Por Eugenio Garbuno Aviña.
La investigación en arte y diseño debe estar orientada a generar conocimientos en estas áreas para su respectiva aplicación en el mundo real o entorno inmediato. A través de una heurística libre que oriente el proceso creativo y posibilite conocer a través de él. La epistemología del arte y el diseño, desde una teoría anarquista del conocimiento1 (Feyerabend), un pensamiento complejo y un pensamiento crítico, reforzados por un paradigma epistémico interdisciplinario, que se integre por la multidisciplina y se realice en la transdisciplina.
La investigación en arte y diseño abarca el proceso de indagación sobre un problema de la realidad, al cual convierte en su objeto de estudio, llevando a cabo la experimentación con la forma al manipular el material mediante la técnica, con el uso de herramientas tanto teóricas y conceptuales, como físicas, y así de la experimentación al proceso de producción e incluso más allá, a la post-producción, donde el producto u objeto cultural entra en circulación en los medios de comunicación masiva y de lleno en las esferas de lo cultural y lo social, incluso lo político.
Para pasar de una estética de laboratorio -en la que el pensamiento filosófico ha cedido paso al pensamiento científico (Olea, 1977)-, a una estética hermenéutica, en un retorno al pensamiento filosófico, y la interpretación como conocimiento.
¿Qué es en concreto, la investigación en arte y diseño? Es distinta a la que se realiza en el ámbito de la ciencia, más cercana a la que corresponde a las ciencias humanas y sociales, sin embargo es diferente a ambas y se nutre de los conocimientos y métodos de los dos campos de conocimiento. La diferencia básica entre el pensamiento científico, el pensamiento humanístico y social y el pensamiento artístico es que éste último se caracteriza por el pensamiento divergente. El diseño está más cerca de la técnica y la industria, por tanto del ámbito económico político, en ese sentido es racional y pragmático. El pensamiento divergente no busca la verdad ni certezas, tampoco pretende formular axiomas ni leyes, es un pensamiento no reificado2, que explora el espacio de lo posible en la realidad; como la epistemología bachelardiana, de la filosofía del no, nunca da nada por cierto ni como verdad definitiva, en una especie de epistemología crítica, que sin caer en el escepticismo ni en el nihilismo, busca liberar al pensamiento de un saber institucional y un conocimiento parcial e ideologizado. Cuando el diseño adopta el modelo del pensamiento divergente se transforma en arte. Cuando el arte se inscribe como mercancía en el mercado del arte o en la esfera del espectáculo, se acerca al diseño como publicidad e ideología del capitalismo. Solamente cuando el arte se guía por el pensamiento divergente es crítico de la realidad.
Ante la emergencia de un área de investigación del posgrado que vino a reemplazar a Arte urbano, fue necesario concebir un modelo ex profeso de arte que se teorice, se enseñe y produzca en la actual área de Arte y entorno. El arte crítico es el modelo de arte que se propone como paradigma de la relación arte y entorno. La primera definición de arte crítico es como la política de lo posible; la segunda, es como construcción, conocimiento, educación y expresión.
Asimismo, cuando se creó el Laboratorio de Arte-Diseño y Entorno, el modelo del arte crítico se hizo más sólido teóricamente, en el cual a su vez convergen otras tres líneas de investigación: el arte social, el arte público y el arte urbano.
1. Feyerabend, P. Tratado contra el método (Esquema de una teoría anarquista del conocimiento) Madrid, Ed. Tecnos. 1981.
2. Considerar (algo abstracto) como si tuviera existencia material o concreta.
El autor es Profesor adscrito a la Facultad de Artes y Diseño Plantel Xochimilco de la UNAM.
(Publicado el 20 de agosto de 2015)