Francisco Díaz. Una especie de Quijote de la platería

Agosto 2021

Francisco Díaz Romero nació el 4 de octubre de 1936, es oriundo de la población de Zacualpan, Estado de México, donde vivió parte de su infancia, lugar característico por ser de campesinos y donde la minería estaba en auge. Por circunstancias familiares tuvo que abandonar dicho poblado y junto con su familia, a paso de caballo, se dirigió a un pueblecito llamado Taxco, en el Estado de Guerrero. En sus palabras: “un lugar muy bonito”, lleno de caseríos de tejas rojas, blanquecinas y paredes de adobe. En ese entonces aún no existía el fomento del turismo como fuente de empleo, más bien era un típico pueblecito con pocas fuentes de empleo. Al llegar a esta ciudad las circunstancias de trabajo afectaron a su núcleo familiar, ya que, por la necesidad, todos tenían labores o responsabilidades para garantizar la subsistencia de la familia. El maestro desde muy temprana edad comenzó a laborar en los empleos propios de los niños y los jóvenes, como vendedor de pan o paletas, ayudante en tiendas de abarrotes, mandadero, peón de albañil o en el cuidado de animales de crianza, como gallinas y cerdos, entre otros. La búsqueda de en qué emplearse lo llevaron a trabajar como aprendiz de platería, ocupación por la que se sintió atraído completamente al descubrir lo que podía crear al transformar el metal y los minerales.

Al inicio fue un arduo camino de aprendizaje, ya que desde muy joven le fascinaba la experimentación con diferentes técnicas que hacen de la platería un arte. Por ese tiempo el oficio de platero en Taxco comenzó a tener auge y un ascenso desbordante, debido a que no era sólo un trabajo, ya que comenzaron a tener relevancia tanto las técnicas y los diseños, como la ejecución en la platería, en la joyería y la orfebrería.

Las técnicas propias de los lugareños se anexaron a las que llegaban del exterior, lo que dio un apogeo en la platería taxqueña, que se caracterizaba por la relevante ejecución y por la innovación. El maestro Francisco Díaz deambuló en su aprendizaje desde los primeros talleres básicos de platería, hasta las empresas en que se convertían los talleres más grandes, aquellos que llegaron a contar con más de cien trabajadores dedicados a la platería, cada uno de estos talleres entregados a una especialidad. El maestro Francisco aprendió de cada uno de los caladores, fundidores, pulidores, escultores, armadores, repujadores, lapidarios entre otros, que le dieron un cúmulo de aprendizajes que ha aplicado en su vida dedicada a la platería, siempre lleno de curiosidad.

Esa necesidad de aprender lo llevó a sufrir grandes carencias económicas, pero también a acumular un tesoro de conocimientos que él mismo no tenía idea hasta dónde lo llevarían. Ese roce de diferentes capacidades lo llevaron a viajar a diferentes lugares para aprender y enseñar. Dominó la lapidaria, metales primarios, como plata u oro, hasta el manejo de metales y minerales secundarios como el cobre, latón, alpaca, hierro, aluminio, madera, resina, barro, vidrio y el manejo de la naturaleza misma. Ello le llevó a fundar escuelas propias para la platería como:

  • La Escuela de Maestros de Taxco
  • Escuela de Platería en Pachuca, Hidalgo
  • Escuela de Plateros Real del Monte, Hidalgo
  • Taller Ecológico sobre la Platería

También a trabajar en centros de enseñanza universitaria como en la ENAP Taxco (actualmente FAD UNAM) en el área del taller experimental sobre la platería. Participó representando a México en el curso de orfebres plateros en Ecuador promovido por la Organización de los Estados Americanos, OEA[1]. Formó parte del curso de fundición para metales en Monterrey.

Su vida ha sido un constante peregrinar en lo que se refiere a la platería y por una búsqueda propia al querer otorgarle siempre un carácter artístico a su trabajo para fuera aceptado como una profesión que requiere de conocimientos y habilidades.

Esta labor lo ha llevado a participar en diferentes eventos y concursos, como la Feria Nacional de la Plata, desde a nivel local, hasta internacional. Obtuvo diferentes galardones en todas las diferentes ramas en las que se divide la platería desde los Galardones Nacionales o los Galardones DIF[2] o el Guillermo Spratling. Ha tenido que unir criterios y trabajar con diferentes personalidades como grandes plateros de antaño o actuales, que emergen del taller experimental de platería, y con diseñadores propios del lugar, nacionales y de otros países, siempre manejando como lema que el arte no está unido a un sueldo.

El ansia de aprender y hacer cosas diferentes lo llevan a convertirse en una especie de Quijote en la platería, de locura positiva, que lo lleva a influir en las personas que están a su alrededor, en donde impregna la voluntad de mirar siempre al futuro y descubrir, ya sea por necesidad o por sueños, aquellas formas idóneas para plasmarlas a través de la platería. Los metales, minerales, fundentes, abrasivos o ácidos, son los elementos a los que les da su real dimensión y utilidad para la creación. El maestro Francisco siempre busca soluciones al por qué, el dónde y el cómo en el ámbito platero. A sus 86 años, con las incapacidades de la edad y algunas enfermedades, aún sigue proyectando la platería como entorno de vida.

Por Damián Díaz Vieyra

Agradecemos al Sr. Damián Díaz Vieyra, hijo primogénito del Mtro. Francisco Díaz Romero, su apoyo para la recopilación de las fotografías que conforman esta galería acerca del trabajo del Maestro, al igual que para la redacción de esta semblanza.

[1] http://www.oas.org/es/

[2] El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (SNDIF o DIF Nacional) es una institución pública mexicana de asistencia social fundada en 1977,​ enfocada al desarrollo del bienestar de las familias mexicanas.

AUTORES

ir alinicio