En la navaja del tiempo

18 noviembre, 2022

Por Adriana Romero Lozano.–

I’ve seen things, you people wouldn’t believe, hmmm… attack ships on fire off the shoulder of Orion. I’ve watched see beams glitter in the dark near the Tannhauser Gate. All those moments, will be lost in time like tears in rain… time to die …[1]
Roy Batty, en Blade Runner[2]

30a-verde

Abrir los ojos al México de 2052, en un salto temporal que nos llevaría 30 años hacia el futuro, conlleva experimentar una elipsis en el tiempo suficiente para hacernos pensar, vislumbrar, soñar o bien hacer una hipótesis de lo que podría ocurrir en nuestra realidad en general y en las disciplinas de la Facultad en tres décadas en el futuro. Nos invita a reflexionar sobre: ¿Cómo sería la sociedad en esos años? ¿Qué se impartiría en la FAD Taxco, en esos días? Para ello, partamos de diversos parámetros, así como de la mano de los filmes neo-noir, Blade Runner[3] y Blade Runner 2049[4], en cuya narrativa, de esta historia transcurren 30 años entre los hechos de la primera parte[5] y los sucesos de la segunda.

El primer parámetro se establecería al hacernos la pregunta ¿Qué tipo de seres humanos seremos en 30 años?

Partiendo de nuestro presente, el humano de estos días precisamente rompe el canon de lo humano para llegar a lo post-humano como norma, si bien el cuerpo prostético ha existido desde siglos: patas de palo, garfios, ojos de cerámica o vidrio, etc., el concepto de lo post-humano en el arte –y en particular en lo que nos atañe– se ha normalizado dentro de éstas “ilusiones de vida y libertad”, podemos romper cualquier lineamiento de nacimiento, incluso el género puede ser modificable: transexuales, transgénero, androginia, cibernética y aquello que se invente dentro de la fantasía del individuo: body art, tatuajes perforaciones, implantes, cirugías plásticas y ¿por qué no? hasta el abuso de esteroides para hacer cuerpos excesivamente musculosos como en el culturismo. La apoteosis de esto es el caso de Michael Jackson, quien va más allá de la raza, del género o de cualquier clasificación. En la investigación de Iván Mejía en su libro El Cuerpo Post-Humano[6], encontramos interesantes comentarios del autor, así como citas del teórico francés Jean Braudrillard, extraídos de su ensayo “La transparencia del mal”[7], así como de Michael Houllebecq en torno al personaje de Michael Jackson:

Michael Jackson, hace evidente con su obsesión por “mejorar” su cuerpo, la “racialización” de los cuerpos (post-humanos), y enfatiza el sometimiento a los valores e imposiciones determinados por la colonización de la ideología blanca-americana. (Que continuará mientras las corporaciones estadounidenses tengan la tecnología y el poder para dejar su huella cultural en el imaginario contemporáneo). Por ello no resulta sorprendente que la “cara ideal” para Jackson sea blanca. Pero este hecho se vuelve aún más complejo, cuando Jean Baudrillard señala que: “Michael Jackson es un mutante solitario, precursor de un mestizaje perfecto en tanto que universal, la nueva raza después de las razas”. El escritor Michel Houllebecq quien lo ha satirizado en su novela Plataforma lo dice de una manera más acertada: Michael Jackson: ya no era ni negro ni blanco, ni joven ni viejo; en un sentido, ni siquiera era ya ni hombre ni mujer. Nadie podía imaginarse realmente su vida íntima: había comprendido las categorías de la humanidad corriente y se las había arreglado para dejarlas atrás. Por eso lo consideraba una estrella, incluso la más grande, y en realidad la primera del mundo. Este ir más lejos, le convirtió en un monstruo, o al menos en un fenómeno.

En el oasis del ser vivimos la máxima ilusión de la libertad: ser lo que mejor nos plazca: ama de casa, travesti, sobreviviente de la crisis, exhibicionista en internet, vampiro vía avatar en juego de red, hombre felino, hombre–mujer. En fin, gozamos de una libertad de expresión del yo para poder caracterizar nuestros anhelos. En 30 años, el concepto de raza será cuestionable, tal vez el propio lema universitario “Por mi raza hablará el espíritu”, no sea viable, ni siquiera políticamente correcto.

Esa realidad se encuentra en el filme Blade Runner, estrenado en 1982, ubicado en un futuro distópico, en la ciudad de Los Ángeles en un futuro 2019[8]. En el cual, un emporio de fabricación de humanos “artificiales” mediante bioingeniería, denominados “replicantes” quienes tienen una fecha de caducidad, es decir como lo hacen ahora los fabricantes con los objetos de consumo, lo que se conoce como la obsolescencia programada, tal cual, diseñados intencionalmente para que dejen de servir e incentivar el consumo que va de la mano de la invasión de desechos tecnológicos.

