigador del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM, en conjunto con la Dra. Ilse Ruíz, coordinan una de las plataformas más visitadas en el país sobre información geográfica de COVID-19.
El Dr. Ghilardi, a través de una entrevista, señala que el objetivo principal de la plataforma originalmente surgió a partir de que al inicio de la pandemia no se contaba con este tipo de mapas o dashboards: “Había gente independiente que tenía en GitHub sus propios análisis, o había uno más de la Organización Panamericana de la Salud. De hecho, lo que hice a mediados de marzo de 2020, cuando se declaró la Jornada de Sana Distancia[14], fue una búsqueda de todas las páginas que existían, de todas las plataformas en México, había una de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO)[15] que recién empezaba, y entre cuatro o cinco más, pero en el resto del planeta ya ocurría esa diversificación. Algo interesante que está ocurriendo es que, efectivamente, hay muchas plataformas, pero cada una muestra sus propios datos, hay personas que de alguna manera se han quedado atrás en el tiempo, y se preguntan por qué no hay una sola, puesto que provoca confusión, pero esa sólo es una idea acerca de cómo se debe ordenar la información. Sin embargo, en este caso debe ser lo contrario, es decir, cuantas más personas estén subiendo datos y analizándolos, aumenta también la capacidad de criterio, se democratiza quién sube la información, quién la valida o cómo se despliega, eso requiere que la persona que la esté leyendo entienda lo que está pasando y no crea a ciegas. Esa fue la razón original”.
El 19 de febrero de 2020, en la publicación COVID-19 de la UNAM, el centro GEO de Conacyt ya contaba con un dashboard que estaba en preparación, y se publicó dos semanas después. Al respecto, el Dr. Ghilardi consideró que, como era la publicación oficial en México, era mejor abandonar su propia plataforma, sin embargo, decidió dejarla existir por dos razones:
- Para mantener esa diversidad de plataformas que servían de contrapeso con la información oficial, aunque la base de datos fuera la misma, ya que ellos contaban con información extra que no se encontraba en la plataforma oficial.
- Por la cantidad de usuarios que tenían, ellos (Morales y Ruiz) ya contaban con casi 15 mil usuarios por día, en el mes de junio de 2020 ya sumaban un millón de visitas.
Al principio, los datos los obtenían de un archivo en PDF sobre los reportes técnicos de marzo de 2020, pero conforme se empezaron a publicar los datos abiertos es que pudieron automatizarlos. La plataforma covid19.ciga.unam.mx[16] se creó con el trabajo de sólo dos personas al inicio. El investigador del CIGA de la UNAM considera que la plataforma es un medio de difusión de la información, que tiene la intención de generar índices, valores y variables espaciales para que se sepa qué tan rápido aumentan o bajan los casos de coronavirus en diferentes municipios de México.
Al preguntarle al Dr. Ghilardi qué plataforma utilizó para el desarrollo del dashboard, comentó que decidió usar la herramienta ArcGIS online, un sitio al que se accede por medio de una membresía con costo, pero debido a la pandemia la compañía decidió ofrecer planes gratuitos. Considera esta herramienta flexible, ya que la plantilla le permite organizar los elementos, ajustar colores, tipografías y sin tener que desarrollar código.
Varios especialistas han participado en la creación de plataformas relacionadas a información sobre la pandemia; sin embargo, algunos de ellos no cuentan con un equipo multidisciplinario para crear plataformas complejas. Para hacer periodismo de datos se requiere de un equipo conformado por un visualizador especializado y un programador[17]. No obstante, distintas profesiones podrían nutrir el tema con su colaboración. Debido a la pandemia también varios grupos de investigadores han tenido que encontrar distintas formas de trabajo colaborativo debido a la emergencia que estamos viviendo con el fin de desarrollar productos que sumen a la erradicación del virus y la crisis mundial que enfrentamos. Tal es el caso de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM que por medio de un grupo de WhatsApp un equipo de antropólogos, economistas, sociólogos, matemáticos, programadores, entre otros, desarrollaron un mapa de vulnerabilidad basado en datos que realizaron de un sondeo a más de 53 mil personas en todos los estados de la República Mexicana.[18]
Para tener una perspectiva del perfil de los periodistas partícipes en esta situación y cómo han desarrollado distintas propuestas, se entrevistó a la periodista Eridani Palestino, egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, que ha colaborado en diversos medios como Revolución 3.0, Agencia EFE, Carmen Aristegui, El Heraldo de México y el periódico Más por Más. Palestino realizó un mapa sobre los casos de COVID-19 por estado desde el inicio de la pandemia; uno de sus principales objetivos fue que, al darse cuenta de que la pandemia era algo nuevo que sin lugar a dudas parecía delicado, consideró que la situación tomó desprevenidos a la mayoría de los periodistas y medios ya que han tenido que conocer los términos científicos y médicos específicos para la coyuntura, en los que la mayoría no eran especialistas. No obstante, desde el primer caso en México, Palestino empezó a reunir los casos subsecuentes en una base de datos para sumarlos y visualizarlos conforme iban en aumento. Asimismo, escuchaba las conferencias que en México da el Subsecretario de Salud, Dr. Hugo López-Gatell Ramírez, con el reporte de la pandemia[19] todos los días a las 19:00 horas; transcribía los datos del sitio oficial, los agregaba al mapa, y después verificaba que las cifras fueran correctas con los datos de la Dirección General de Epidemiología, que a su vez comparten un mapa, y, por último, revisaba la página oficial del gobierno de México respecto al coronavirus.
