It’s a bird!

Por Ricardo Alejandro González Cruz.

Cuando un amigo me compartió, hace años, una nota según la cual Alejandro González Iñárritu estaba realizando la versión cinematográfica de Birdman, la noticia me pareció extraña pero no demasiado sorpresiva. Actualmente las películas de superhéroes dominan el cine comercial y no es raro que directores considerados “serios” se acerquen al género de moda para tratar de darle su sello y legitimidad. Así, hemos visto Thor de Kenneth Branagh, famoso por sus adaptaciones de Shakespeare, o la trilogía de El Caballero de la Noche de Christopher Nolan. Por otro lado, estas versiones cinematográficas, anteriormente reservadas a los personajes más populares del comic como Superman o los X-Men, han tenido que empezar a rascarle al fondo del barril en busca de más propiedades con potencial comercial. Si los mismísimos estudios Marvel, poseedores de un catálogo amplísimo de personajes, decidieron darle una oportunidad a los casi desconocidos Guardianes de la Galaxia, no resulta raro que Fox Searchlight quisiera entrarle a la moda superheróica con Birdman, protagonista de una serie animada en los 60s, realizada por Hanna-Barbera y retrabajada en el 2000 por Cartoon Network. La nota que me compartieron hace años incluía una fotografía en la que se veía el diseño del personaje, completamente alejado de su versión televisiva y mucho más cercano al de películas como Watchmen.

Pasó el tiempo y ya hace unos meses por fin se estrenó, y no podría ser más oportuna. Lo que pudo haber sido solo una entrada más a un género saturado y formuláico (y lo digo sin desprecio, personalmente me encantan los superhéroes en todas sus presentaciones) resultó ser más bien un comentario bastante eficaz sobre el género de moda, además de una divertida historia acerca del proceso de producción de un proyecto audiovisual.

No puedo evitar compararla con la ya mencionada Watchmen, que hace años intentó hacer lo mismo pero se quedó a medias. En primer lugar, ambas son películas que solo pudieron realizarse en un mercado ya encantado con el género; Watchmen estuvo desarrollándose durante décadas sin llegar a nada, hasta que el boom de películas de superhéroes la hizo comercialmente viable. En su versión original, en comic, Watchmen es una historia cautivante con personajes atractivos, que generan empatía con el lector, y de una crítica que analiza los estereotipos mediante el uso de situaciones novedosas. La versión fílmica, que tenía la oportunidad de hacer lo equivalente con una deconstrucción de las películas de superhéroes, se pierde en el estilo, nunca genera empatía y resulta tediosa. En cambio, Birdman se sale del género para observarlo desde afuera, concentrándose no solo en los estereotipos que existen dentro de estas películas sino también en la influencia que mantienen en toda la industria hollywoodense, en la saturación que provocan del mercado, en la percepción que generan en el público y en la búsqueda de sus protagonistas por lograr algo significativo, más allá de los intereses comerciales.

La película está llena de referencias: durante la búsqueda de un nuevo actor para reemplazar a la víctima de un accidente en el set, se hace mención de varios candidatos solo para descubrir que todos han sido “absorbidos” por el género de moda. El protagonista de la película, Riggan Thomas (interpretado por Michael Keaton), se hizo famoso por una popular serie de películas en las que interpretaba a un superhéroe, hasta que decidió abandonarlo, igual que Keaton interpretó a Batman en dos películas inmensamente populares, hasta que decidió abandonar la serie (y los millones de dólares que le ofrecían) cuando Tim Burton fue sacado del proyecto. Poner a Keaton en una situación similar a la que vive en realidad, regresando para reclamar su lugar con un proyecto serio, recuerda a Mickey Rourke en El Luchador, retomando su carrera después de una época de decadencia.birdmanSiguiendo con las referencias, se tiene que el actual “boom” del género de superhéroes no se entendería sin el antecedente de las películas de Batman de Burton, así que hay cierta verdad en las palabras de Birdman cuando, al ver a Robert Downey Jr. en la televisión, le dice a Riggan que ese debería ser él, que hizo eso mismo desde mucho antes. Estas referencias están incluso en pequeños detalles como la tipografía usada en el cartel de Birdman colgado en el camerino de Riggan, muy similar a la utilizada en los carteles de Iron Man, enfatizando que esta idea de combinación Riggan/Keaton está relacionada con el Robert Downey Jr. original. Tampoco hay que olvidar que el cast principal de Birdman ha participado en películas basadas en comics: Michael Keaton fue Batman, Edward Norton salió en El Increíble Hulk, Emma Stone en El Sorprendente Hombre Araña y Naomi Watts en Tank Girl.

Por otra parte, el film resulta ser un ejercicio cinematográfico impresionante. Se ha hablado mucho del plano secuencia del que consiste casi toda la película, y no es para menos. Hacer un plano secuencia siempre es complicado, ya que conforme aumenta la duración del plano también aumentan las posibilidades de que algo salga mal y la toma deba repetirse. Cada escena debe estar planeada detalladamente y ensayarse hasta que quede perfecta, tanto en actuaciones como en iluminación, movimientos de cámara, utilería, escenografía y cualquier otro elemento que intervenga en ella, y solo entonces puede filmarse. Por eso, hacer un plano secuencia es una decisión difícil de tomar. Construir toda una película con planos secuencia es multiplicar esa complicación, pero cuando queda bien es impresionante. Esta no es la primera vez que se hace: otro ejemplo sería Irreversible, también hecha con planos secuencia unidos por transiciones que disimulan los cortes, pero aquí la ilusión de que todo transcurre continuamente es mayor. Es curioso que dos de las películas recientes con planos secuencia mejor logrados hayan sido dirigidas por mexicanos (Iñárritu en Birdman y Cuarón en Gravedad) pero aún más impresionante es que en ambas películas el director de fotografía es Emmanuel Lubezki, que ha demostrado ser todo un genio para estos ejercicios. Más allá del plano secuencia, toda la realización es impecable. La iluminación es muy descriptiva y emocional, la música es diferente a la que se acostumbra incluir en estas películas, dominada por un baterista que incluso aparece a cuadro en algunos momentos además de que las actuaciones son intensas y el guión está perfectamente armado. La decisión de tomar al superhéroe como un simple pretexto para hacer una obra original acerca de la realización audiovisual es algo que molestó (y con razón) a los fans del personaje, pero el resultado lo justifica totalmente. Todo eso sin mencionar el sorprendente final…

(Publicada el 9 de febrero de 2015)

Lic. en Diseño y Comunicación Visual por la FAD UNAM. Ha formado parte del equipo de desarrollo de diversos proyectos audiovisuales, como aplicaciones interactivas, animación, cine y televisión, para clientes como Fomento Cultural Banamex, Grupo Santillana, Corazón Films, Corazón Televisión, Argos Soluciones Creativas y Telemundo. Ha impartido diplomados con opción a titulación en la FAD UNAM y desde 2014 es profesor de licenciatura en el Plantel Taxco de esta misma institución. Le gusta ir al cine pero casi nunca come palomitas.

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