Diseñados para morir, con una vida limitada a cuatro años, los replicantes ante esta amenaza latente de su eminente finitud, se embarcan en busca de su creador para ver si pueden cambiar su destino y prolongar su vida, creados con una apariencia tan similar con el ser humano que no sabemos quién es humano y quién un replicante.

Añadiendo a la mezcla una sociedad en decadencia y caos ecológico. En ello existe un paralelismo en el filme y nuestra sociedad actual con una tendencia hacia el transhumanismo, el cual pretende alterar las condiciones innatas del ser humano y mejorarlas a través de la ciencia y la tecnología, mezclado con la crisis ecológica mundial, no nos separa mucho de esa ficción nuestra realidad actual.

En Blade Runner observamos un mundo agonizante, pre-apocalíptico que sitúa a la humanidad al filo de la navaja por el cual corre. Blade Runner 2049, la continuación de esta historia que transcurre en un ficticio futuro tres décadas después de los hechos ubicados en Los Ángeles del 2019, la narración nos traslada al año 2049 ya en un ambiente post-apocalíptico donde los límites y los experimentos sin ética ni respeto al orden natural traen el ocaso de la humanidad como la conocimos, hecho que se vislumbraba en la primera película. Vemos que los vicios de 30 años antes dieron sus frutos, y así conocemos los restos de una ciudad de Las Vegas[9], radioactiva y abandonada. Con ese mismo impulso de movernos 30 años en el tiempo lo hacemos, pero con unas coordenadas diferentes y nos ubicamos en la FAD Taxco y nos planteamos el segundo parámetro concerniente a las artes en expansión y auge en un hipotético 2052.

La realidad planteada en las artes dentro de 30 años en el futuro no solo será una tendencia sino algo dentro de la norma, en un gran sector de la población, elecciones de género, cambios estéticos, darán pie a clase donde pudiera verse normalizado la pintura en lienzo vivo (tatuaje), diseño prostético, creación de implantes y dispositivos estéticos. Las clases no solamente en talleres presenciales sino a distancia con prácticas en mecanismos holográficos que permitan una mayor interacción entre personas a distancia teniendo clases presenciales con alumnos en formato holográficos conectados simultáneamente desde diferentes partes de la Tierra y tal vez hasta de estaciones espaciales. En similitud al personaje de Joi[10], quien es un holograma de inteligencia artificial.

No se diga dentro de la fusión entre las artes escénicas (temporales) y las artes plásticas integradas en multimedia. Los museos estarían en apogeo con el arte digital: obras inmersivas, multisensoriales, donde interactúen las proyecciones de ordenador con archivos big data, acompañado de performance, monólogos, etc.

Las licenciaturas se irán transformando, las clases incluirán escultura de inteligencia artificial; la fotografía estaría integrada a programas holográficos, realidad aumentada y vídeo 3D, en una diversificación de variedades de materias y talleres ya como un hecho no de vanguardia, sino como parte de lo cotidiano.

En cuanto a la clase de idiomas que se impartirían para certificar como idioma extranjero, podría surgir y avalarse un idioma que sintetice vocablos en inglés, chino, con términos de informática, una versión que en el filme Blade Runner plantea con una interlingua, la “Cityspeak”[11], que el personaje Gaff[12], usa haciendo una mezcla de español, francés, alemán, húngaro, chino, japonés y coreano.

Por otro lado, posiblemente una minoría de disciplinas en las artes plásticas clásicas, como pintura de caballete, grabado, fotografía química, estará relegada en áreas de investigación y conservación.