La periodista consideró que no había un lenguaje inclusivo en la información sobre COVID-19 en el país, ya que para las personas que sufren de alguna discapacidad, o que pertenecen a una comunidad indígena que hablan otras lenguas, no existía información especializada para su consulta. Por el confinamiento, tuvo que trabajar desde casa, al igual que muchos otros colegas, pudo notar que, a sus padres ya adultos mayores, no les era fácil obtener la información desde el sitio oficial que implementó el gobierno de México[20]. Por lo tanto, trabajó con la herramienta de Google Maps para crear un mapa que fuera accesible, fácil de abrir y de navegar, que contuviera pocos datos, tales como las cifras de contagiados, recuperados y defunciones por estado. Al comparar otros ejemplos de mapas, pudo constatar que proporcionaban demasiados datos en un solo mapa y esto confundía a los usuarios. El mapa, que actualiza día con día con los datos oficiales del gobierno, también sirvió como fuente de información para algunos de sus colegas, ya que al iniciar la pandemia no sabían dónde obtener datos confiables.
A diferencia de medios extranjeros, por ejemplo The New York Times en Estados Unidos, que cuentan con un equipo multidisciplinario y especializado sobre periodismo de datos, Palestino trabaja sola y debe buscar, analizar y verificar los datos para después visualizarlos, por lo que eligió una herramienta como Google Maps, que es fácil de usar en comparación a otras herramientas que usan código; esto es importante, ya que es un trabajo extra y voluntario que realiza a diario para actualizar el mapa, actualmente compartido por miles de personas. Ella considera que, si contara con un equipo multidisciplinario, sin lugar a dudas aportaría al trabajo, pues con la ayuda de un diseñador, por ejemplo, crearía otro tipo de recursos gráficos al contenido del mapa. Igualmente se nutriría el contenido si se contara con otros especialistas.
La importancia de la visualización en la pandemia
Distintas plataformas ofrecen hoy una visualización en poco tiempo y sin usar código. La facilidad para utilizarlas ha ayudado a que se creen productos de visualización de datos que difunden el avance de la pandemia. Sin embargo, el periodista y especialista en periodismo visual, infografía y visualización, Alberto Cairo, recomienda que los usuarios se cuestionen siempre de dónde provienen esos datos e informarse sobre cómo se deben leer ciertas visualizaciones; a su vez, sugiere a los creadores que siempre expliquen al usuario la fuente de los datos y, si es necesario, que den instrucciones al lector sobre cómo deben interpretarse las gráficas o mapas en la visualización.[21]
Cairo, maestro de la Universidad de Miami, durante el seminario web de la serie de GIJN, “Investigando la pandemia”[22], habló sobre la importancia de la visualización por el coronavirus: “Está claro para todos que la visualización es un ganador en estas crisis: si hay una buena noticia que necesita esta pandemia es que la visualización de datos se está volviendo más popular. Tenemos mucha evidencia para demostrarles que a los lectores les encanta la visualización, muchas de las piezas de contenido más populares publicadas en los últimos meses se resumen en la visualización”.
La visualización de datos seguirá tomando un importante papel durante esta pandemia: los datos no dejarán de generarse, así que se deben encontrar visualizaciones claras para los usuarios y que aporten para combatir la desinformación derivada de la pandemia, brindándole a la sociedad las herramientas necesarias de información. Se debe trabajar de forma multidisciplinaria para elaborar contenidos de calidad y que la visualización sea un recurso esencial en la elaboración y distribución de la información. ¶
[Publicado el 11 de mayo de 2021]
[.925 Artes y Diseño, Año 8, edición 30]
Fuentes de consulta
- Castells, M. (2005). La era de la información, Vol. 1, La sociedad red. Alianza, Madrid.
- Crucianelli, S. & University of Texas. Knight Center for Journalism in the Americas. (2013). Herramientas digitales para periodistas. Amsterdam University Press, Amsterdam.
- Meirelles, I. (2014). La información en el diseño (Diseño de la información). Parramón, Badalona.
