Acciones testimoniales comunitarias de memoria urbana: proyecto ‘Manifestar Historia’

Por María Paula Doberti y Virginia Corda

El proyecto Manifestar historia es una propuesta de amplitud territorial, encuadrándose en el rescate simbólico de edificios históricos de Buenos Aires a través de señalamientos inscriptos como pensamiento situado (atravesado por ejes espaciales geográficos y temporales-históricos).

Ponemos foco en la acción de caminar por las calles junto a los vecinos como partícipes y coautores del suceso artístico. Indagamos hasta visualizar la edificación a señalizar. La obra concluye con las palabras de los habitantes. Proponemos un trabajo participativo de memoria compartida, que conecta recuerdos colectivos con la historia vecinal y política.

Partimos de construcciones urbanas emblemáticas olvidadas, demolidas o resignificadas. Investigamos sus avatares arquitectónicos, históricos, políticos y sociales; observamos los datos duros (años, cantidades, montos). Lo chequeamos con asociaciones vecinales, con trabajadores zonales. Imprimimos cuatro carteles distintos con esta información, utilizando la estética de afiches populares (tipografía y papel). A Los pegamos generando un señalamiento efímero. Les preguntamos a los vecinos qué se acuerdan sobre la edificación. Grabamos su relato y les proponemos que opten por uno: “te cambio un afiche por un recuerdo”. Ofrecemos uno solo para que elijan qué parte de la Historia llevarse.

Acciones testimoniales 01

¿A qué nos referimos con memoria urbana? A las evocaciones comunicadas como palimpsesto espaciotemporal, como resonancia vecinal.

Solicitamos que nos cuenten alguna vivencia en relación al espacio señalado, admitiendo –como dice Cortés (2011)– que “el recuerdo no es la experiencia, lo que queda es la huella, la reapropiación e interpretación más o menos cercana de lo que ha ocurrido, es decir, la experiencia de la pérdida de la experiencia”.

Hablar públicamente de esos “signos de la ausencia” conmueve, alivia y fortalece.

“La noción de huella –escribe Ricoeur (2013)– puede considerarse como la raíz común al testimonio y al indicio”. Los relatos que escuchamos son indicios, testimonios no escritos, memorias sintomáticas. Cuando los grabamos los convertimos en documentos emocionales callejeros, y aún siguen siendo recuerdos sensibles. Es la memoria compartida en una acción urbana de recuperación simbólica territorial.

El transeúnte espectador es también testigo temporal, como declarante de un hecho pasado ocurrido allí y como quien certifica en primera persona algo inédito. Agamben (2002) parte de los testimonios de Primo Levi sobre su estadía forzada en el campo de exterminio de Auschwitz para pensar la declaración que define al testigo. Considera los efectos del discurso que trascienden a la experiencia. Quien da testimonio vincula la palabra con el acontecimiento vivido, afirmando ser fiel y exacto. La narración se torna imagen, adquiere corporeidad.

Acciones testimoniales 02

La memoria urbana se relaciona directamente con la Identidad y con la Historia.

Proponemos interrogar a la historicidad compartida, a los recuerdos sociales, al discurso del tiempo. “La historia construye intrigas, la historia es una forma poética, incluso una retórica del tiempo explorado”, escribe Didi Huberman (2006). Nos detenemos en cada recuerdo y armamos un gran archivo de memoria urbana. ¿Realizamos lo que Didi Huberman llama un montaje? No pretendemos construir un registro sociológico sino almacenar remembranzas vecinales, para rescatar una memoria colectiva ignorada.

Hacemos foco en construcciones barriales de fuerte carga simbólica por su peso histórico urbano. No nos referimos al patrimonio de la ciudad ni a los sitios de memoria[1].

Trabajamos territorialmente desde el site specific e incluso desde lo que Kwon (2004) llama discursive sites, espacios de intervención crítica que diluyen límites estéticos: “arte comunitario”.

Como sostiene Fernández Lopez (2011) “podríamos caracterizar un tipo de site-específic político/social, presente en las prácticas colaborativas, conversacionales, dialógicas o activistas”. Allí nos ubicamos: en los márgenes entre el arte y la arqueología urbana, entre lo barrial y lo institucional, entre la investigación y la emocionalidad, entre la imagen y la palabra.

Acciones testimoniales 03

El proyecto Manifestar Historia hizo cuatro intervenciones urbanas, una exposición propia, tres participaciones en muestras colectivas y una deriva performática:

  1. El Albergue Warnes (2013): Proyectado durante el primer gobierno de Perón, se comenzó a construir en el barrio de La Paternal el Hospital de Niños y Epidemiologia Infantil, imaginado como el más grande de Latinoamérica. En 1955 la Revolución Libertadora abandonó la obra. En 1957 fue ocupado por 77 familias. En 1991 fue demolido. Los recuerdos son dolorosos, en carne viva. Se presentó en la Cuarta Edición del Ciclo Paternal Arte y Política (PAPO), en La Paternal Espacio Proyecto.
  2. El Puente Avellaneda (2014), enclavado entre el barrio de La Boca y la Isla Maciel, en el río Matanza Riachuelo, une a la ciudad con la provincia de Buenos Aires. El río recibe el nombre de Matanza por las batallas entre Pedro de Mendoza y los querandíes, en 1536. El puente se comenzó a construir en 1914, inaugurado en 1940 y cerrado en 1960. Los vecinos lograron reabrirlo en 2010. Hay recuerdos lejanos, infantiles, y otros cercanos, de tránsito cotidiano. Memorias íntimas. Se presentó en la muestra “Buen Viaje!”, Proyecto Expedición Vía Postal, “Pequeñas Colecciones”, curado por Laura Romano.
  3. Ex Cárcel de Caseros (de modelo panóptico), ubicada en Parque Patricios, se construyó durante la presidencia de Sarmiento. La parte nueva fue ideada durante el gobierno de Frondizi y sus obras retomadas bajo la dictadura de Onganía. El genocida Videla la inauguró en 1979 y luego estuvo allí encarcelado. Fue cerrada en 2001. Los vecinos recuerdan las largas filas de los familiares los días de visita, los gritos a través de las ventanas y los motines. Memoria del infierno.
  4. Teatro San Martín (2015). Un complejo teatral municipal de alta carga histórica (proyectado en 1908 por Alfredo Palacios), simbólica (clásicos memorables estrenados con un elenco estable y prestigioso) y política (espacio de resistencia durante la dictadura, floreció con la democracia y es muy cuestionado actualmente) situado en pleno centro. Recuerdos cargados de tensión política y de emoción escénica.
  5. Manifestar Historia. Relatos Situados (2015). Centro Cultural de la Cooperación. Exposición donde presentamos afiches, videos con testimonios, una instalación textual y relatos escritos por participantes. Las curadoras, Laura Lina y Cecilia Iida (2015) consideran que “la propuesta desafía los límites del arte en tanto se define en un infinito y permanente proceso de producción y cuestiona la objetividad histórica, para recuperar desde los fragmentos de la existencia y los pequeños relatos otras formas invisibles de la trama de lazos sociales”.
  6. Relato Situado. Acción de Memoria Urbana (2015). Partimos del concepto de deriva situacionista[2] para transitar por la ciudad. Señalamos el ex Ministerio de Obras Públicas, construido en 1934, en permanente amenaza de demolición, utilizado por Evita para su discurso del Renunciamiento Histórico.

Recuerdos de participación política y paseos familiares con la ciudad como escenario.

Se realizaron siete funciones en La Postura-CEPA (Centro de Producción Artística)[3].

Fotografía de Arquitectura, Publicidad, Producto y Moda

Ofrecemos acciones performáticas participativas en el espacio público para generar un mapeo genético de la memoria vecinal, en una dinámica que produce territorio.”Los mapas son representaciones ideológicas”, escribe Iconoclasistas (2013).

Manifestar Historia es un proyecto que crece, articula con otras propuestas, encuentra sus propios dispositivos. Como work in progress nos proponemos continuarlo hasta generar una cartografía emocional de la memoria de Buenos Aires.¶

Las autoras son académicas, investigadoras y docentes en la UNA (Universidad Nacional de las Artes) en Buenos Aires, Argentina.
Contacto: vcorda@yahoo.com
(10 de agosto, 2016)

 Fuentes de consulta

  • Agamben, Giorgo (2002). Lo que queda de Ausschwitz. El archivo y el testigo. Homo Sacer III. Valencia: PreTextos.
  • Cortés, José Miguel (2001) Lugares de la memoria. Valencia: L’Espai d’Art Contemporani de Castelló.
  • Debord, Guy (1999 [1958]). Teoría de la deriva. En Internacional situacionista, v I: La realización del arte, Madrid: Literatura Gris.
  • Didi Huberman, Georges (2006). Ante el tiempo. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.
  • Fernández López, Olga (2011). Travesía site-specific: institucionalidad e imaginación en Once artistas en un frigorífico. Madrid:
  • Iconoclasistas (2013). Manual de mapeo colectivo. Buenos Aires: Tinta Limón.
  • Kwon, Miwon (2004). One place After Another. Site-specific art and locational identity. Massachussets, MIT press.
  • Lina, Laura y Iida, Cecilia Iida (2015). Relatos situados: estrategias en y desde el arte para la conformación de nuevos territorios de memoria. Inédito.
  • Ricoeur, Paul (2013). La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Sitios Web

  • Centro Cultural de la Cooperación: http://www.centrocultural.coop/
  • La Paternal Espacio Proyecto: http://lapaternalespacioproyecto.blogspot.com.ar/
  • La Postura: http://www.lapostura.com.ar
  • Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: http://www.jus.gob.ar/derechoshumanos/red-federal-de-sitios-de-la-memoria.aspx
  • Proyecto Pequeñas Colecciones:
  • http://www.relatosycolecciones.blogspot.com.ar/

[1] En Argentina fue promulgada en 2011 la Ley 26.691, que declara Sitios de Memoria del Terrorismo de Estado a lugares que funcionaron como centros clandestinos de detención, tortura y exterminio o donde sucedieron hechos aberrantes del accionar de la represión ilegal hasta el 10 de diciembre de 1983. http://www.jus.gob.ar/derechoshumanos/red-federal-de-sitios-de-la-memoria.aspx

[2] Una o varias personas que se entregan a la deriva renuncian durante un tiempo más o menos largo a las motivaciones normales para desplazarse o actuar en sus relaciones, trabajos y entretenimientos para dejarse llevar por las solicitaciones del terreno y por los encuentros que a él corresponden.» (Debord 1999 [1958])

[3] Performers: María Paula Doberti, Laura Lina, María Lorea, Daniel Miranda, Felipe Rubio, Martín Seijo / Vestuario: Nora Iniesta / Asesoramiento histórico: Cecilia Iida.

Artistas visuales argentinas y docentes de la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
Forman parte del Museo del Objeto Contemporáneo (M.O.C.), desde su creación en 2006, en la ciudad de Buenos Aires.
También integran el colectivo Río Memoria, un proyecto de hibridación disciplinar que investiga la historia y la memoria simbólica del Río de la Plata.
Trabajan en el espacio público desde el año 2002 junto a diferentes colectivos y en diversas ciudades, realizando intervenciones, pegatinas, performances y señalamientos de carácter participativo y colaborativo.

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