Recuperando una escena en el film donde en ese escenario post-apocalíptico, Rick Deckard[13] entra a un bar vacío abandonado presumiblemente como toda la ciudad, solo con pocos sobrevivientes después de la destrucción de apocalíptica, el show que logra reactivar es una representación holográfica de interpretaciones de cantantes un programa donde no se necesita al actor vivo para entretener al público. Logrando tal vez, con esta técnica, traer a la vida así a diversos maestros de las artes del pasado para dar clases en la FAD; en este formato, a través de softwares y guiones de programas obtenidos como fruto de sus investigaciones.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick[14], inspiró el tema del film, que abre diversos dilemas que acompañan al debate sobre la mortalidad y la inmortalidad, la finalidad del Creador con su criatura; la realidad, de los recuerdos; o de las realidades artificiales, tecnología sin ética que rompe el equilibrio de lo natural dando como resultado un quiebre ecológico; o la manera en que Niander Wallace[15], un empresario genio megalómano auto divinizado, dueño de Wallace Corporation, quien crea a destajo seres de imitación humana, ahí se cuestiona todo ¿el poder, el dinero, le justifica crear y aniquilar a sus criaturas sin compasión? En busca de que éstas se reproduzcan por sí solas, Wallace, una especie de Elohim[16] caído, un creador ciego que no ve más allá de su narcisismo obsesivo de dar vida de manera corrupta, se refiere a sus productos, elocuentemente, como “ángeles buenos y malos”. Un eje temático basado en el libro del Génesis 30:22, que dice: “Entonces Dios se acordó de Raquel, y Dios la escuchó y le concedió hijos”. Y es precisamente el personaje de Rachel[17] del primer filme Blade Runner quien concibe, según lo aparentemente planificado por Dr. Eldon Tyrell[18] el primer creador de replicantes, dueño de Tyrell Corporation. En secuencia el director brinda una pista del debate sobre lo mortal y eterno, es evidenciado cuando, el replicante Roy Batty[19] soldado líder, en su afán de encarar a su creador para demandarle que quite su evidente fecha de terminación utiliza al personaje de J.F. Sebastian[20] para llegar a Tyrell, dictándole una secuencia de ajedrez conocida como la Partida Inmortal[21] para acceder a la vivienda del Dr. Tyrell. Y así, el director deja implícito el significado de la lucha contra Dios por la inmortalidad.

En ese sentido, ha sido relacionada con el mito de Prometeo[22], una constante en el discurso de Ridley Scott[23] mostrada nuevamente en su filme Prometeo[24], donde los creadores extraterrestres del hombre reniegan de su criatura y pretenden extinguirle. Ingresa con todo ello a niveles de lo metafísico. En un juego donde, en el filme Prometeo, aquellos creadores de la vida humana son llamados “ingenieros”, o bien, los poderosos dueños de Corporaciones Tyrell o Wallace en la franquicia de Blade Runner, son los villanos antagonistas, que juegan a ser Dios al crear seres sintéticos, o similares “a su imagen y semejanza”; mientras tanto que sus criaturas luchan por lograr la inmortalidad. Personajes quizá no muy lejanos a un Mark Zuckerberg[25] y su Metaverse; o un Elon Musk[26], CEO de diversas industrias tecnológicas, quien bautizó a un hijo como XÆ A-12[27], entre diversos sentidos el nombre implica una alusión a AI, inteligencia artificial.

Aquí los sueños no son de los androides, sino de los humanos y de los que quieren romper sus propios límites. Así que acompañando las visiones del futuro de este filme de ciencia ficción vemos analogías con nuestra sociedad y con algunas perspectivas de dirección de la tecnología, podemos vislumbrar un futuro plausible, no obstante, tratando de evitar los vicios y para que no se siga incentivado el avance a costa de la ecología y manejar una ética que priorice las consecuencias de los seres que puede crear o sobre los que va a incidir.

Mientras que hoy, en el 2022, seamos en el futuro, lágrimas bajo la lluvia. 

[Publicado el 18 de noviembre de 2022]
[.925 Artes y Diseño, Año 9, edición 36]

Fuentes de consulta
  • Baudrillard, J. (2006). La transparencia del mal. Ensayo sobre los fenómenos extremos. Anagrama. Barcelona.
  • Mejía, I. (2005). El Cuerpo Posthumano. En el arte y la cultura contemporánea. Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM. México.

[1] Traducción: “He visto cosas que ustedes no creerían… naves de ataque en llamas desde el Hombro de Orión. He visto rayos brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhauser. Todos esos momentos, se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia… tiempo de morir”.

[2] El personaje Roy Batty, fue interpretado por el actor Rutger Hauer (Breukelen, 1944 – Utrecht, 2019). Hauer reescribió el discurso de “Lágrimas en la lluvia” para su personaje y le presentó estas frases al director Scott en el set antes de la filmación.

[3] Blade Runner. Dir. Ridley Scott. Estados Unidos de América, 1982.

[4] Blade Runner 2049. Dir. Denis Villeneuve, Estados Unidos de América, 2017.

[5] Los replicantes fueron declarados ilegales en la Tierra tras un sangriento motín ocurrido en una colonia exterior. Un cuerpo especial de la policía, los blade runners, se encargan de identificar, rastrear y matar (conocido como retirar).

[6] Mejía, I. (2005). El Cuerpo Posthumano. En el arte y la cultura contemporánea. Escuela Nacional de Artes Plásticas, UNAM. México, pp. 64-65.

[7] Baudrillard, J. (2006). La transparencia del mal. Ensayo sobre los fenómenos extremos. Anagrama. Barcelona.