- Cerda L., Jame, y Valdivia C., Gonzalo (2007). “John Snow, la epidemia de cólera y el nacimiento de a epidemiología moderna”. (Nota histórica) [En línea]. ph.ucla.edu. Disponible en: http://www.ph.ucla.edu/epi/snow/revchilenainfectol24(4)_331_4_2007.pdf
- Makulec, Amanda (2020). “How is COVID-19 Case Data Collected?” (Artículo e infografías) [En línea]. medium.com. Disponible en: https://medium.com/nightingale/how-is-covid-19-case-data-collected-9afd50630c08
- Philip, Rowan (2020). “Claves para visualizar datos sobre el COVID-19” (Artículo) [En línea]. ijnet.org. Disponible en: https://ijnet.org/es/story/claves-para-visualizar-datos-sobre-el-covid-19
- Redacción BNO News (2020). “Tracking coronavirus: Map, data and timeline” (Artículo y medios visuales) [En línea]. bnonew.com. Disponible en: https://bnonews.com/index.php/2020/04/the-latest-coronavirus-cases/
- Redacción Global Investigate Journalismo Network (2020). “[Webinar] Visualizing COVID-19 Data: Tips and Traps” (Video) [En línea]. gijn.org. Disponible en: https://youtu.be/ZscRCbei4Pc
- Redacción La Jornada (2020). “Van más de 33 millones de contagios de coronavirus en el mundo” [En línea]. lajornada.com.mx. Disponible en: https://www.jornada.com.mx/ultimas/mundo/2020/09/29/van-mas-de-33-millones-de-contagios-de-coronavirus-en-el-mundo-8402.html (sitio visitado el 29 de septiembre de 2020).
- Redacción Open Data Handbook (2020). “What is Open Data?” (“¿Qué son los datos abiertos?”) (Artículo) [En línea]. opendatahandbook.org. Disponible en: https://opendatahandbook.org/guide/es/what-is-open-data/
- Sitio ccemx.org (2020). “Foro Virtual e Hispanoamericano de Periodismo Científico” (Programa) [En línea]. ccemx.org. Disponible en: http://ccemx.org/evento/foro-periodismo-cientifico/
- Sitio GIS Hub para el COVID-19. Disponible en: https://coronavirus-resources.esri.com/
- Sitio verificovid.mx (2020). Datos tomados en su actualización del 29 de septiembre de 2020.
[1] Datos tomados del sitio: https://coronavirus.jhu.edu/map.html (visitado el 22 de abril de 2021).
[2] Sitio verificovid.mx (2021). Datos tomados en su actualización del 22 de abril de 2021.
[3] Castells, M. (2005). Era de La Informacion, La – Vol. 1 La Sociedad Red (Spanish Edition). Alianza, Madrid.
[4] https://www.paho.org/es/noticias/11-3-2020-oms-caracteriza-covid-19-como-pandemia
[5] Cerda L., Jame, y Valdivia C., Gonzalo (2007). “John Snow, la epidemia de cólera y el nacimiento de a epidemiología moderna”. (Nota histórica) [En línea]. ph.ucla.edu. Disponible en: http://www.ph.ucla.edu/epi/snow/revchilenainfectol24(4)_331_4_2007.pdf
[6] Meirelles, I. (2014). La información en el diseño (Diseño de la información). Parramón. Badalona.
[7] Makulec, Amanda (2020). “How is COVID-19 Case Data Collected?” (Artículo e infografías) [En línea]. medium.com. Disponible en: https://medium.com/nightingale/how-is-covid-19-case-data-collected-9afd50630c08
[8] Redacción Open Data Handbook (2020). “What is Open Data?” (“¿Qué son los datos abiertos?”) (Artículo) [En línea]. opendatahandbook.org. Disponible en: https://opendatahandbook.org/guide/es/what-is-open-data/
[9] Sitio ccemx.org (2020). “Foro Virtual e Hispanoamericano de Periodismo Científico” (Programa) [En línea]. ccemx.org. Disponible en: http://ccemx.org/evento/foro-periodismo-cientifico/
[10] https://hub.jhu.edu/magazine/2020/summer/coronavirus-tracker-map-lauren-gardner/ (Artículo) [En línea].
[11] Redacción BNO News (2020). “Tracking coronavirus: Map, data and timeline” (Artículo y medios visuales) [En línea]. bnonew.com. Disponible en: https://bnonews.com/index.php/2020/04/the-latest-coronavirus-cases/
[12] Sitio GIS Hub para el COVID-19. Disponible en: https://coronavirus-resources.esri.com/
[13] Meirelles, I. (2014). Op. cit.
[14] https://www.gob.mx/salud/documentos/sana-distancia
[15] https://www.gob.mx/conabio
[16] https://covid19.ciga.unam.mx/
[17] Crucianelli, S. & University of Texas. Knight Center for Journalism in the Americas. (2013). Herramientas digitales para periodistas. Amsterdam University Press. Amsterdam.
[18] Angulo, Y., Santos, M., & Siqueiros, J. (2021). Covid-19 y vulnerabilidad socioeconómica: un estudio convergente. Revista Mexicana de Sociología 83, 11–30. http://revistamexicanadesociologia.unam.mx/index.php/rms/article/view/60071/53131
[19] https://www.gob.mx/salud/acciones-y-programas/versiones-estenograficas-conferencia-de-prensa
[20] https://coronavirus.gob.mx/
[21] Philip, Rowan (2020). “Claves para visualizar datos sobre el COVID-19” (Artículo) [En línea]. ijnet.org. Disponible en: https://ijnet.org/es/story/claves-para-visualizar-datos-sobre-el-covid-19
[22] Redacción Global Investigate Journalismo Network (2020). “[Webinar] Visualizing COVID-19 Data: Tips and Traps” (Video) [En línea]. gijn.org. Disponible en: https://youtu.be/ZscRCbei4Pc