[8] Tómese en consideración que la producción del filme se ejecutó a principios de la década de los años 80 del siglo XX.

[9] Las Vegas está situada en el desierto de Mojave en Nevada, EUA. Es una ciudad turística famosa por su vida nocturna, posee casinos abiertos las 24 horas del día y muchas otras opciones de entretenimiento.

[10] Interpretado por Ana Celia de Armas Caso (La Habana, 1988). Actriz cubano-española.

[11] Cityspeak era un lenguaje callejero de los habitantes de Los Ángeles. Era una combinación de japonés, español, alemán y otros idiomas.

[12] Interpretado por Edward James Olmos (Los Ángeles, 1947). Actor y director estadounidense.

[13] Interpretado por Harrison (Chicago, 1942). Actor estadounidense de cine y televisión.

[14] Philip Kindred Dick (Chicago, 1928 – Santa Ana, 1982). Escritor y novelista estadounidense de ciencia ficción.

[15] Interpretado por Jared Leto (Bossier City, 1971). Actor, cantante, director y productor estadounidense.

[16] La palabra hebrea Elohim es la forma plural de Eloah que significa “poderoso”. Viene de El que significa “poderoso”, “poder”, “fuerza”.

[17] Interpretado por Sean Young (Louisville, 1959). Actriz estadounidense.

[18] Interpretado por Joe Turkel (Brooklyn, 1927 – Santa Mónica, 2022). Actor de cine y televisión estadounidense.

[19] Interpretado por interpretado por el actor Rutger Hauer (Breukelen, 1944 – Utrecht, 2019). Actor neerlandés.

[20] Interpretado por William Sanderson (Memphis, 1944). Actor estadounidense.

[21] La “Partida Inmortal” es una de las partidas de ajedrez más famosas que jamás se hayan jugado. Se jugó en 1851 como un match informal entre dos catedráticos europeos de matemáticas, Adolf Anderssen y Lionel Kieseritzky, y se ha convertido en una verdadera muestra del ajedrez clásico del siglo XIX.

[22] En la mitología griega, el titán Prometeo tenía la reputación de ser algo así como un astuto embustero y es famoso por haber dado a la humanidad el regalo del fuego y el arte de la metalurgia, una acción por la cual fue castigado por Zeus, que se aseguró de que todos los días un águila se comiera el hígado del titán mientras, desamparado, yacía encadenado a una roca. Prometeo (que significa «previsor») fue uno de los líderes de la batalla entre los titanes y los dioses olímpicos guiados por Zeus para ganar control de los cielos, una lucha que se dice haber durado diez años. Prometeo, no obstante, cambió de lado y apoyó a los victoriosos olímpicos cuando los titanes no siguieron su consejo de usar artimañas en la batalla.

[23] Ridley Scott (South Shields, 1937). Director de cine, productor y guionista británico.

[24] Prometheus. Dir. Ridley Scott. Reino Unido y Estados Unidos de América, 2012.

[25] Mark Elliot Zuckerberg (White Plains, 1984). Programador y empresario estadounidense, uno de los creadores y fundadores de Facebook (desde 2021, Meta Platforms) y la red social homónima, y su actual presidente.

[26] Elon Reeve Musk (Pretoria, 1971). Empresario, inversionista y magnate estadounidense de origen sudafricano. Es el fundador, consejero delegado e ingeniero jefe de SpaceX; inversor ángel, CEO y arquitecto de productos de Tesla, Inc.; fundador de The Boring Company; y cofundador de Neuralink y OpenAI.

[27] https://www.clarin.com/internacional/estados-unidos/x-12-significa-extrano-nombre-hijo-elon-musk_0_r02mLwAjh.html?fbclid=IwAR0fk4-O1fWNnYR_RqO3ZERLpAtXdxOLMa4QTu0JjgVTkTr9WJjrGt4kYHM

Cuenta con la Licenciatura en Comunicación Social por la Universidad Autónoma Metropolitana plantel Xochimilco (1997), con la especialidad en el Área de Concentración en Periodismo y Fotoperiodismo. Maestría en Historia del Arte por El Colegio de Morelos (2016). En el 2008 recibe la beca FOECA-CONACULTA, en la categoría creadores e intérpretes, en la disciplina en artes plásticas. En febrero del 2014, la revista española “Hola”, dedica un reportaje sobre fotografías tomadas a la actriz ganadora del Oscar Lupita Nyong’o. Desde Agosto de 1999 hasta la fecha (2017) imparte talleres de Fotografía en las Licenciaturas de Artes Visuales, y en Arte y Diseño, así como diversos talleres en Educación Continua; dentro de la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM, Plantel Taxco.

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